1970: año de rupturas. En abril, Paul McCartney publicaba su primer disco en solitario, McCartney. En mayo, The Beatles publicaban su último elepé, enturbiado por la mano larga de Phil Spector. Let it be salió a la luz un mes después de que McCartney anunciara que abandonaba la banda por “diferencias personales, musicales y de negocios”. La década del despertar comenzaba con la ruptura de la banda más grande de la historia del rock. Era para sentirse desprotegido. El 27 de noviembre, George Harrison -el eterno tercero en discordia- publicaba su extraordinario All things must pass, con varias críticas irónicas -la misma portada- al papel que jugaba en los fab four. Hasta Ringo Starr había sacado un disco en solitario a estas alturas. En marzo publicó el indiferente Sentimental journey, donde versionaba standards de jazz.
¿Y Lennon? Lennon enfilaba los últimos 10 años de su vida. Una década rara, en la que alternó buenos discos -algunos excelentes- con bazofias insoportables. Su intento de ser andrógino como los Stones, vanguardista como Yoko Ono y portavoz -¿desinteresado?- como Dylan, se materializó en siete discos que reflejan cómo el británico buscaba su sitio tras la ruptura del cuarteto de Liverpool. En Jinetes en la tormenta, Diego Manrique explica la sinceridad de los discos en solitario de John Lennon. La teoría de Manrique es que Lennon comprendió que jamás igualaría nada que hubiera hecho con The Beatles e intentó contrarrestar esta deficiencia con un plus de sinceridad. Sin embargo, eso era lo que Lennon había hecho siempre. Cada canción suya era una escena urgente, siempre iba al grano. Fue al grano en Sexy Sadie para cargar contra el Maharishi Mahesh Yogi, fue al grano en Revolution para criticar a los progres con pies de barro, o fue al grano en Help! para mostrar su agotamiento. Lo que pasa es que en su carrera en solitario, Lennon no contaba con el filtro de McCartney, que decoraba una letra puntiaguda con una melodía preciosa. Por algo The Beatles fueron la banda más grande: una tarta empachosa sin Lennon, un panfleto en Times New Roman sin McCartney, infalibles con los dos.
Lennon aprovechó la ruptura de su banda para ponerse en manos de Arthur Janov, el médico que le ayudaría a deshacerse de sus traumas. En Los Ángeles, Lennon inició la terapia del Grito Primal -sí, de ahí viene el nombre de Primal Scream-, que pretendía liberal el dolor emocional de la niñez a través de chillidos. El tiempo que Lennon fue paciente de Janov sirvió para esbozar de forma indirecta el que sería su primer álbum en solitario, Plastic Ono Band. Publicado el 11 de diciembre de 1970, no deja de ser curioso que el beatle más lenguaraz fuera el último en publicar su álbum en solitario. Plastic Ono Band fue la banda que creó para el single Give peace a chance, publicado en medio de una luna de miel desde la cama, en Ámsterdam, para pedir la paz mundial. Plastic Ono Band fue la banda con la que dio sus conciertos-performance, en los que aparecía Ono haciendo cosas como tejer un jersey con los ojos vendados. Con esta banda, Lennon firmó su directo en Toronto de 1969, su directo en Nueva York de 1972 y Mind games (1973). Con una estructura flexible, el grupo estuvo formada en su primer disco por Klaus Voorman -compañero de los fab four en sus andanzas por Hamburgo– al bajo, Ringo Starr a la batería y Lennon como cantante, guitarrista y pianista. Eventualmente colaboraron Billy Preston y Phil Spector al piano y Alan White (Yes) a la batería y percusión. Además, en los créditos de Plastic Ono Band aparecen Yoko Ono como responsable de vientos y Mal Evans –roadie de Lennon- por su té y su simpatía. El genio de Liverpool podría haber firmado sus discos simplemente como John Lennon, pero de la idea de formar una banda subyacen las primeras pullas a McCartney: 1) Lennon podía tocar con Starr o con Harrison, pero no lo volvería a hacer con su pareja creativa, y 2) John quería demostrar que no es que no pudiera estar en una banda, es que no podía estar en una banda con McCartney, que respondió creando Wings.
