En ‘Refugio’, el nuevo EP de Carmesí, nombre artístico tras el que se encuentra la cantautora murciana Carmen Molina, habitan cuatro historias que conforman una vida. O cuatro pedazos de vida que construyen una historia. El orden de los factores no altera un producto en el que prima la emoción compartida, la honestidad desnuda, la brutalidad de la madrugada, la radiante luz de los primeros pasos, los renglones de tinta de la memoria, las guitarras rasgadas en busca de la inspiración cuando las luces inician su despedida, los fantasmas de ida y vuelta, el oleaje que transmiten los reflejos de un espejo propio y la meta, tan utópica como tangible, de la introspección como ruta hacia la recompensa.
Y todo ello, además, a través de cuatro canciones maravillosas en su estructura melódica, con una producción magnífica de Road Ramos, coherentes en su sentido narrativo, brillantes en su destreza para adherirse al tarareo continuo y, sobre todo, interpretadas con una sensibilidad que desarma desde la delicadeza, la verdad y la transparencia. La confirmación de un talento que, ya con su magnífico debut, ‘Deshielo’, se situaba en el lado entusiasta de la balanza emergente. Cada vez menos promesa, cada vez más (brillante) realidad. Hablamos con ella.
Hace dos años que publicaste tu primer disco, el fantástico ‘Deshielo’. ¿Cuáles son los principales cambios que encontramos entre la Carmesí de aquel debut y la que habita en las canciones de ‘Refugio’?
Los cambios más importantes están relacionados con el concepto de la evolución y de permitirme pegar un giro sin mirar atrás. ‘Deshielo’ fue algo primerizo y no tenía la referencia que tengo ahora sobre distintos aspectos como el proceso de creación o de generar un concepto general y homogéneo a nivel estético en los videoclips, aunque lo intenté en aquel momento con los recursos que tenía.
La gran diferencia es esa, la evolución que supone para mí enfrentarme a un segundo trabajo tras pasar por el primero. Siempre digo que soy una persona que intenta aprender bastante rápido y que se equivoca una vez, pero no dos, aunque me puede pasar, claro (risas). Todo lo que aprendí me ha permitido llevar todo con mucha más previsión, contar con un equipo más grande de gente o buscar un nuevo concepto de producción en base a lo que estoy escuchando ahora, que es muy diferente a lo que escuchaba cuando estaba trabajando en el primer disco.
No me gustaría hablar demasiado sobre la etapa pandémica, pero está claro que formas parte de esa generación de artistas cuyo nacimiento profesional coincidió con la crisis sanitaria de la COVID-19. ¿Cuál fue el mayor aprendizaje que sacaste de aquella etapa?
Recuerdo que en aquel momento hacíamos muchas entrevistas y me preguntaban si estaba siendo un momento productivo para mí en base a la composición y demás, pero lo cierto es que no lo fue. Decidí parar y echar un poco el freno porque mi vida suele ser bastante frenética, pero lo que sí hice fue aprovechar para formarme en redes sociales, producción, identidad visual, fotografía y en crear un branding para mi proyecto. Creo que el resultado de aquello está plasmado ahora en mis redes y en el cuidado que tengo con todos los detalles.
Volviendo a ‘Refugio’, nos encontramos ante cuatro canciones maravillosas que, cada una a su forma y modo, terminan conformando una especie de historia común de autodescubrimiento. ¿El proyecto nació ya con este espíritu conceptual o se fue dando de manera natural?
Bueno, me flipa escuchar que ‘Refugio’ es una historia de autodescubrimiento porque yo no había usado es palabra, pero sí que lo es. Admito que había una intención de hacer algo específico con estas canciones desde un primer momento, lo cual determina el transcurso de la creación, aunque eso no me influyó a la hora de componer, porque siempre voy a componer lo que me nazca y luego vendrá todo lo demás.
Lo que ocurrió es que, en un primer momento, compuse ‘Vaivén’ y esa historia de pareja de la que habla la canción fue evolucionando y cambiando hasta que se terminó, punto en el que nacieron los otros tres temas, los cuales, evidentemente, mantenían una línea cronológica. Y el espíritu conceptual del que hablas ha estado siempre presente porque yo pretendía contar en cuatro capítulos algo que me estaba pasando en ese momento.
