“Hey kids, this is the story of how your mother died of perfection.”
How I met your mother revisited.
Busca a una chica que tenga subrayadas en más de dos colores las páginas de Franny and Zooey, que lea en estaciones de metro pero se maree en autobuses de dos plantas. Busca a una chica que vaya a la filmoteca los viernes por la noche a ver películas de países que contienen la letra “k” después de la “z”. Busca a una chica que se ate el último botón del cuello de la camisa pero que nunca lleve guantes. Busca a una chica que escriba un diario que nunca haya enseñado a nadie. Que su habitación sea un templo. Un armario que te lleve a Indie Narnia donde los unicornios bailan a ritmo de Belle and Sebastian. Busca a una chica con los dientes un poco grandes y que cierre los ojos cuando sonría. Su color de uñas es Apple mint. Busca a una chica que haya estudiado humanidades y se fotografíe los pies. Busca a una chica que vea las serie de la HBO y sea alérgica a los cacahuetes. Busca a una chica que duerma con las pestañas hacia arriba y puedas definir sólo con los trascendentales: Verdad, Bondad y Belleza. Con corte de pelo a lo Alexa Chung y el ingenio de Zoe Kazan. Busca a una chica que siempre se olvide las llaves en casa pero nunca de tu cumpleaños.
Atrapa a esa chica y dile que ella es lo mejor que te ha pasado en tu vida. Métele mano mientras le hablas de lo mala que será la nueva saga de Star Wars. Llévala de picnic y cuéntale tus traumas infantiles entre sándwich y sándwich. –“Estar sin ti es sentir la misma angustia que al final de una peli de Lars Von Trier”- Deja escapar a esa chica, ella no te va a salvar porque está igual de jodida que tú. Y que os guste la misma mierda no ayuda nada. Créeme, esas chicas sólo se dejan querer de lejos. La perfección que tú buscas siempre será un concepto superior a cualquier chica de tu pueblo. Y la culpa de todo la tiene el combo asesino Fedón de Platón + Ted Mosby. Los chicos especiales buscan chicas especiales, pero lo cierto es que todos nos mordemos las uñas y casi ninguno hemos leído a Proust. Te han hecho creer que en algún lugar del mundo hay una persona hecha a tu medida, con tus mismas rarezas, y que su rasgo característico sea su afición a los polos de limón y el mayor récord de visionado de vídeos de mapaches en YouTube no la hace una persona. El cliché también está más allá del mundo sensible.
El crítico de cine Nathan Rabin hizo una recopilación de personajes ficticios femeninos desde Annie Hall hasta Zooey Deschanel en todas sus facetas. Chicas raritas preparadas para el rescate de tímidos nerds que leyeron de una manera obsesiva a Nietzsche en su adolescencia y no saben vivir bien, y las bautizó con el nombre de Maniac Pixie Dream Girls, después llegaron las confesiones. Esto realmente es un remake de la teoría de las Ideas versión moderneo. Eso quiere decir, atendiendo a la segunda navegación de Platón, que la chica del flequillo del autobús de la línea 39 que ves todas las mañanas participa de la Idea de flequillo. Pero la Idea de flequillo siempre será superior en todos los sentidos al flequillo de tu obsesión. Flequillos rectos, cortados a la altura precisa, a ras de las cejas, dejando ver el trozo justo de frente y permitiendo una plena visión. Flequillos que ningún peluquero de Marco Aldany ha conseguido jamás. Perfectos pero imposibles de alcanzar en el mundo real.
Muerte a los flequillos. Bang the bangs.
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[…] Martínez, compañera de C´mon, escribió uno de los mejores artículos que he podido leer en el blog. En este, Irene contaba que los flequillos no son personas, yo digo que los flequillos son la […]