De qué sirve (no es una broma: de verdad lo pregunto)
Reconozcámoslo; haced cuentas.
Seis años en primaria, otra media docena en secundaria (sí, estoy hablándote a ti, persona que hiciste el bachillerato de sociales o letras puras, el de artes o las ciencias de la salud) Hemos decidido dedicar la mayor parte de nuestros estudios a aglomerar información basada en texto puro. Nos pasamos la mayor parte del tiempo leyendo cosas que no queremos leer y descansamos la vista para reescribirlas en formatos que caducan con el tiempo.
No sólo no leemos lo que no queremos, sino que encima lo vomitamos en un formato más absurdo e inferior (hablo de vosotros, queridos apuntes de teoría) Recordar un día al año que leer dignifica al ser humano es como recordar a la gente que el sistema, tal y como lo conocemos, funciona. ¿Creemos de verdad eso?
¿De verdad no estamos cansados de leer?
Qué celebramos.
Según la Wikipedia:
“El Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.”
Como ya he mencionado en el anterior párrafo: el día Internacional del Libro es celebrar que hay una industria que genera ingresos gracias a unos derechos de autor (que muchas veces no ven ni una décima parte: gracias a dios que se está abriendo camino nuevos senderos digitales como Amazon). La industria pervive y el día del Libro nos lo recuerda: regálale un libro a tu chico/a.
Déjate dieciocho euros en caja.
¿Quieres un ticket de regalo para canjearlo por lo que más quieras (no hace falta que sea un libro)?
Por qué lo celebramos(en serio)
¿En algún momento se insinúa que leer sea algo positivo?
Un secreto: celebramos el día del Libro de la misma manera que celebramos el día de la Madre: no sabemos desde cuándo se realiza o celebra esta singular ceremonia, pero lo hacemos porque es lo que toca. Celebramos el día de la Mujer: inundamos nuestras ciudades con pancartas de actrices repletas de moratones. El día del Libro planeamos actividades varias que “fomenten” la compra. Pones más y más carteles.
Una verdad que nadie dice: ni la cantidad de anuncios de publicidad contra el maltrato de género desciende el maltrato doméstico ni campañas para leer incentivan la lectura. Nadie leerá mejor el Quijote porque se invierten en su quinto centenario más de un millón de euros (¡verídico!) El problema no se solventa con carteles en la Gran Vía promocionando campañas de publicidad.
El problema se puede solucionar desde la propia educación, desde unos valores que la mayoría de las personas no logran entender. Ideas propias y libres que aporten algo más que un día en concreto, o una semana de “conmemoración”.
Odio esa palabra, por cierto. “Conmemoración”.
Parece celebrar algo que está muerto.
Ejem, perdona, ¿estábamos hablando del Día del Libro, o de inculcar valores en una sociedad en crisis?
Fallo del corrector, me disculpo. El Día del Libro es una excusa mal resuelta, otro aviso del móvil, una oferta de la Fnac que te empuja sinuosamente a aprovechar ese veinte por ciento de descuento. Si no queremos pensar que El Día del Libro acaba convirtiéndose en una OfertaCupón un día al año. Entonces haced una cosa.
Remedios
Ir a la biblioteca regional, coged un libro. Leer la primera página. Pasad de sinopsis (tratan de clasificarlos por géneros y modas pasajeras). Ignorad los consejos de vuestros amigos (no os conocen), pasad de las recomendaciones de Amazon y Fnac (ni os ayudan ni os quieren entender).
Subrayar alguna página, aunque no debáis porque os dicen que los libros deben ser reliquias. Mentira. Los libros deben machacarse como botas nuevas en los días de lluvia. Las páginas deben de estar amarillentas, dominadas por ojos más antiguos y sabios y hermosos de lo que nunca seréis capaces de investigar. Doblad las esquinas, maltratadlos. Retrasaos en devolverlos. Usad bolígrafos. Tinta azul o negra. Que perdure.
Y luego, desconectad los móviles. No decir a nadie por Twitter lo que estáis haciendo. Que se preocupen. Saltaos a la torera la comodidad que con tanto esfuerzo habéis construido.
Si os llaman a casa, no contestéis.
Pero por favor, haced esto cualquier otro día que no sea el maldito 23 de Abril. Hacedlo el 24. El 25. El 26. Celebrar el día del Libro cualquier otro día, y al igual que el día contra la violencia de género, el día del Padre y de la Madre: no os permitáis por un momento que lo que os guste quede resumido a una fecha de un calendario. Insultáis a vuestra inteligencia (algo tenéis que tener; soy una persona optimista, pese a todo.)
Luchad no con gritos. Luchad dejando libros en las estanterías de la bibliotecas repletos de marcas y subrayados.
Que el Día del Libro sean todos los días de vuestra vida que queráis que sean, pero no el 23.
El Día del Libro es una excusa para leer, dicen.
Yo les respondo: no les escuchéis.
Jose Manuel Sala Diaz
3 Comments
[…] Today is the International Day of the Book, so I have published in Cmon Murcia an article titled “Why we should not celebrated Day of the Book”, which you can read it here. […]
Me sorprende sobremanera este articulo, sobretodo el encabezamiento. En parte me indigna.