Dentro de las numerosas ideas y reflexiones que encontramos en el EP hay una que me resulta especialmente interesante: la de saber estar en calma en soledad. Parece que esos instantes en los que uno se encuentra exclusivamente consigo mismo suelen estar relacionados siempre con imágenes de melancolía, pesadumbre o tristeza, así que ‘Refugio’ me parece una preciosa reivindicación de la soledad como espacio lleno de energías y sensaciones positivas. ¿Qué es lo que más te interesaba como compositora a la hora de profundizar sobre estos estos conceptos?
Esta pregunta me flipa porque lo que comentas fue el fruto último de ‘Refugio’: saber relacionarse con la soledad de manera sana y en paz, no tanto de manera positiva o negativa. En ese sentido, es todo lo contrario a ‘Deshielo’, porque en aquel disco la soledad era drama y destrucción, mientras que en este EP es algo necesario y buscado. Me di cuenta de esto después de muchos años de estar en relaciones de pareja. Fue un propósito y un reto personal el estar sola conmigo misma y gestionarlo de una forma sana.
Tenía claro que, si era capaz de conseguir esa sensación de soledad buscada y disfrutada y en el futuro tenía otra relación, porque soy una persona muy idealista y romántica con los temas del amor, no voy a engañar a nadie (risas), sería capaz de elegir a otra persona desde la honestidad y no desde la necesidad. Y las canciones de ‘Refugio’ son un viaje hacia ese lugar.
¿Cuál fue la canción que abrió esta nueva etapa profesional? Me refiero a ese tema que te hizo sentir que un nuevo camino creativo se estaba abriendo…
‘Vaivén’, sin ninguna duda. Fue la primera que hice. Las canciones del EP aparecen en el orden en el que se compusieron porque la historia me llevó a seguir ese camino y me apetecía que fuera así. También es una canción que me propuse producir desde mi casa, dentro de mis medios, recursos y conocimientos, y con la que empecé a investigar sobre nuevas sonoridades en base a temas que me molaban en aquel momento. Fue un proceso de experimentación que me hizo entender que lo nuevo no tenía mucho que ver con ‘Deshielo’ y debía tener otro concepto.
Hablemos entonces de ‘Vaivén’, una auténtica joya de pop melódico que juega constantemente con los detalles en las estrofas hasta estallar en un estribillo memorable. ¿Fue un tema que sufrió muchos cambios desde sus primeras versiones hasta alcanzar su forma final?
Es un tema muy especial para mí. Y voy a contar algo que no he dicho nunca abiertamente en una entrevista. ‘Vaivén’ la empecé a componer en pandemia, momento en el que convivía con la persona de la que habla la canción. Aquella etapa les pasó factura a muchas parejas y quizá en este caso también fue así. Si escuchas el tema y prestas atención al estribillo te das cuenta de que habla de dos personas que son muy diferentes, de libertad y de control, y esa era la idea mientras la escribía, pero me costaba sacarla porque en el fondo eran tales las dudas e inseguridades que tenía respecto a esta relación de la que te hablo que no era cien por cien transparente en lo que estaba componiendo.
Creo que estaba transmitiendo un mensaje de esperanza y proyección de futuro que no era lo que sentía, pero también me di cuenta de que era muy jodido escribir una canción sobre las dudas acerca de tu relación cuando estás con esa persona. Así que fue un tema que evolucionó y terminó de coger forma cuando ya no estaba con esa persona, lo que hizo que pudiera expresarme más abiertamente. ‘Vaivén’ dio muchas vueltas desde que la empecé hasta que la cerré.
A continuación, llega ‘Perdona’, una debilidad personal. Me gusta todo en esta canción, pero me resulta especialmente emocionante la manera en la que cuentas cantando y viceversa. ¿De qué manera te enfrentas como vocalista a la hora de interpretar una letra tan demoledora?
Como mis letras suelen ser así, siempre intento revivir la emoción que tenía en el momento en el que las escribí, lo cual es una putada muchas veces (risas). Para mí, ‘Perdona’ es una mezcla entre despedida, cariño, ternura y buenos deseos para la otra persona.
