Hace un tiempo que venimos hablando con los nuevos protagonistas de la música nacida en Murcia. Hoy es el turno de Amore, el proyecto en solitario de la murciana María Moreno. Con solo 22 años ya está muy dentro del mundo de la música. Además de llevar adelante su proyecto, también ha acompañado sobre el escenario a Javiera Mena, Irenegarry, Daniel Sabater o Mori. Este viernes estará en Garaje Beat Club junto a Jimena Amarillo, momento que hemos aprovechado para hablar con ella.
Formas parte de una generación que no tiene miedo a jugar y experimentar con la música, sin fijarse en etiquetas o géneros, ¿tú también lo ves así? ¿Te sientes cómoda con las etiquetas o prefieres huir de ellas?
Yo personalmente no me identifico con las etiquetas pero porque no encajo mi sonido en ningún género específico. No tengo un plan muy definido a la hora de componer o una predilección por un género específico. En ese sentido, todavía siento mi proyecto como el embrión que es. Pero me gusta mucho que otras personas sí que lo tengan claro y apuesten por un pop de guitarras, por ejemplo. Menos el bedroom pop y los hombres malos, el resto de géneros me parecen estupendos.
¿Cómo fueron tus primeros pasos en la música? ¿Cuándo supiste que era a lo que te querías dedicar?
Llevo toda la vida en contacto con la música porque hice el conservatorio de piano. Siempre supe que era un lugar por el que yo respiraba con mucha naturalidad y durante mucho tiempo fue para mi una posibilidad el dedicarme a la música, pero siempre pensaba en la clásica. Es decir, ser concertista o profesora de piano en una escuela.
Dedicarme a la música “moderna” no entraba dentro de mis esquemas porque ni siquiera sabía que era capaz de componer mi propia música. Fue ya en primer año de universidad cuando se empezó a despertar esta necesidad en mí y decidí escucharla.
¿Serías capaz de definir tu música y tus canciones?
Yo diría que es, por encima de todo, un proyecto circunstancial. Es decir, que responde a mis ambiciones, preocupaciones y gustos del momento en el que me pongo a componer. Como no puedo ser muy constante de momento porque no tengo tiempo, cada vez que me siento a hacer una canción han pasado muchas cosas nuevas en mi vida y me he obsesionado con un artista nuevo. Inevitablemente, de todo eso se empapan mis canciones. Quizá cuando profesionalice más la movida mi música adquiera una identidad diferente, más sólida, más definida. Pero de momento, es lo que es: circunstancial. ¡Y me encanta!
Aparte de con tu proyecto en solitario también te hemos podido ver acompañando a otras artistas como Javiera Mena o Irenegarry, con la que sigues actuando. ¿Cómo surgió trabajar junto a ellas? ¿Y cómo fue la experiencia?
Irene es mi primera amiga de la música y en cuanto tuvo la oportunidad de hacerme un huequito en su proyecto me llamó para contar conmigo para su banda. Yo obviamente encantada. Irene es una de mis artistas favoritas ever y participar de alguna manera en su universo artístico para mí es un honor inmenso y un privilegio, el poder vivirlo desde tan cerquita.
Tocar con Javiera también fue increíble. Todo empezó porque nos conocimos en una reunión de amigas y le conté que tocaba el piano y cantaba. Al día siguiente me habló por instagram para que probásemos a tocar juntas a ver qué tal funcionaba. Y fue estupendo. Estuve un año girando con ella y de ahí adquirí toda la seguridad que ahora tengo cuando me subo a un escenario: el afrontar el momento con actitud, saber improvisar, solucionar los problemas en el momento sin agobiarse.
Apenas ha pasado un año desde tu primer concierto, ¿cómo han sido estos mes para ti? ¿Está llegando todo muy rápido o te lo tomas con calma?
A veces pienso que va muy despacio y otras lo siento rapidísimo. Muchas veces me frustro porque desearía tener tiempo para componer y producir a mayor velocidad y que las cosas avanzasen más rápido. Otras veces, pienso que si tuviera más tiempo tampoco lo aprovecharía. En definitiva, yo creo que va todo a la velocidad a la que tiene que ir y estoy muy agradecida de la buena acogida que va teniendo lo poquito que he sacado.
