Aníbal Gómez es un actor y músico manchego conocido por haber sido parte de programas como Muchachada Nui o participar en series como Ella es tu padre. Pero si algo le ha hecho saltar a la fama es dar vida junto a Carlos Areces a Ojete Calor, dúo que se ha convertido en los reyes del subnopop en nuestro país.
Una de sus facetas más divertidas es la de dj y el próximo 23 de junio podrás comprobarlo en el Welcome Summer Mar Menor que celebrará su 2ª edición en Discoteca Trips con Lori Meyers, Zahara, Ángel Stanich, L.A., Morgan, GLAS…. Presenciar una de sus sesiones es asistir a una sesión non stop de éxitos atemporales y mezclas que te dejarán con el culo torcido. Una selección que te hará viajar por los estilos más inesperados. Hemos hablado con él para conocerlo un poco mejor.
Hace unos días estuviste en el Subno Fest, un evento que surgió como una broma pero acabó siendo una realidad y convirtiéndose en todo un éxito. ¿Qué aporta esta música que está triunfando tanto estos últimos años?
Hay muchas cosas que surgen como broma y se hacen realidad, como por ejemplo un disco de Ed Sheeran. Querían proyectar la carrera de alguien muy de tensión baja, y en la votación de la discográfica ganó él, derrotando a la otra finalista, una bolsa de gusanitos sin sal. La música relacionada con el Subno Fest, por el contrario, es muy salada y muy gamberra y siempre propone algo fresco y poco pretencioso, cosa de agradecer. Y debido a la internet se convierte en éxito porque son canciones carne de redes sociales y de vídeos que le pasas a tus amigas con el texto “con esto te partes”.
La vuelta de Ojete Calor ha sido toda una revolución, ¿cómo has vivido la vuelta a los escenarios, el nuevo disco, la legión de fans que agotan las entradas allá donde vais…?
Como representante de Carlos Ojete y Aníbal Calor te puedo decir que les ha hecho ilusión pero no demasiada. Ellos querían llenar el Calderón. Y ha sido imposible porque lo han cerrado por traspaso.
¿Te has encontrado con gente entre el público que nunca habrías imaginado allí?
Ojete Calor se encargan de que eso sea así. Son ellos los que se ponen en contacto con la gente a la que no le pega que le guste el subnopop.
Ahora estás potenciando tu faceta como dj, ¿qué es lo que más te gusta a la hora de pinchar?
Me gustan los retos. En plan “¿cuál sería la canción menos indicada para empezar la sesión de hoy?” Y empiezo con la canción de “Titanic” de Celine Dion. Y la gente lo da todo y la cantan como locos. Y para la siguiente ocasión prometo esforzarme más.
También estás trabajando en lo nuevo de Ruido Paraiso, tu proyecto personal, ¿cuándo podremos escucharlo y qué podemos esperar de él?
Lo acabé la semana pasada. Se ha grabado en los estudios Álamo Shock y ha sido producido por Guille Mostaza. Podréis escucharlo dentro de pocos meses, y la idea será lanzar unos cuantos singles hasta que salga el disco a la venta. En el álbum podréis encontrar un featuring de lujo, varias canciones bailables de pop nostálgico, mucho drama sentimental y hasta una saeta siniestra con acabados kraftwerianos. Será un disco muy catártico, para llorarlo con felicidad.
¿Cuesta convencer a una discográfica para sacar adelante proyectos tan distintos?
A mí es que se me da muy mal insistir. Creo que para que alguien te lance un disco tiene que apasionarle lo que haces. Es como insistirle a una persona para que se enamore de ti. Así no funciona la cosa. Lo suyo es que les guste el resultado de lo que haces y no influyan tus otros proyectos, ni para bien ni para mal. Es un poco como la batalla que tienen muchas actrices y actores para conseguir que se les de oportunidad de hacer comedias y dramas por igual.
La televisión y el cine también son parte de tu vida, ¿algún proyecto nuevo por delante?
Sí. Hay un par de cosas de televisión que te las podré contar dentro de poco. Lo sé, es una respuesta de mierda.
Con tu colaboración en la radio eres bastante cercano a esta nueva generación de Youtube, ¿qué te parecen? ¿crees que están justificadas tantas críticas que reciben o es fruto del desconocimiento del talento que en realidad potencia esta red social?