Voy a contarte otra anécdota que no había contado antes. Yo soy una persona que tiende mucho a la duda y, cuando grabamos estos temas el verano pasado, todavía estaba muy reciente la historia de la que hablan las canciones, así que yo andaba un pasando un momento de bajoncillo y cierta melancolía. Ya sabes, echas de menos a la persona a la que has dejado y puede incluso entrarte la duda de si lo has hecho bien o no.
Recuerdo que estaba en Segovia con Rocío (Road Ramos) trabajando en los temas y tuvimos uno de estos momentos nocturnos a las tantas en el que nos contamos nuestros dramas. Y uno de ellos era el que te acabo de decir. Así que, claro, estar en esa situación y tener que grabar ‘Perdona’ fue una putada porque era como estar todo el tiempo removiendo el barro. Menos mal que luego nos poníamos con canciones como ‘Satélite’ y me decía a mí misma que lo había hecho bien (risas).
Precisamente ‘Satélite’ es un tema que irradia una luz contagiosa y que supone algo similar al clímax emocional del EP en el sentido de que es la pieza donde estableces un diálogo contigo misma para recordarte el aprendizaje que has sacado de toda la experiencia vivida en ‘Vaivén’ y ‘Perdón’. ¿Hasta qué punto entiendes las canciones como un ejercicio confesional? Me cuesta mucho imaginarte escribiendo sobre temas ajenos a tus propias experiencias, aunque estoy seguro de que el resultado sería magnífico.
Es exactamente lo que comentas. Entiendo las canciones como un ejercicio confesional al cien por cien. Para mí, son un medio de expresión y manifestación. A día de hoy, por ejemplo, me pasa que, cuando noto que pierdo mi eje y equilibrio, tengo el estribillo de ‘Satélite’ como una especie de mantra que me recuerda que voy a estar ahí si lo demás falla o no sale bien. Y respecto a lo que comentas de escribir sobre experiencias ajenas, tienes razón, me cuesta. De hecho, hace poco he intentado escribir un tema inspirado en una serie y he terminado trasladándolo a mis propias vivencias.
El punto final lo protagoniza ‘Infancia’, delicioso caramelo pop con el que presentaste el EP. ¿Tuviste claro desde el principio que sería el primer single de ‘Refugio’?
La verdad es que no. De hecho, mi plan estaba muy claro: los temas iban a salir en el orden en el que se compusieron y de la historia, como si fuera un cuento. Lo que pasa es que, cuando Son Buenos decidió incluirme en su familia, Claudia Orellana me comentó que ‘Infancia’ le parecía un pelotazo, que era un tema con mucha fuerza como para dejarlo el último y que tenía que inaugurar esta nueva etapa.
Y yo, aunque soy una persona muy organizada y me cuesta gestionar el cambio (risas), confié en su criterio y entendí que el hecho de trabajar en equipo con profesionales de tanta experiencia suponía también delegar este tipo de decisiones. Entendí que tenía sentido hacerlo así y lo cierto es que ‘Infancia’ es de las canciones que mejor han funcionado y la que gente más canta en los conciertos.
Por último, ¿en qué aspectos estás haciendo mayor hincapié a la hora de llevar estas canciones al directo? ¿Hay fechas más o menos previstas de cara a iniciar la gira de presentación?
Venimos ensayando muchísimos meses para hacer un concierto redondo. Soy muy perfeccionista y meticulosa. Para mí el directo tiene que ser algo fresco, natural, fiel a las canciones y hasta bailable. En ese sentido, hay muchos temas en los que suelto la guitarra y estoy en toda mi salsa, algo que no podía hacer antes cuando iba sin banda. Lo que más me importa de los conciertos es que llegue este nuevo ambiente a la gente y que sea un espectáculo que pueda encajar tanto en sala como en festivales.
Respecto a las fechas, estaremos el sábado 1 de octubre en el Lemon Pop y el domingo 2 en la Playa Honda a las 13:00 horas. Tenemos también dos cosas por ahí que todavía no se han hecho públicas, pero te diré que una de ellas está relacionada con la Plaza de Toros de Murcia, donde estarán también otros artistas, y un concierto en acústico, que hace cerca de un año que no toco en ese formato. Así que vamos a tope con ‘Refugio’. Queremos que la gente lo escuche y se extienda este nuevo concepto que, aunque tiene poco que ver con lo que hacía antes, mantiene la misma esencia y eso es lo que mola.
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