Aunque te mudaste a Madrid parece que Murcia sigue presente en tu música con canciones como «Feria Lo Pagán» o «Fuensanta de noche», ¿qué significa Murcia para ti?
Para mí Murcia es todooooooooo. Nunca he renegado de ella, ni siquiera cuando me mudé a Madrid y todo era la novedad para mí. Tengo una buenísima relación con mi familia y muy buenos amigos del instituto y eso es lo que me mantiene unida a mi tierra. Y además recientemente he aprendido a querer Madrid.
Ahora mismo siento que tengo una doble identidad que lejos de frustrarme o ponerme triste por sentir que no pertenezco a ningún lugar, me regala el doble de sensaciones, de experiencias, de referencias, de personas.
¿Qué artistas crees que más te han influenciado a lo largo del tiempo?
Julieta Venegas y Nelly Furtado de la infancia, Alt-J y Lana del Rey de la adolescencia, Unknown Mortal Orchestra, Daniel Caesar, Tirzah y Oklou de los últimos años.
¿Y qué artistas actuales recomiendas a nuestros lectores? ¿Y concretamente de Murcia?
Últimamente no paro de escuchar a ML Buch. ¡La recomiendo! Y recomiendo por supuesto a Irenegarry, Judeline, Eddi Circa, Raxet1, Gara Durán. De Murcia recomiendo a Beatrix Weapons como artista que desarrolla la vanguardia tanto en lo musical como en lo estético y a Marcelo Criminal porque es el mejor y le han hecho hasta una referencia en la mejor película del mundo Espíritu Sagrado.
Apenas te hemos podido ver por Murcia, ¿ganas del concierto del viernes?
¡Muchas! Tenéis que venir todas. Yo sé que coincide con otros conciertos con los que compartimos bastante público pero con lo que nos cuesta a Jimena y a mí organizarnos… que este evento suceda es un auténtico milagro.
El concierto en Garaje Beat Club será junto a Jimena Amarillo, ¿cómo surgió esta colaboración? ¿Qué te parece ella cómo artista y qué crees que aporta a tu música?
Jimena es un auténtico fenómeno cultural. Ha conseguido sacar del underground un género muy concreto siempre consumido desde la disidencia, cosa que está fenomenal y es muy necesaria, pero también lo es elevarla a un primer plano y hacerle un hueco entre todos los estilos que triunfan y son públicamente reconocidos. Jimena ha abierto una brecha gigante y no se ha dado ni cuenta. Ha cambiado el curso de la música en España y no acepto discrepancias. La colaboración salió porque nos lo propusieron los dueños de la Galileo en Madrid y fue tan chulo que hemos decidido repetir. Y porque somos muy amigas.
¿Quién te acompaña en tus directos actualmente?
Actualmente voy sola o con mi hermana lanzándome las bases. De momento veo más compatible apañarme yo con mis canciones incorporando mis pianos en el directo, que montar una banda, porque mis producciones tampoco encajarían demasiado bien con un formato tradicional, así que de hacerlo me gustaría dedicarle el tiempo necesario para adaptarla a lo electrónico. Y eso lleva muchas horas, lo sé porque toco en la banda de mori.
¿Ha cambiado tu forma de ver y sentir la música desde que te dedicas a ella?
Sin duda ha cambiado, hay muchas veces que incluso me agobio escuchando canciones porque tengo la necesidad de “rentabilizarlas” al máximo, sacar de ellas todas las conclusiones posibles para aprender a escribir y componer mejor. Es el precio a pagar, que una cosa que a priori sólo generaba placer, de repente también pueda ser un motivo de ansiedad. Lo importante es ser consciente y aprender a escuchar la música de maneras diferentes. Para estudiar y para disfrutar. En mi caso, claro. Por encima de todo lo que intento es, en ningún caso, dejar de sacralizarla.
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