Hace más de quince años que Despistaos se subieron por primera vez a un escenario. Se acabaron convirtiendo en una de las bandas del momento en nuestro país pero en 2013, tras publicar «Las cosas en su sitio», decidieron tomarse un descanso que les mantuvo varios años apartados del grupo, pero no de la música ni de los escenarios. En 2016 volvieron y tras un par de EP’s ahora ve la luz «Estamos enteros», su primer álbum de larga duración desde aquel último trabajo previo a su retiro. Daniel Marco y José Krespo pasaron por la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés para presentar este nuevo trabajo y allí estuvimos y pudimos hablar un rato con ellos.
«Estamos enteros» llega 6 años después de vuestro último disco, ¿cómo habéis cambiado en todos estos años y cómo creéis que se refleja en el disco?
Daniel Marco: Pues te vas haciendo más mayor, te crecen hijos de repente (risas).
José Krespo: Se nota en las canciones, en la maneras de escribirlas y de hacerlas. Ya no hablas tanto de bares como antes, por ejemplo. Es un proceso natural.
¿Os tomáis este disco como empezar un nuevo camino o como retomarlo?
J: Es retomar lo que habíamos dejado. Nos fuimos con lo que creemos que era un discazo, “Las cosas en su sitio”, que casi ni siquiera presentamos. Por eso volvimos hace 3 años y comenzamos a dar conciertos. Fue como presentar ese disco que dejamos un poco a medias.
Y la gente os echaba de menos.
J: Sí, cuando actuamos en el Sansan ya se notó que nos echaban de menos. Luego vino el Arenal Sound que fue multiplicado por quince. El concierto era a las 7 de la tarde, otros conciertos no habían funcionado a esa hora y nos decían que no habría mucha gente… y cuando salimos había miles de personas.
Escuchando el disco era inevitable que se me vinieran a la cabeza muchos recuerdos que asocio a vuestra música, ¿os habéis esforzado por no perder vuestro estilo?
D: Es que sale todo de forma muy natural. Tú empiezas a hacer canciones y no haces las mismas canciones con 40 años que con 20 años. Has escuchado mucha más música, tu vida ha cambiado… todo va dejando huella. A la hora de hacer las canciones las hacemos como siempre, pero sale distinto.
J: Y la manera de producirlas también. Intentas modernizarte, utilizar cosas que antes no se utilizaban. Nosotros éramos muy puristas de guitarra, batería y bajo pero ahora, con menos prejuicios, cuando el productor nos dice usar otras cosas como teclados o sintes, pues lo hacemos y ya está.
Habéis trabajado con Tato Latorre quien suele trabajar con artistas que se mueven el pop, ¿creéis que siguen existiendo prejuicios con un género tan masivo como el pop?
D: Hay que intentar olvidarse un poco de si algo es rock, pop, indie… A Tato lo conocen por hacer ser un productor de pop pero es un tío más heavy que el viento (risas). Las canciones que tenemos ahora mismo no podríamos hacerlas de otra manera. Hay que buscar lo que pide cada canción, algunas piden algo más moderno y vivo y otras lo más básico.
Y no hay que pararse a pensar en con qué grupos o estilos te van a relacionar ¿no?
D: Eso lo tenemos más que superado ya.
J: Eso ya no lo pensamos. Ya nos dieron bastante caña los rockeros. Nuestro primer disco era más rockero y después los rockeros nos dieron de lado. Y al final acabamos sacando ocho discos más.
D: Aún así con discos que la gente consideraba que eran pop hemos tocado en el Viña Rock. Poco a poco se van borrando las fronteras de los estilos y no pasa nada porque un grupo de pop haga una canción más rockera o porque un grupo de rock use sintetizadores o lo que le de la gana.
En el disco habéis colaborado con Bely Basarte, una de las voces más seguidas de esta nueva generación de a rtistas nacidos de internet. ¿Cómo ha sido esta colaboración? ¿Cómo os ha influido?
D: A Bely la conoces a raíz de que hiciera una versión de «Caricias en tu espalda» y empezaran a etiquetarnos en Twitter.
J: Lo flipamos, no sabíamos quién era ni por qué tenía tantos seguidores.
D: Creo que tiene más escuchas su versión que la nuestra (risas) en Spotify. A raíz de eso nos conocimos a través de redes sociales y cuando empezamos a preparar el disco pensamos en ella.
J: Es como devolverle el favor porque al fin y al cabo fue un favor que ella nos hizo. Le enseñó nuestra música a un montón de gente que nos ha descubierto gracias a ello.
Eso haya ayudado a que vuestra música haya llegado a nuevas generaciones, porque vuestro público sigue siendo joven.
D: Sí, la gente se sorprende pero es que nuestro público tiene unos 20 años.
J: Y seguramente Bely Basarte tiene mucha culpa de ello.
D: Y «Física o Química», hubo gente que nos conoció cuando la serie se estrenó pero eran muy jóvenes como para ir a conciertos o comprar nuestros discos.
J: Y gracias a que hay gente joven podemos hacer cosas como firmas de discos. Yo no me imagino a gente de 40 años viniendo a estas cosas.
D: Nosotros somos gente a la que nos gusta la música, nos dedicamos a ella, y no vamos a firmas de discos.
En apenas unos días cruzaréis el charco para actuar en América Latina de nuevo, ¿cómo es tocar allí? Se habla del público latino como uno de los más entregados.
J: Fue la leche, es como empezar de nuevo pero con fans (risas).
D: Hicimos dos días un concierto acústico solo con guitarra y voz y no nos oíamos, la gente no paraba de gritar.
Cuando hablamos en 2016 me dijiste que estabas seguro de que funcionaríais en festivales. Desde entonces habéis pasado por varios, ¿cómo ha sido la experiencia?
D: Ha estado por encima. Lo del Arenal Sound es que fue… creo que nunca hemos vivido un concierto así. Hemos tocado con otros grupos más grandes y en otros festivales pero aquello fue distinto. Empezar a tocar y que no parara de llegar gente corriendo, ver que estás cantando para chavales de 20 años que se saben todas tus canciones y están emocionados dándolo todo… Eso te rejuvenece.
¿Es posible desengancharse de los escenarios? ¿Se echa más de menos tu casa durante la gira o los escenarios durante los parones? ¿Cómo fueron aquellos años de descanso?
J: Nosotros seguimos tocando durante aquella época, cada uno con nuestros proyectos. El escenario es el escenario, es lo que hemos hecho toda nuestra vida. Es como cuando alguien se jubila que está en casa viendo la tele sin saber que hacer.
D: Yo empecé a tocar hace 23 años y creo que no sabría hacer otra cosa ahora.
¿Qué es lo que necesitáis para estar enteros?
J: Tequila (risas). Supongo que gente con ganas de escucharnos.
D: Por muy bien que tú lo hagas si ellos no están…
J: Si la gente no viene a conciertos se te deben quitar las ganas de seguir. Mientras haya gente que nos escriba, que nos comenten, que vengan a las firmas… con que solo vengan 15 personas a que le firmemos un disco que seguramente ni vayan a poner después es un detalle.
D: Antes firmabas discos y podías estar 2 o 3 horas firmando. Ahora viene mucha menos gente pero el valor que tiene es incalculable.
No Comments