Muchos me preguntan cómo me sigue gustando este grupo. Ahora que está tan de moda el rollo indie y se está dejando de lado el pop por tacharse de comercial, yo sigo siendo muy fiel a ellos. Frases como “comernos la vida, bebernos el miedo” o “me dejé la vergüenza olvidada en el fondo de un vaso en el último bar” me acompañaron siempre durante una época de mi vida, pero hubo algo que me hizo cambiar y los dejé de lado completamente, no me atrevía a escuchar ninguna de sus canciones. Aún así, cuando me dijeron si quería ir a verlos no dudé un instante. Mi respuesta fue un claro SI.
Ya lo dijeron ellos al principio: “yo de vosotros me iba quitando la ropa ya porque vais a acabar sudando”. Efectivamente, no le faltó razón. Un concierto de Despistaos es como un “striptease” lento, cuando te vas a dar cuenta tienes la mitad de la ropa quitada. Con la Sala B que no cabía ni un alfiler, a las 23:30 horas se subían al escenario Dani Marco y su banda o más conocidos como Despistaos. Nos embarcábamos en un viaje bastante movidito por su carrera musical y digo movidito porque pocas veces paró para descansar. Y nosotros pocas veces paramos de saltar. Preparados para el despegue en tres, dos, uno, YA!
Empezaron el concierto pisando fuerte con Tus fines de semana, Resucito, Ciego y viéndolas venir, Dibujando primaveras y Lo que hemos vivido. El público no podía estar más entregado. Una segunda parte algo más ñoña, como me gusta a mí, con canciones como Los días contados, Gracias, Cada dos minutos (una de las canciones más esperadas que fue acompañada de un gran ¡Ohhh!), Se me olvida olvidarte o Un beso y nada más. En esta parte del concierto la banda bromeaba con el público, ya que en esta última canción tuvieron algún que otro problema con la guitarra de Dani. Pero enseguida ellos se ponían a contar chistes y el público encantado de la vida. Dani quiso hacer una mención especial a aquellos novios que acompañan a sus novias casi obligados. Esta parte iba dedicada a ellos. No podemos olvidar tampoco otras canciones como Evohé, Soportales, Ruido, 137 horas, Casi siempre casi nada. Aprovecharon la ocasión para presentar dos de sus canciones nuevas Y tu más perra y Como antes que todavía no están incluidas en ningún disco ya que éste saldrá después de verano, según nos contó Dani.
Llegamos a la recta final de este viaje en el que, como he dicho al principio, hemos acabado con la mitad de la ropa fuera. Y mírame, Hoy (su nuevo single), Estrella, Desde que nos estamos dejando. Como no podía ser de otra manera, terminaron con Estoy aquí, uno de sus singles más famosos, por no decir el que más, de su álbum ¿Y a ti que te importa? de 2004. He de decir que eché de menos la canción de Cuando lloras, tanto que salí del concierto cantándola. Por algún motivo no la tocaron, ni esa ni la de Física o Química, aunque esa no la eché tanto de menos.
27 canciones en total, una detrás de otra, como unos auténticos “machotes”. Sin duda, no dejaron indiferente a nadie. No sé cuántas veces he tenido la oportunidad de verlos en concierto y siempre tengo la misma sensación, como si fueran una típica banda en sus comienzos rodeada de sus amigos y familiares. Y haciendo alusión a su canción Gracias, simplemente puedo decir: Gracias por escribirnos estas canciones, por arrancarnos los corazones, por ser así como sois.
Laura Pascual García
Fotografías de La Culturería
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