Me cago en Septiembre y en toda su estirpe. Quedé con él a finales de Julio para tomarnos un café, pero ya se me había olvidado. A mí se me había olvidado, pero a él se ve que no porque es 1 de Septiembre y me acaba de enviar un whatsapp:
“Nene, k soy Septiembre, k digo k si nos vemo en Socolá, k ya estará abierto.”
Total, que llevo desde que se acabó Julio pensando en este encuentro, y otra vez, OTRA VEZ, me ha pillado de sopetón sin nada nuevo que preguntarle. De camino allí me ha dado por pensar. He engordado este Agosto. Un poco. Bueno he engordado bastante. Es que entre viajes y fiestas de pueblo… tampoco creo que sea culpa mía. Mi colega Adrián en realidad me diría que dejase de llorar y que si he engordado ha sido porque soy un zampabollos y no puedo tener la puta boca cerrada. Mi colega Adrián no tiene pelo. No tiene pelo pero eso no le impidió convertirse en un tío guapísimo y sexy, ahí to fibrao. Cuando te ve te da la mano y una manzana y un calabacín al horno. Es buen zagal.
Llegué pronto a Socolá. Me gusta sentarme en la parte de fuera. No fumo, pero fumaba. Cuando fumaba todo molaba más, porque todo tenía como una especie de plus. La vida sin tabaco es como comer patatas sin limón. La playa está bien, pero fumar en la playa es lo mejor; Follar está bien, pero fumar después de follar es luego a luego mejor que follar; Socolá está bien, pero fumar en Socolá mientras juegas al “Primero de la clase” es mejor. ¿Qué coño estoy diciendo? Esta es la entrevista que le hice a Septiembre:
Cuéntanos, Septiembre, ¿cómo te definirías?
Bueno, todo depende. Mira, hay algunos que piensan que soy una putada, porque cuando llego tienen que volver a trabajar. Luego hay otros que suben estados a Facebook con cosas como “Septiembre ya está aquí y yo tengo el Facebook petado de notificaciones y el gmail lleno de solicitudes porque soy muy popular y el mundo no puede girar sin mí porque, OOOHH, soy como mucho más interesante que tú”. Yo sé que tú eres más como los primeros. Bueno no, porque no tienes trabajo tampoco, jajajaja.
*Carraspeo incomodamente*. Ya… esto… en esta ciudad eres un mes muy importante, ¿verdad?
Sí, bueno, yo represento un poco el fin del verano. Pero si te soy sincero, en Murcia parece que siempre estuviésemos en verano. Te quiero decir que las piscinicas siguen abiertas hasta que yo me acabo, y eso en el resto del mundo… como que no pasa. Ahora vienen las fiestas de Murcia, eso sí. Están muy bien, hay feria del vino, está el Lemon Pop… que por cierto viene un poco accidentado porque Agosto este año estaba un pelín cabreado y se cebó con los de Supersubmarina, pero bueno, se va a celebrar igualmente. Todo esto te lo digo para que lo sepas, que sé perfectamente que tienes que prepararte el TFG y que no vas a poder ir a nada ni disfrutar una mierda de la feria, jajajajaja. Todos los años igual, ¿eh? Jajajajaja, puto Ángel jajajaja.
Vale, mejor si respondes de forma menos personal. Te quería preguntar por la vuelta al trabajo.
En Murcia siempre hay mucho que hacer cuando llego. Todo ha estado cerrado, como Socolá, un mes de descanso que han tenido los bonicos. Cuando llego, me encuentro con muchas reaperturas a la vista. Hace poco me he enterado que Sala B estuvo a punto de cerrar por culpa de otros meses. Es lo que pasa cuando no estoy, que a la ciudad se le va todo de las manos. Creo que es el calor, que afecta a las cabezas de mala manera. O el limón. O el acento este que tenéis tan gracioso. El caso es que no estáis bien de la chota. Pero ya veis, ha sido llegar yo y ¡PUM! Sala B vuelve a abrir sus puertas. Yo soy de los que tienen éxito en la vida, que voy a por ello, ¿sabes cómo te digo o no?. Tú tranquilo, que ya llegarás a ser algo. O no. Jajajajajajajaja, es broma, es broma. O no. JJAJAJAJAA, es broma, en serio.
O no.
