Kracauer también estarán este sábado en la nueva edición del festival Ventepijo. Lo harán acompañados por grupos como Río Viré, Claim, Kessels, Laura Uve o Karmacadabra. El grupo murciano sigue presentando en directo su primer trabajo, «… En la era de la reproducción digital», mientras esperamos la salida de su próximo trabajo. Fueron elegidos como el grupo revelación de 2018 en los pasados Premios de la Música de la Región de Murcia. Poco a poco, con su debut, Kracauer se ha ido haciendo un pequeño hueco entre las bandas murcianas a las que no perder de vista y estamos seguros de que su nuevo disco, aún sin fecha de salida, les llevará más lejos de lo que creen. Hemos hablado con Juanfran Cerdá, líder del grupo.
Han pasado casi dos años de la publicación de vuestro primer trabajo «… En la era de la reproducción digital», ¿cómo ha sido el viaje hasta ahora? ¿Cómo valoráis el disco y todo lo que os ha traído?
Un año y medio hace justo ahora, y el balance es muy positivo. Este disco ha servido para que Kracauer deje de ser un experimento en solitario, convertirnos en banda, empezar a rodar en directo, darnos a conocer a nivel local, salir un poco fuera de Murcia… No estaba nada claro el recorrido que podía tener el proyecto al principio. Ahora sin embargo la sensación es que esto va para largo.
¿Hasta qué punto se ha convertido la música en algo importante para vosotros estos últimos años?
La música era algo muy importante para todos, antes de Kracauer. No solo por nuestros proyectos anteriores, sino porque los cuatro consumimos música a nivel heroinómano. Ahora la diferencia tal vez sea que tenemos un proyecto que está teniendo continuidad y que nos permite entrar en la conversación para hablar, y no solo para escuchar.
Entre otras cosas os llevasteis el premio a mejor debut en los Premios de la Música de la Región de Murcia, ¿fue importante para vosotros? Y siendo sinceros, ¿os ha repercutido en algo?
Sí y no. Por un lado los premios musicales tienen el punto este selectivo, como de competición, que no va nada con nosotros, y que de alguna manera distorsiona la manera en la que funciona la cultura, que es algo mucho más complejo y democrático. Les vemos más sentido en el bádminton, por ejemplo. Pero también nos quedamos con la parte positiva, con el reconocimiento y la pequeña visibilidad que aportan, que viene muy bien. ¿Ha repercutido? Tal vez de manera intangible. ¿Eso es un no? Porque mi sensación es que sí.
Me imagino que además de todas las alegrías que la música puede dar, también debe haber momentos más oscuros, ¿puede llegar a ser desilusionante cuando ves cómo funciona todo desde dentro?
Es que tampoco conocemos en profundidad los entresijos del business. En ese sentido somos todavía un grupo inocente y virginal. La autogestión te permite esa felicidad del ignorante.
Tenéis un nuevo disco prácticamente listo, ¿cuándo verá la luz? ¿Qué nos podéis adelantar?
Pues está todo preparado, sí. Tenemos el disco que nos ha producido Carlos Hernández, el videoclip que hemos hecho con Twin Freaks, el diseño que acabamos de terminar con Newlayer. No tenemos todavía del todo claro cómo lo vamos a poner en circulación, pero en todo caso será ya después del verano, que este calor no nos va mucho. No somos nada tropicales.
¿Habrá cambios en cuanto al sonido? ¿El synth-pop ochentero seguirá siendo el gran protagonista?
Pues me temo que sí hay bastante cambios. Me gustaría pensar que la esencia ochentera synth-popera sigue ahí, pero al haber pasado a formato banda, con batería acústica y bajo eléctrico, el sonido del grupo se ha transformado. Seguimos combinando con baterías y bajos electrónicos, y hay muchísimos sintes, pero es que la composición de los temas también ha evolucionado, y el productor ha enroscado el sonido al límite y la cosa suena bastante más contundente.
¿Qué 3 canciones vuestras destacaríais para aquellos que aún no os hayan escuchado?
