Carmesí se dio a conocer el año pasado cuando consiguió hacerse un hueco en la final del CreaMurcia Canción de Autor, certamen en el que se proclamó ganadora solo un año después con una propuesta llena de delicadeza e íntima. Desde entonces han llegado muchos conciertos, kilómetros e incluso premios. Ahora, por fin, ha llegado el momento de escuchar «Deshielo», su primer disco, que estará presentando junto a su banda este sábado 25 de enero en el Auditorio Víctor Villegas.
“Agua” es el primer adelanto de “Deshielo” ¿supone un nuevo punto de partida para Carmesí?
Podría decirse que sí, aunque conlleva un camino de andar despacio y firme en cada paso. «Agua» supone la apertura a un nuevo mundo de sonoridades y arreglos, una producción hecha con mucho cariño para iniciar mi primer disco con banda.
¿Cuándo podremos escuchar “Deshielo”?
Estará muy pronto en plataformas como Spotify, y a la venta en físico desde el concierto de presentación.
Nos has comentado que será un disco conceptual, tanto por el continente como por el contenido, ¿qué nos puedes contar sobre ello?
Lo cierto es que me apetecía hilar muy fino en este primer disco y, con la ayuda de grandes profesionales como ha sido Pepe Ludeña en cuanto al contenido, lo he conseguido. Se trata de una producción que intenta mantener una esencia en todos los temas, la esencia de mi música en la guitarra acústica, el formato en el que más me he movido hasta ahora. En todos los temas hay células y motivos repetidos, las canciones avanzan en cuanto a su temática desde el más crudo invierno hasta temas más cálidos, siguiendo esa idea firme de deshielo.
En cuanto al continente, el sentido conceptual visible del disco, ha sido posible gracias al increíble trabajo de los chicos de F33, quienes vieron una idea clara y no dudaron en embarcarse en este proyecto. Esto fue así porque me apetecía salirme del packaging tradicional de los discos, algo que poco a poco se va perdiendo porque consumimos mucha música en formato digital Así, estudiando y trabajando las ideas de frío, agua, deshielo, invierno, nace un formato físico que se convierte en un objeto de corcho blanco que podría formar parte de cualquier congelador, a priori.
En la grabación del disco te han acompañado Alejandro Abellán (guitarra eléctrica y acústica), Alberto López (bajo, fliscorno y trompeta), Michel Ros (batería), Leandro Martínez-Romero (teclados), Darío Martínez (saxofón), Juan José Robles (bouzouki irlandés) y Carlos Rodríguez (coros), ¿cómo ha sido grabar junto a ellos? ¿Por qué los has elegido?
Pienso en ellos y lo único que puedo pronunciar es agradecimiento. Además, tengo la suerte de poder decir que, en parte, fueron ellos quienes me eligieron a mí. Estábamos embarcados en otros proyectos y fueron ellos quienes me animaron a grabar mi música con banda, ya que les hacía mucha ilusión formar parte de ella. Es por eso por lo que puedo decir que antes de mis músicos han sido amigos muy cercanos que me han guiado por este camino en muchas ocasiones.
Y, lo mejor, es que además de amigos, son músicos muy profesionales, con muy buen gusto, que se han implicado muchísimo en el proyecto y en cada uno de los arreglos que ellos mismos proponían para el disco. Ha sido un proceso mágico que no habría tenido la misma consistencia de no ser por contar con este pedazo de equipo.
¿Y también te acompañarás de banda en directo? ¿Serán los mismos?
Efectivamente, presentaremos el disco todos juntos, salvo el teclista que en este caso será Peps González, y el bajo estará en manos de Francesco Severino, músicos que tocan a un nivel increíble y de los que estoy muy orgullosa.
Este año has ganado el CreaMurcia Canción de Autor, ¿cómo fue la experiencia?
Perseguía el CreaMurcia desde el año pasado, por lo que conseguirlo ha sido aún más especial si cabe. La verdad es que es muy significativo que tu propia ciudad te reconozca en estos términos, apoyando este proyecto de una manera que he sentido desde hace mucho tiempo. El CreaMurcia ha sido un paso más, pero un paso muy grande por la repercusión que conlleva en Murcia y la cantidad de referentes musicales que han pasado por él.
También has participado en certámenes fuera de Murcia, ganando el Certamen Internacional de Cantautores de Burgos o siendo segunda en el Concurso Nacional de Cantautores de Elche (y ganando el premio del público), ¿cómo ha sido presentar tu música allí donde no te conocen y, además ser premiada por ello?
Ha sido un proceso muy sincero conmigo misma y con esas ciudades, tanto Burgos como Elche han sabido leerme y conectar con mi música a un nivel que no me esperaba. En el caso de Burgos, el listón estaba muy alto y además participábamos con tan sólo una canción, en mi caso ‘Fría sentencia’, y ganarlo supuso para mí un gran éxito a nivel personal, debido al ámbito internacional que abarcaba el concierto y, además, una experiencia inolvidable donde aprendí mucho de los otros cinco colegas de profesión. En Elche he de decir que lo más especial fue recibir el premio del público, sentir que la mayoría de personas que estaban en el Gran Teatro de Elche habían conectado con mis canciones.
También has sido reconocida en tu ciudad, Molina de Segura, donde ganaste Concurso Crearte, ¿es aún más especial cuando a una la premian en casa?
Claro, recibir ese premio en la ciudad donde he crecido fue muy especial. Siempre he pensado que este camino debía empezar en casa e ir extendiéndose hacia otros lugares, pero siempre partiendo del apoyo de tu ciudad.
En una entrevista decías que eras Carmen cuando querías ser realista y Carmesí cuando querías volar, ¿has volado mucho todo estos meses?