Se habla de leer cosas que no queremos leer y se tacha a los apuntes de formato inferior al libro de texto; para el carro, yo tengo bachiller, y muchas asignaturas no me gustaban nada, cosas que no quería leer extraídas de libros y monólogos del profesor extremadamente aburridos eran mas tarde plasmados para mi mismo( y posiblemente solo entendidos por mi) en apuntes. Cada apunte que escribo, y me arriesgaría a decir escribimos, nos ayuda a formar una idea y opinión sólida en nuestra cabeza, a conocernos y expresar cualquier cosa, sea aburrida o no.
¿Y para que quiero yo saber literatura española, si no me gusta?
Para aprobar bachiller, y así con cada materia de cualquier estudio. «Cuando seas padre comerás huevos» y cuando seas profesor elegirás temario, hasta entonces eres un aprendiz, voluntario en el caso del bachiller, cuando entiendas lo que el profesor te diga y te sepas tu temario entonces estarás a la altura de replicarle, por todo lo explicado en el párrafo anterior.
La mayoría de mis libros de texto son comprados, tal vez porque soy un vago, otros han sido de segunda mano y otros fotocopiados. Creo que cabe recalcar que un libro de texto, no es un autor, es un grupo de personas que busca la manera de que unos contenidos sean atractivos y fáciles para un grupo de alumnos que no quiere, pero debe formarse, para no ser una oveja del sistema ese que hablas. Búscate tu las opciones, si coges solo las que «el sistema» te da, no te quejes.
En la wikipedia, de la que sólo has puesto las primeras líneas, dice muchhas mas cosas, como que hay otros sitios donde en dias diferentes se celebra el dia del libro( el libro como formato mayoritario para la lectura, no para el consumismo). Nadie celebra el consumismo, si tu lo haces allá tu, pero se puede leer con libros prestados(de amigos y bibliotecas), heredados, descargados y comprados, comprados ya en varios formatos (de forma legal o ilegal), en tienda o de segunda mano. Tú solo mencionas los libros de 20€.
Mi abuela, que abandonó los «textos puros que nadie quiere leer» por la guerra, se leyó libros de todas las maneras menos digitales. Le gustase o no, me enseñó que todo libro, lleva el esfuerzo de alguien que lo escribió para poder contarte algo, y también de una editorial, que comercializa y difunde las ideas e historias que alguien te quiere contar.
Los márgenes que los intermediarios se reservan, pueden ser o no correctos, pero hoy se magnifica la lectura, no el marketing de las empresas que utilizan el día en que en este país se conmemora la lectura y a los que viven de ello, para hacer negocio y venderte algo gratis.
Quítate las anteojeras y amplia tus miras antes de, mediante una lectura periodística, disparar a la cultura de una manera mas pública.
¡Saludos Miguel! Gracias por comentar el artículo, y perdona que no haya leído antes tu comentario, estaba leyendo. Me alegro que te llamara la atención el título(era una de mis intenciones) y lamento que nuestras miradas sobre este tema no concuerden, o al menos eso es lo que creo que sugieres en tus comentarios. Creo que ves un ataque demasiado serio a cosas que no son, así que permíteme un par de apuntes.
Me resulta interesante tu idea(aunque algo manida) de «para qué estudiar literatura, para sacar el bachillerato». Por supuesto, estoy de acuerdo contigo, la realidad es la realidad, pero ese»hay que hacerlo porque es lo que toca» se queda sólo en eso, en una postura bastante conformista. ¿Acaso no se puede cuestionar diferentes formas de enseñanza, o al menos tratar de encontrar otra forma de funcionar y hacer las cosas? No soy un filósofo ni estoy tratando de imponer una nueva Ley de Educación en este artículo, tan sólo hago un par de preguntas al aire. Las respuestas se las hace cada uno, creo que en eso estamos de acuerdo. Espero.
Ups.
Respecto a criticar el Día del Libro, desgraciadamente una gran mayoría de las personas se quedan tan sólo en eso, en un bombardeo de publicidad bastante invasivo. Mi artículo va dirigido contra eso. El que no comente otras festividades varias te puede parecer simplista,pero no me parece equivocada esta llamada de atención en contra del consumismo ¿Una crítica gastada, resabida, ya leída y conocida? Bueno, pero tampoco creo que este de más.
En lo referente a los libros de texto, te hablo desde la experiencia de un profesor de secundaria, que, como otros muchos, nos hacemos preguntas:¿Podríamos hacer algo mejor (y quizás, más barato? ¿Podemos hacer que los estudiantes aprendan a leer de una manera más apropiada?. Al contrario de lo que tú dices no creo que haya que «coger» alternativas que nos da el sistema, sino que hay que encontrarlas formando parte del mismo, y darlas a conocer, más aún si cabe. Aunque sean sólo preguntas en voz alta.
Por último, este artículo es una celebración de la libertad de leer, al fin y al cabo. Mis miras son bastante amplias desde una perspectiva siempre humilde, así que no te te indignes demasiado. Muchas gracias de nuevo por tus palabras, y espero que sigas leyendo y opinando los artículos de Cmon Murcia (aunque sea para estar en desacuerdo)
Me voy a leer apuntes (again). UN BESAZO,
Jose Manuel