Pues sacamos “Stendhal” de single porque pensamos que resume bien de qué va este primer disco. Pero mira, en “El sonido y la furia” tienes el polo más agresivo y en “Estrella invitada” tienes la versión más relajada. Aunque si te pones “Equipaje” verás que hacemos un poco lo que nos da la gana.
El primer disco estuvo elaborado al 100% por ti, ¿ha sido así también en el nuevo trabajo?
No tanto, porque el primero incluso lo grabé yo todo. En este me sigo encargando de la composición de los temas, pero aquí ya ha habido un proceso de preparación en el ensayo, y en el estudio hemos participado todos. Creo que es el camino natural que va a seguir el grupo.
Habéis trabajado con Carlos Hernández en la producción, ¿por qué habéis apostado por él? ¿Cómo ha sido la experiencia?
Pensábamos que trabajar con alguien de primer nivel era algo que llegaría más tarde, con el tercer o el cuarto disco. Pero Alberto Cantúa y Rafa Val escucharon las maquetas, llamaron a mi hermano, y me hicieron una encerrona en casa de Alberto para convencerme de que estos temas había que facturarlos ya de otra forma. A partir de ahí, la opción inmediata era Carlos, porque sabíamos que iba a entender lo que hacíamos. Les pasamos las maquetas a él y en la primera conversación por teléfono estábamos ya en el camino. Luego nos dio tanta confianza y creó un ambiente tan relajado que paradójicamente hizo que nos sobraran días de estudio. El disco está grabado en primeras tomas prácticamente. Y ver cómo va construyendo su visión de los temas a tantísimos niveles ha sido un aprendizaje impagable. Luego escuchas el resultado y, la verdad, no sabíamos que Kracauer podía sonar así.
¿Y cuándo podremos escucharlo? ¿Habrá algún adelanto en el Ventepijo?
Pues para otoño. Son buenos meses porque la música de nuestro rollo funciona como el curso escolar, y así tenemos todo el año de conciertos por delante. En cuanto al Ventepijo, los dioses del indie aconsejan no tocar el material nuevo hasta que no está publicado, pero tenemos tantas ganas que aunque sea un poquito, algo habrá que hacer. Reprimirse tanto, tanto, no es bueno. Que le pregunten a los curas.
¿Habrá también un hilo conductor en la temática de las canciones tal y como ocurre en el primero?
Pues creo que sí. De alguna manera, a nivel letras este disco es muy distinto pero también es una continuación del anterior. Han sido un par de años muy complicados a nivel personal para todos los miembros del grupo y mucha de esa mierda está volcada en las letras, de una forma más o menos literal. También hay unos cuantos brotes de mala hostia. A ver si ya en el siguiente nos sale alguna canción de amor.
¿Cuál es tu principal motivación a la hora de crear música?
Pues creo que me retiraré de esto sin entender del todo cómo funciona. La cosa suele partir de una idea musical que empieza a obsesionarme. A veces viene ya acompañada desde el principio de algún trozo de letra. Para que te hagas una idea, es como cuando se te mete en la cabeza que tienes que ir al Burguer King. Pero no se me pasa hasta que la canción está terminada, cosa que lleva más de 20 minutos.
En el grupo también está tu hermano Pablo (teclados), ¿cómo ha sido la experiencia de compartir escenario con él? ¿Alguna vez os habíais imaginado algo así?
Compartir Kracauer con Pablo es seguramente una de las cosas más valiosas para mí. No es solo el directo, sino los ensayos, y el trajín que llevamos siempre con el proyecto. Comemos los domingos con la matriarca y no la dejamos hablar prácticamente — por cierto, es una experta ya y se nos adelantó a todos en la elección del single. Por ese lado Kracauer tiene un punto negocio familiar que no se paga con dinero.
¿Cómo veis el tema de los festivales de Murcia? ¿Es difícil abrirse hueco sin nadie que te apadrine?
