El sábado había cita en Murcia con la banda del crimen, con uno de los grupos más irreverentes del Estado españooooorl, con los Riot Propaganda, y allí no podían faltar Vida Pemoy y sus ganas de hacer el marrano, de liar y de armar todo el ruido posible para que este atolladero de música, sudor y protesta resultase un éxito.
Antes de nada, quiero hacer mención especial ya que escribo yo la crónica hostias, y pongo lo que me salga de los huevos al entrante que traía la banda, al muy infravalorado Jerry Coke, uno de los mejores raperos del panorama, y no es opinión, esto es un hecho, escuchadle y me contáis. Destacaría de entre sus rapeos Retales de cerveza y sol junto con Toni, uno de sus temazos Bomba de relojería, con el que puso el broche, y un inédito que me erizo, No me des besos mami, dame bromuro nos dijo que se titulaba. El concierto no duró más de media hora, y eso a mí me mosqueo enormemente, porque me quede con ganas de mucho más. Pero supongo que el tiempo apremiaba y era la hora del plato fuerte.
Tras esto, hicimos reunión en el soviet de Vida Pemoy, y decidimos que no saldríamos de la sala, total, en menos de diez minutos iba a empezar el lío y fuera hacia más frío que follando focas, así que decidimos buscar un buen sitio y plantarnos allí.
Y acertamos, diez minutos después teníamos a Panxo haciendo girar los platos y pinchando temazos para calentar la sala. Pasamos un pequeño mal rato, pues un grupo de tres mozuelas, alimentadas por la química y el entusiasmo se excedían al cantar y bailar las canciones que soltaba el también voz de Sophy Zoo. No problema, nos movemos un poco y las dejamos disfrutar de la fiesta.
Ahora si que si, se marchaba el DJ de la banda para ponerse el uniforme de trabajo -la camisa y corbata que los identifica- y apenas un minuto después saltaba al escenario la agrupación al completo. Nuestra reacción primera, antes de empezar a dar saltos, imitar sonidos de monos y dejarnos llevar por el éxtasis es: joder, ¿cuántos tíos hay en el escenario? Iker a la batería; Víctor con el bajo; Panxo, que ya lo hemos presentado; Mars, Nega y Toni con los micros y “El talento de Mr Chifly” a la guitarra.
Arrancaron con Guerras Púnicas, a la que siguió Riot Propaganda. Enseguida se engancharon Los Chikos con Fear of a Mazorka Planet, que suena casi con más fuerza en esta versión con guitarras que con la instrumental de Loren D, y mira que es difícil.
De Pasión de Talibanes además sonaron esta misma, Pasión de Talibanes, El de en medio de los Run DMC, Cops, que a diferencia de Fear of a Mazorka Planet creo que pierde, cuesta reconocerla incluso. Por último, la versión de Los hijos de Ivan Drago no podía faltar, y es que si para la instrumental original el Nega samplea el Children of the Revolution de T-Rex y lo bautiza como el tema con guitarras, ahora que está Chifly no podían desaprovechar la oportunidad.
Por parte de Habeas Corpus, hubo tiempo para acordarse de los presos políticos con Sois ejemplo, de gritar no al fascismo con Fascismo nunca más, de escuchar dos de sus clásicos, Cada vez más odios y A las cosas por su nombre o de bailar sobre la tumba de Ana Botella con la versión del clásico de los Siniestro Total Bailaré sobre tu tumba, momento que aprovecharon para abrir un pasillo entre el público y obligar a Jaime, técnico de sonido del grupo y batería de los extintos Tarzán y su puta madre okupando piso en Alcobendas, a subir al escenario y mostrar sus dotes con el instrumento, el resto del grupo se mezclaba con el público, mientras que Chifly y Víctor se subían a la barra para acompañar desde ahí.
También hubo tiempo para la acapella-adelanto del Nega que saldrá en La estanquera de Saigón, y otra del Toni, en este caso el cacho elegido era el del tema con La Raíz que versa sobre Latinoamérica y el Socialismo del siglo XXI, Donde duerme el Chaman.
Entre medias de todo esto por supuesto sonaron Dignidad, guitarras y cintas de vídeo, El peso del tiempo, con la vuelta al escenario de Jerry Coke, T.E.R.R.O.R.I.S.M.O. que es la que plantó la semilla de este árbol en forma de gira y EP que ha venido después y Hasta la victoria siempre, para acabar cerrando la noche lanzando un grito de esperanza y convicción, una declaración de intenciones, El miedo va a cambiar de bando.
Casi dos horas después acababa el concierto pero no la noche, aunque contar lo que vino después no es de recibo porque nos acabaríais odiando y no queremos eso, además solo me pagan por la crónica y por eso solo os voy a dejar la crónica. No podíamos faltar a la cita, y si vuelven no podremos faltar a la cita de nuevo, una fiesta así no nos la podríamos perder, nos tendríamos que lesionar e insultar entre nosotros si lo hiciésemos. Y no nos lo perdonaríamos entre nosotros jamás. Por el momento sabemos que le quedan Madrid y Valencia y se separan, aunque aseguran que les gustaría retomar el proyecto en un futuro.
Foto I/ Foto II por Warnimont Photographer
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