Es cierto, de hecho a veces me llaman Carmesí fuera de contexto y me descoloca, o viceversa. Le doy mucha importancia al nombre artístico porque, en parte, me disfraza de algo que me gusta mostrar al mundo. Me disfraza de una versión de mí que puede hablar con sinceridad de mi interior.
La verdad es que echo la vista unos años atrás y sí, considero que he volado mucho y he podido mostrar a mucha gente lo que hago y lo que me llena. Ojalá seguir volando más y más alto, siempre dando pasos firmes y siendo consciente de lo complejo que es.
¿Cómo vives subirte a un escenario y mostrar lo más íntimo de ti en tus canciones a gente que a lo mejor no conoce ni tu nombre?
Pues ha sido toda una evolución. En los primeros conciertos me daba pánico (sí, pánico) cantar mis canciones o, lo que es lo mismo, contar mi historio de una manera tan íntima. Ahora es diferente, ahora lo disfruto y me encanta pensar que hay personas entre el público que pueden sentirse identificadas y conectar con lo que yo digo, emocionarse. Eso es tan mágico que merece la pena mostrarse de forma tan desnuda.
¿Crees que mostrar tus canciones te ha ayudado, de alguna forma, a lidiar con tus sentimientos?
Sí, sobre todo al principio. Parece un tópico, pero es cierto que yo empecé a escribir canciones como una especie de terapia personal, sin el propósito claro de tocarlas en público o conseguir una posición reconocida en el mundo de la música. Se trataba simplemente de sacar fuera algo que tenía muy dentro. Por eso, empezar a tocarlo delante de gente y ver lo poderoso que era, me ayudó a lidiar con todo ello y a verlo desde otro punto de vista, sentir que merecía la pena haber pasado por todo ello si así podía llegar a otras personas.
Has estudiado Educación Primaria y guitarra clásica, ¿cómo ves el trato a la música en la educación? ¿Cómo te gustaría que fuera en realidad?
Me encanta esta pregunta, creo que es más que necesaria. En el ámbito de la Educación Primaria, donde me muevo ahora, estoy siendo consciente del verdadero lugar que tiene la Música en la pirámide educativa, y es un lugar muy muy pequeño. En la mayoría de casos, la Música se considera como una asignatura de paso, fácil, rápida, entretenida y, lo cierto es que para personas que hemos dedicado toda nuestra vida a su estudio y práctica, es bastante doloroso. Sin embargo, eso te da un rayito de esperanza, y es poner todo tu esfuerzo y motivación en colocar esta área en un sitio mejor, darle la importancia suficiente como para que todo tu entorno lo perciba y empiece a dársela también. Creo que ese es el verdadero trabajo que hay que hacer en los colegios.
¿Hasta qué punto ves fundamental la música en nuestro desarrollo como personas?
Hasta el punto en el que dudo que haya un sólo día en el que no escuchemos algo de música, sea de forma directa o indirecta. Amo el arte en todas sus formas pero, intentando de decir esto de forma objetiva, creo que la música es el arte con más capacidad de transmisión de emociones, recuerdos y sentimientos. Eso es lo fundamental de la música. Es una vía de expresión que nos permite contarle al mundo ciertas cosas que no podríamos explicar con palabras, aunque también suene a tópico.
Por ejemplo, yo concibo mis canciones como pequeños frascos con una emoción diferente en cada uno de ellos. Así, cuando las canto, abro ese frasco cuyo perfume me traslada de forma directa a la emoción que sentí en el momento en del que hablo en la canción. Y el público puede olerlo y sentirlo también. Así que sí, hasta ese punto creo que es un elemento fundamental con el que tenemos la suerte de contar.
¿Qué artistas han marcado tu forma de ver y entender la música?
Muchos y de diferentes estilos, pero si tengo que hablar de uno de ellos, siempre me gusta mencionar a Andrés Suárez. Antes de él, he de decir que yo hacía versiones en inglés y con eso me era suficiente. Sin embargo, mi gran amigo Carlos me pasó un vídeo de Andrés Suárez que cambió por completo mi forma de concebir la música en cuanto a composición. Entendí que si quería llegar a la gente que tenía alrededor y hacer algo único, tenía que contar mi historia y tenía que hacerlo en castellano. Es un compositor cuyas letras te llegan tanto porque son tan reales, que fue quien me hizo, junto con Carlos, replantearme lo que estaba haciendo y sentarme frente a un folio en blanco con un lápiz en la mano.
Si tuvieras que elegir 3 canciones que todo el mundo debería escuchar, ¿cuáles serían?
Siguiendo el hilo de la pregunta anterior, esas canciones deberían ser «Vuelve» de Andrés Suárez, «Indigo Night» de Tamino y «El Miguel y l’Olga tornen» de Manel. Son canciones que me han marcado y que tienen algo especial que te llega, ojalá las escuchéis.
¿Qué sueños te gustaría cumplir en el mundo de la música?
La verdad es que me gusta pensar la música en un futuro a medio plazo, porque pensar en el largo me abruma todavía. En esta nueva etapa que abre «Deshielo», me encantaría rodar con los músicos que forman mi banda por la Región y fuera de ella, seguir ampliando el círculo de personas que tengo la suerte de conocer, profesionales de la música, y que mis canciones lleguen a todas las personas que empaticen con mi música. Pasico a pasico.
¿Tienes más fechas para la presentación en directo del disco?
Sí, poco después del concierto en el Auditorio Víctor Villegas. El 28 de febrero en el Teatro Villa de Molina. La verdad es que son dos conciertos que me hacen mucha ilusión porque son las dos ciudades que más me han apoyado en estos últimos años. Siempre he sentido que reconocían lo que hago y que lo tenían en gran estima, así que esta es mi manera de devolverle todo lo que han hecho por mí. Estáis todos invitados.
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