Hay discos que te hacen replantearte los criterios y filtros culturales de tus semejantes. Lo hacen por que de pronto te das cuenta de que has dado con una obra maestra, una pequeña perla dentro de la mediocridad y la autocomplacencia del mercado musical. Y no la conoce ni dios. Y piensas: ¿Cómo pudieron petarlo tanto los Pereza, habiéndonoslos vendido como los nuevos salvadores de los valores del rock setentero, y luego a los Babylon Chat no conocerlos casi nadie? Por otro lado, descubrir esos maravillosos discos que no conoce ni dios siempre nos da ese placer perverso y complaciente que nos convence a nosotros mismos de que tenemos un gusto de puta madre. Aunque eso sea bastante vanidoso y autocomplaciente. En fin, este artículo es para hablar de cuatro discos que a mí me dieron esa sensación en su momento. Quizás ya los conozcáis.
1. «Hotel Adicción», Babylon Chat
Como decía, nos vendieron a los Pereza como los tíos con mas actitud en el rock and roll desde Keith Richards. No entro a discutir sus méritos rockeros, pero a principios de este siglo había en Asturias una banda que, como mínimo, los superaba en actitud y autenticidad. Se llamaban Babylon Chat y su música, estética y lírica era una excitante mezcla de todo lo bueno que nos trajeron los New York Dolls, los Stooges, Marc Bolan, Lou Reed y David Bowie. Algo así como una banda de Glam Rock-Punk. Su líder, Igor Paskual, acabó como guitarra de Loquillo y ahora mantiene una interesante trayectoria en solitario. Pero antes de eso nos dejó «Hotel Adicción», un disco redondo,inmediato e inmortal. Letras sobre sexo amoral, maquillaje y drogas. A veces, ¿Qué más se necesita?
2. «Sea como Sea», SuperSkunk
Otro ejemplo de grupo de musicazos, con muchísimo potencial y que al final no se comió una rosca (musicalmente hablando). Al menos han alcanzado el estatus de grupo de culto. Cuando a principios de los noventa todos los guitarras de rock alternativo patrio emulaban a Thurstoon Moore, J Mascis o a Jhonny Marr hubo un tipo llamado David Obelleiro que supo mimetizar lo mejor de Tom Morello, John Frusciante y Kim Thayil. Su segundo disco es el mejor ejemplo de la fórmula sonora, muy americana, que practicaban estos muchachos: funk, metal, rapcore, raggamuffin, rock… Los herederos madrileños de R.A.T.M. Y los primeros Red Hot Chili Peppers. Entre sus filas milita también Javi Rojas a.ka. «El Tío Calambres», bajista entre otros grupos de Mamá Ladilla.
3.»Buitre no come alpiste», King Putreak and the vientre
Los Kikes (Kike Babas y Kike Turrón) son dos tipos que se metieron en el mundillo del periodismo musical siendo jóvenes con mucha jeta y toneladas de iniciativa. Han escrito entre otras cosas las biografías de grupos como Los Enemigos, Leño, Rosendo o Reincidentes. Pero, además, durante los noventa y principios de este siglo capitanearon sendas bandas. Buitre no come alpiste es un trabajo discográfico compartido entre King Putreak, banda en la que militaban ambos, y The Vientre; proyecto en el que solo participaba Kike Babas. A los dos chavales se les dá muy bien escribir, tienen pluma, y las letras de sus canciones son poesía callejera y visceral; poetas de litro y speed. Musicalmente mezclan punk, rock, rumba y tango. Y The Vientre recuerdan un montón a La Cabra Mecánica, de hecho, Lichis colabora en uno de los temas del disco. También la pamplonica Aurora Beltrán, que pone su voz en la oda dualista mujer-cocaína «clencha».
4. «Tras el último no va nadie», Los Enemigos
A Los Enemigos si los conoce un montón de gente, pero poca lo hace más allá de «desde el jergón» y «septiembre». Eso sí, la que lo hace coge un punto fan de auténtica veneración y entrega. Aún así he decidido incluir este disco en el artículo por que es el único que lleva descatalogado un montón de años y sirve de ejemplo de los criterios de mierda que suelen seguir las discográficas. Es el disco más alternativete del grupo, con canciones que beben mucho de grupos como Dinosaur Jr o Hüsker Du . Un disco muy de su época vamos. Tiene una especia de atmósfera asfixiante, un sonido ahogado, muy lo-fi, que lo convierte quizá en el disco más arriesgado que haya grabado el grupo. Además de tener algunas de las letras mas negras y siniestras de Josele Santiago (no hay perdón/ no hay aire/ no te excuses por vivir/ no importa…). Él dice que no recuerda nada del año que se grabó el disco (debió pincharse hasta en las venas de los pies), pero consiguió dejar registrado uno de los discos de rock español más inolvidables de los noventa.
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[…] Los Enemigos han sido durante casi veinte años una de las bandas más importantes del rock español, con altas dosis de humor salvaje y racional marcado por la personalidad de Josele Santiago, uno de los grandes personajes de nuestra escena. Aprovechamos para recordar “Cuatro joyas ocultas del rock español”. […]