Sí, claro. Somos muchísimos grupos y cuando autogestionas el proyecto tus contactos son limitados. Pero no tengo una opinión concreta sobre los festivales murcianos. Funcionan de formas distintas. Ojalá hubiera más.
¿Creéis que realmente se apoya lo suficiente a las bandas que están empezando en Murcia? ¿Vosotros os habéis sentido apoyados?
Supongo que no lo suficiente. Si te refieres a lo público, creo que Murcia no es un buen ejemplo de gestión cultural. Es un tema complicado, los recursos son muy limitados, y hay que llevar mucho cuidado al redistribuir el dinero que recaudas de la gente pero, tal vez egoístamente, pienso que la cultura se merece tener un papel más importante. Aunque supongo que los sardineros pensarán lo mismo. Pero al final los grupos no podemos depender de eso. Proyectos como el nuestro tienen un punto kamikaze. Nosotros decidimos tirar con Kracauer al margen de apoyos, y supongo que seguiremos mientras nos apetezca.
¿Hace falta que se extienda una actitud como la del Ventepijo?
El Ventepijo tiene un punto especial. Es un festival pequeño, con bandas locales, que apuesta por una cierta diversidad musical, y luego cuida toda la parte de comida, bebidas, intentando que todo sea asequible para el público. El trato con los músicos es cercano y a la vez profesional, a nivel contratos, impuestos, cotizaciones… Y esto sale de una localidad de 5000 habitantes. Imagínate que cada pedanía y cada municipio organizara algo así. Le veo pocas pegas, la verdad.
¿Y cómo veis la escena en general? ¿Qué grupos destacaríais?
Pues lo primero que me viene a la cabeza es el concierto de Alex Juárez y Alberto Saorín en La Yesería. Que nos tuvo allí a todos calladísimos y atentos. Pero es que en Kracauer nos emociona mucho la sensibilidad de los hermanos Juárez, aunque tengan nombre de cártel de droga mejicano. Ah, y Espiricom también tienen fans en Kracauer. Y en Murcia y fuera pocos grupos suenan como Le Mur en lo suyo. Los Perro nos parecen un ejemplo en muchas cosas, pero estos ya están más allá de la escena local, como los suecos, que nos parecen otro grupazo, pero ya juegan en la Champions League. ¿Estos cuentan?
No eres nuevo en esto de la música en Murcia, son varios los grupos por los que has pasado, ¿cómo has visto tú la evolución de la ciudad a lo largo de estos años?
Uf, venga. Como soy muy viejo te regalo un poco de historia musical murciana. Recuerdo cuando empecé a tocar el piano, de muy muy pequeño, que en Murcia no se hacía más que blues. Lo cual es cojonudo, por supuesto. Pero de diversidad, justitos. Luego ya nos pusimos más poperillos y metaleros, casi en paralelo, con los del jazz a su bola, como siempre. Y guste más o menos, ahora lo que está claro es que hay más cantidad y variedad. Pero voy a parar porque estoy empezando a sentirme el Cuervo de los Tres Ojos del indie.
Si tuvierais que elegir entre una gira por festivales u otra por salas, ¿cuál os gustaría hacer realidad?
Pues en teoría una cosa lleva a la otra. Se supone que en los festivales tocan los grupos a los que les ha ido bien en sus giras por salas. Lo que pasa es que no creo que tengamos músculo ahora mismo como para mover a la gente en una gira de salas nacional. Pero, como te decía, los proyectos nuevos son kamikazistas por naturaleza. Así que alguna incursión en territorio enemigo haremos seguro.
Además de la música, tu principal dedicación es la docencia en la Universidad de Murcia, ¿cómo ves a las nuevas generaciones? ¿Te sirven de inspiración de alguna forma para tus canciones?
A las nuevas generaciones las veo más o menos bien. Espero que no se crean eso de que son peores que las anteriores. Es el bulo perpetuo de los que no quieren compartir el pastel. Y más que inspiración, me interesa lo que tengan que proponer estas generaciones a nivel musical. Quiero ver qué se les ocurre. Seguro que les termino robando algo.
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