Estados Unidos a finales de los sesenta. En el epicentro de la sociedad de consumo, relucientes escaparates, urbes de impresionantes obras arquitectónicas, el poder del capitalismo sobre la naturaleza y el poder de los restaurantes fast food sobre el hombre. En medio de este clima, no muy diferente al actual, nace una nueva corriente artística encuadrada entre la fotografía y el pop art: El Hiperrealismo.
“El hiperrealismo surgió íntimamente relacionado con el arte pop de principios de la década de 1960 al recoger el gusto por los temas referentes a una sociedad de consumo y al incorporar en la obra un cierto tono de ironía. Su carácter definitorio vino dado por la traducción literal y fotográfica de la realidad”. Esta es la definición oficial de la corriente sacada de la Enciclopedia Salvat de Historia del Arte, y como todas las definiciones oficiales es tan concisa y superficial que solo nos sirve para situar el hiperrealismo entre las demás corrientes del siglo XX.
Si nos acercamos más a los cuadros hiperrealistas veremos temas tan cotidianos como edificios, escaparates, motocicletas, hamburguesas o latas de Coca Cola. Una representación radical de la realidad que busca plasmar aún más detalles que las fotografías, eliminar la pincelada para conseguir una imagen que roza lo inverosímil si pensamos que han sido pintadas con las manos humanas de pintores como Chuck Close, Richard Estes o Robert Cottingham.
Una obra de esta corriente es fácilmente reconocible, solo debe cumplir con estas tres características: acabado limpio y obsesiva meticulosidad en la representación de los detalles, la ausencia de las marcas de pincel y, por último, representación de motivos en plano detalle o a gran escala eliminando el entorno que los rodea. El proceso de creación de una obra hiperrealista lleva un enorme trabajo detrás que comienza con la toma fotográfica del motivo a representar,sigue con un boceto exacto de la obra y acaba en la plasmación manual de fotografía sobre el soporte elegido por el autor (que normalmente suele ser al óleo).
Al mirar una obra hiperrealista uno se da cuenta de la obsesión detallista de sus autores, el impresionante trabajo que hay detrás y la paciencia de sus autores. Quizá su hermano gemelo en otros ámbitos artísticos sea el realismo sucio de la literatura de Raymond Carver, Richard Ford, Charles Bukowski o Chuck Palahniuk. Obras de lenguaje preciso y cortante que crea ambientes tan evocadores como instantáneas.
Desde el 22 de marzo hasta el 09 de junio se puede visitar en el museo Thyssen de Madrid una exposición dedicada a estos fascinantes pintores que reúne 66 obras de los máximos exponentes de la corriente. Os dejo con una selección de obras hiperrealistas y sus autores por si quieren ampliar la información. ¡Disfruten!
Alyssa Monks
Gina Heyer
Nathan Walsh
Chuck Close
Robert Cottingham
Richard Estes
Alejando Monge
Margarita Yakovenko
5 Comments
me parece a mí que la definición que se da en el artículo es el de la otra gran corriente contemporánea: el fotorrealismo. es más, la obra aquí mostrada de Alyssa Monks es claramente fotorealista. el hiperrealismo no representa tanta espontaneidad, y, aunque, en la mayoría de las veces, le preceda una foto, a diferencia del fotorrealismo, intenta ocultarlo.
por eso la foto de Monks se ve que es fotorrealista. al igual que la de Nathan Walsh, porque parece la distancia focal es mucho más baja que la del ojo humano y la imagen se ve demasiado amplia a lo ancho.
yo que sé, hay algunas obras en las que se ve más clara la diferencia entre hiper y fotorrealismo que en otras, pero ni los críticos se aclaran.
Tienes razón cuando dices que la obra de Monks es fotorrealista pero no creo que el hiperrealismo intente ocultar que proceda de una fotografía, lo que ocultan son las pinceladas. No debemos olvidar que el fotrrealismo no es más que una variante del hiperrealismo y por tanto los límites entre una corriente tan general como esta se desdibujan a menudo cuando hablamos de otras «subcorrientes».
Con respecto a Walsh, él casi nunca basa sus obras en fotografías sino en bocetos realizados en el mismo lugar a pintar, por tanto no creo que sea fotorrealista. En su página web dice: «El dibujo me permite hacer decisiones pictóricas humanas, en lugar de confiar en el ojo mecánico de la cámara o el paquete de software».
Un saludo y gracias por comentar!
bueno, con aquello de «ocultar» me refería más bien a la espontaneidad que a la técnica, de hecho es (probablemente) la única diferencia que hay entre las dos corrientes y, por ello, muchas veces es tan difícil distinguirlos. y respecto a qué fue antes, el huevo o la gallina… hay opiniones distintas entre los esteticistas. yo, personalmente, pienso que ninguno viene del otro, ya que surgieron a base de lo mismo y en el mismo tiempo. también hay aquí una discusión terminológica entre los expertos que me da náuseas (a la obra de Denis Peterson me remito).
y respecto a Walsh, tampoco es que conociese mucho su obra, y me fío de tu palabra y la suya, sólo que me parecía este ejemplo concreto un tanto extraño debido a su anchura al igual que este http://2.bp.blogspot.com/-QQvIip-Lz00/UANyd5ogbgI/AAAAAAAANlY/kENY7wD60uQ/s1600/Screen+Shot+2012-07-15+at+9.40.31+PM.png date cuenta de que es demasiado amplio como para que lo pueda abarcar un ojo humano, a diferencia de sus demás obras que parecen tener unas formas más cuadradas, más apropiadas a lo que dices. pero bueno, el arte es así: es la palabra del artista y las discusiones al respecto son sólo una agradable forma de perder el tiempo… (que quiero que te lo tomes así, que me han dicho algunos que me he pasado con mi anterior comentario, cuando en realidad no iba con mala intención)
y de gracias nada, ya le tengo dicho a Merka que me encantan tus artículos y encantada de coincidir en este proyecto 🙂
El arte es tan subjetivo que podríamos pasarnos siglos discutiendo sobre conceptos que no considero que haya que acotar milimétricamente. Sí que creo que el fotorrealismo derivó del hiperrealismo pero tampoco es que sea lo importante en este caso. La cuestión es que la obsesiva idealización y detallismo es una de las cosas que ambas corrientes comparten. En el enlace que has puesto está claro que no parece captado por un ojo humano (normal, en todo caso). Da la apariencia de ser una fotografía hecha con un gran angular e incluso ojo de pez pero supongo que no es más que una construcción hecha a partir de bocetos de un mismo lugar desde diferentes posiciones, algo así como las caras de Picasso que no se sabe si están de frente o de lado…
Por lo demás, no te preocupes que yo no he sentido en ningún momento que te hayas pasado jajaja y siempre está bien discutir con alguien para no quedarte solo con tu propio punto de vista! No sé muy bien quién eres pero cuando vuelva a Murcia seguro que nos conoceremos.
Un saludo 🙂
Exelente eleccif3n, me gusto mucho por que es el tipo de teoxts que me gusta leer . esos que te dejan queriendo me1s y a su vez, dejan una puerta abierta a plantear otras ideas sobre el tema que no estan explicitadas en el texto, ideas que refutan o concuerdan con la idea del escritor. Definitivamente e9ste libro ire0 a mi lista de lecturas pendientes.Gracias por compartirlo!!! .