*Trago saliva, cinco veces o así* ¿cómo ves a los jóvenes murcianos?
Esta pregunta es complicada. En esta ciudad, lo normal es que yo me coma toda la frustración acumulada de muchos jóvenes. Te quiero decir con esto que no está bien. Llega Agosto y se relajan porque están de vacaciones y porque el ambiente es más distendido, y en cuanto aterrizo yo, vienen los madresmías y los virgenessantas y los mecagoenmismuertísimos porque, de nuevo, no tienen muy claro qué pueden o quieren hacer con sus vidas. Como si fuese mi culpa que seáis todos unos perdedores. Tú, por ejemplo, que siempre has sido un pringado pero nunca me has reprochado nada. Tú eres legal. Porque tú eres legal, ¿no?
¿Eh? Yo… ¿eh?
Que digo que si me echas la culpa de lo que te pasa. ¿Tú también eres de los que se ponen tristes cuando llego?
¿Có…cómo? Es que… es que no sé de qué hablas, me pierdo.
QUE SI CREES QUE ES CULPA MÍA QUE LLEGUE YO Y SIGAS ESTANCADO EN LA VIDA, COJONES.
Mira, la entrevista la hago yo. Esto está desvariando demasiado.
Pues también es verdad, ahora te voy a hacer yo una pregunta. ¿Has engordado mucho o me lo parece a mí?
Joder, Septiembre, todos los años la misma historia.
Es que estás mucho más gordo. Se te nota en la cara.
Es que han sido las fiestas de Las Torres de Cotillas y…
Y qué, y por eso te tienes que comer todo el «Ñam-Ñam» tú solo, ¿no? No me jodas. Mira que le dije a Agosto que te controlase. Ahora vas a tener que estar hasta que me vaya a base de ensalada, por tonto.
Bueno, pero tampoco hace falta que te alteres, yo…
No me calientes la cabeza. Me has decepcionado. Con todas las cosas buenas que te he dado y nunca las has tenido en cuenta. ¡¡¿¿TE GUSTABA ESTAR ASÍ??!!
La entrevista acabó ahí. Más que nada porque se me acabó la paciencia y, con todo el valor que tenía, le pegué un puñetazo en la boca a Septiembre y lo tiré de la silla. Empezó a llamarme de todo y se fue muy ofendido. Y yo le dije antes de irse que me comiese la polla, que esta vez no me iba a joder. Que ahora las hostias las daba yo. Que ya estaba harto de gilipolleces. Que te den, Septiembre.
Recogí la silla y llamé al camarero:
Disculpe, ¿me pone unas tortitas con nutella? Con mucha Nutella, porfa.
Sí, sí, claro… ¿puedo hacerte una pregunta? ¿Ese era Septiembre?
Sí, el puto Septiembre, ese mismo.
Ya… es una pena, quería pedirle un autógrafo.
¿En serio? No entiendo por qué, es un cabrón.
Ya… bueno, eso me da igual. Mi hija pequeña nació en Septiembre. Ahora mismo le traigo las tortitas.
Me quedé pensando mientras llegaba mis tortitas. ¿A qué se refería ese hombre? Por un momento, pensé en mis Septiembres pasados, pero intenté pensar en las cosas buenas. Hace dos años, fue Septiembre el mes de inflexión para salir de una crisis de ansiedad que llevaba persiguiéndome años. El año pasado, fue en el B-Side Festival donde se me escapó el “te quiero” más sincero que he dicho en mi vida. No sé, a lo mejor me había pasado con Septiembre este año. Tal vez se mereciese una disculpa. Pero en ese momento llegaron las mejores tortitas de Murcia, así que no pude evitar sacarles una foto para enviarsela a Septiembre con una dedicatoria:
Mira que podría haberle mandado una disculpa a Septiembre y haber cerrado esa puerta. Pero yo no soy así, de cerrar puertas, digo. No, eso sería hacerme un favor. Yo soy más de elegir mal y de abrir más puertas si cabe. Así que si quiere disculpas que venga él. Total, no lo necesito para ser feliz, tengo a Octubre, ¿no?
Viñeta dibujada por el jodido Ventura Sánchez
2 Comments
Enorme Ángel, estás como una puta cabra jajajajaja
Eres mu grande! 🙂 jajajajajaja puto Septiembre y putos kilos de verano me cagoentó 🙂