Con la nueva generación de Youtube puedo emitir un juicio positivo o negativo dependiendo de cómo me pille el día y de lo que vea. Es una revolución fascinante, pero no deja poso, no deja huella, no cala. Nunca habíamos vivido nada igual, eso nadie lo puede discutir. Pero al final yo creo que hay mucha cháchara y poca sustancia. Triunfa la gente dicharachera. Es una extensión de Gran Hermano. Nos acostumbramos a escuchar a la gente en sus vídeos día tras día y en poco tiempo comienzan a resultarnos muy familiares porque tienen chispa. Y les decimos lo mucho que molan. Y ya. Casi todo el recorrido es ese. Hay pocos que quieran llegar un poco más allá y enseñarnos cómo son en otras disciplinas artísticas y mostrar su talento, y ahí es cuando les aplaudo, ahí es cuando me reconcilio con ellos. Ahí es cuando la vejez se da la mano con la juventud.
¿Qué está pasando con el humor en nuestro país? Vive uno de sus mejores momentos y, al mismo tiempo, está siendo más atacado y coartado que nunca.
España siempre ha sido un país muy descarado y muy de humor negro. Quizás por sus tan frecuentes tiempos difíciles. Nuestra sociedad tiene un punto muy ácido de maldad y por eso siempre nos ha gustado la guasa que molesta, que hiere, la comedia que dice precisamente las cosas que no se pueden decir. El problema ha venido con la exposición masiva que puede tener cada una de nuestras palabras o comentarios por culpa de las nuevas tecnologías. Y ya lo que lo termina de rematar es la corrección, esa gran enemiga de la inteligencia y tan aliada de la ignorancia. Y la ofensa. En los años 80 podías contar un chiste sobre cualquier cosa y eso no te convertía necesariamente en homófobo-antimonárquico-fascista-racista-machista-misógino… Que yo me sienta ofendido por un chiste no debería ser causa de retirada del mismo. Eso que parece una obviedad es fundamental tenerlo en cuenta. En todo siempre hay un contexto. Y en el buen humor siempre ha habido ironía y si al finalizar el chiste nos justificamos, ya no hay chiste. Si seguimos obviando eso, al final hablaremos todos en un idioma neutro e insípido, como si fuéramos un contestador automático (pido perdón por este chiste a las personas que graban los contestadores automáticos, ya que son unos profesionales y merecen todo el respeto del mundo)
¿Qué película te hubiera gustado protagonizar?
Aliens.
¿Qué festival te gustaría encabezar con Ojete Calor? ¿Imaginas aparecer por sorpresa en el Glastonbury o Coachella?
Ojete Calor debería encabezar siempre cualquier evento que se preciara, bien fuere el FIB o el festival de música regional murciana.
¿Y cuál sería para ti el cartel de un festival perfecto? ¿Eres más de Ella Baila Sola o de U2?
Lo perfecto sería un cruce, un “Ella Baila Solo a U2”, con unas visuales en las que apareciera una chica con el “Zooropa” en la mano, bailando como una posesa todo el rato a U2. Y lo de mi cartel favorito, ¿se vale decir grupos que ya no existan? Pues este sería mi programa ideal para un festival: The Klf, Mecano, Nirvana, Depeche Mode, Michael Jackson, Björk, The Cure, Daft Punk e Imagine Dragons. Este último lo he puesto para poder ir a la barra a pedir.
¿Actuar en La Manga del Mar Menor es un sueño hecho realidad?
Por supuesto. Yo La Manga la tengo mitificada porque de pequeño veía como los mayores viajaban ahí a embarrarse el cuerpo y en algunas ocasiones traían incluso barro en una botella, cosa que me parecía fascinante. Siempre hablaban de lo curativo que era esa barro pero ese año se resfriaban como siempre y las artrosis seguían galopando a sus anchas. Yo he ido varias veces y me ha gustado muchísimo ese agua que no cubre, esa sensación de que te estás dando un baño cuando en realidad estás andando una media maratón. Por todo esto y por más estoy deseando que llegue el día 23 de junio. Creo que el enclave para un festival es idóneo y que todos los artistas se concentren en un solo día es lo mejor.
¿Qué es para ti lo mejor y lo peor de Internet y las redes sociales?
Lo peor es la cantidad de opiniones que hay sobre absolutamente todo. Leemos a toda prisa, no hay tiempo de contrastar, de comprobar. De todo lo que vemos algo retenemos, sea verdad o mentira, y esto es muy peligroso. Las redes nos muestran su lado fascinante de vouyerismo desmedido, y claro nos enganchan a base de bien. Y nos esclavizan, claro. Pero luego están Flos Mariae para compensar todo lo malo.
Siempre nos cuentan que los artistas son un poco especiales a la hora de pedir el catering para los camerinos, ¿qué no puede faltar en un camerino donde estés tú?
Soy de salir de mi casa cenado y luego no pico entre horas. Pero me gusta que haya Coronita y también la típica cerveza que se consuma en la ciudad a donde vaya. Así me integro mejor con el vulgo. Pero creo que voy a empezar a pedir cosas más sofisticadas, como agua embotellada a 5.000 metros de altitud, sorbete de caviar o risketos.
Foto: Ana Peraile
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