Dice que su primer directo fue en un partido del Real Murcia en la Vieja Condomina, dice que cuando viene a Murcia le encanta empezar el día en el bar Princesa y acabarlo en el Contracorriente, dice que es uno de esos periodistas que ha acabado siendo escritor por accidente.
La vida a veces es sólo una fotografía, una noticia inesperada, un viaje en autobús… La vida a veces se resume en un segundo, o en cuarenta y cinco minutos, o en una palabra, en un color. La vida a veces es lo que sucede de puertas adentro. La vida a veces es muy poco, pero tan intensa… Así es como nos presenta el nuevo y primer libro el periodista murciano Carlos del Amor: La vida a veces. Veinticinco historias, veinticinco relatos que pueden cambiar detalles o una vida entera. Son historias que día a día se ha ido encontrando en el telediario, en la calle, en un aeropuerto, en las hojas de un periódico… La vida a veces es un libro que cuenta historias reales nacidas de hechos reales, historias que no tienen hueco en ningún medio de comunicación y que sin embargo han sido rescatadas por estas páginas porque como dice Carlos: “La vida a veces es la búsqueda de historias”. El trato con la soledad, una frase de cine, besos que se reencuentran después de tanto tiempo, una carta que buscó su buzón durante 53 años… 25 historias más una en la que Carlos anima al lector al final del libro a escribir aquella que nunca se debe olvidar.
Responsable del área de Cultura de los Servicios Informativos de RTVE, Carlos construye en apenas un minuto y medio un mundo que te lleva a descubrir la historia de un cuadro, de una película, de un libro o simplemente, de una vida. Como dijo ayer en la presentación en el Paraninfo de la Merced una asistente, durante el telediario escuchamos palabras como paro, muerte, destrucción, guerra, política, crisis…, y ya, al final, se oye la voz de Carlos, una voz en off que te relaja mientras suceden una serie de imágenes en la pantalla.
Hace un año que empezó a escribir este libro y no se atrevió con una novela, decidió abordar un formato donde se sentía muy cómodo, los relatos. Ante la dificultad de coger una hoja en blanco y derramar las palabras adecuadas, Carlos nos cuenta que escribió tal y como se proyectaba la historia en su cabeza tras darle al Play. Este libro muestra una perspectiva diferente de ver la realidad. Totalmente recomendable.
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