Plastic Ono Band se puede entender como una de esas sesiones de Lennon y Ono con Janov. Miles de biografías después, este álbum sigue siendo la mejor radiografía de Lennon en 1970. Por un lado, su alivio por terminar con The Beatles, que -pensaba- le limitaban. Por otra parte, se planteaba la disyuntiva de cómo afrontar una madurez musical y personal a sus 30 años. El disco comienza con Mother, una canción sobrecogedora. Lennon quería dejar claro desde el principio en qué iba a consistir el resto de su vida. Mother tiene mucho de esos gritos primales, de esos traumas expulsados. Los traumas. Los que más marcaron al Lennon niño fueron el abandono de su madre -inmadura y libertina- y la separación de su padre. Separación forzada, ya que se puede decir que la familia materna alejó al niño de su padre, un marinero que luchó por su hijo (hasta intentó sacarlo del país y llevarlo a Nueva Zelanda). La niñez en casa de tía Mimi fue normal hasta que el joven Lennon empezó a hacer preguntas. Empezó a relacionarse con su madre y cuando las cosas parecían más o menos estables -sin olvidar los instintos de Edipo que asaltaban a John- Julia Smith murió atropellada. De ahí esos:
Mother, you had me
But I never had you
I wanted you
But you didn’t want me
So I got to tell you
Goodbye
(Madre, tú me tuviste
Pero yo nunca te tuve
Te quise
Pero tú no me quisiste
Así que tengo que decirte
Adiós)
Los versos que John dedica a su padre están relacionados con la búsqueda de fama que Alf Lennon protagonizó cuando se enteró del éxito de su hijo. Lennon le pagó un piso y lo mantuvo, pero no le perdonó que quisiera aprovecharse de su popularidad:
Father, you left me
But I never left you
I needed you
But you didn’t need me
(Padre, tú me dejaste
Pero yo nunca te dejé
Te necesité
Pero tú nunca me necesitaste)
Una muestra de que Lennon llegó a vivir en paz consigo mismo y de que superó estos traumas es la manera en que introdujo esta canción en su directo de Nueva York: “Mucha gente dice que esta canción va de mis padres. Pero va del 99% por ciento de padres”. Después de los agotadores gritos, Lennon necesita algo de calma. La calma es Hold on, donde, calmado, entona: Hold on, John, John hold on, it´s gonna be alright (Tranquilo John, John, tranquilo, todo va a ir bien). Después vuelve la furia con I found out, un ajuste de cuentas con el mundo de su época. Lennon reparte a todos: a las creencias de Harrison (Old Hare Krishna got nothing on you/ El viejo Hare Krishna no tiene nada de ti), a McCartney (I see religion from Jesus to Paul/ Observo la religión desde Jesús hasta Pablo; un doble sentido con el nombre de pila de McCartney y el apóstol, Lennon habla de una sociedad estúpida que amaba a su banda como dioses en vez de como músicos) y a los hombretones de su época (Some of you sitting there with your cock in your hand, don´t get you nowhere don´t get you a man/ Muchos de vosotros sentados con vuestra polla en las manos, lo que no os lleva a ningún sitio ni os hará hombres). Después de cada quejido, Lennon se calma, se mesa la barba y mira por la ventana. A esta mirada responden canciones como Love, Look at me, My mummy´s dead o la genial Isolation, donde Lennon se lamenta del aislamiento que comenzaba a asolar al ser humano:
I don’t expect you to understand
after you caused so much pain
but then again you’re not to blame
you’re just a human, a victim of the insane
(No espero que lo entiendas
Después de haber causado tanto dolor
Pero otra vez no eres culpable
Solo eres un humano, una víctima de la locura)
Lennon recuerda su nervio rockero en Well well well y Do the Oz. La primera es otra canción nacida del grito primal. La segunda, una muestra de los ruidos que John estaba dispuesto a introducir en su música.Working class hero es una de las canciones más comprometidas socialmente que jamás compuso. Inspirada en Masters of war de Dylan, el rockero británico ataca a las clases de arriba, las que “te golpean desde que naces”, y al determinismo del sistema:
When they’ve tortured and scared you for twenty old years
Then they expect you to pick a career
When you can’t really function you’re so full of fear
(Cuando te han torturado y asustado a lo largo de 20 años
Esperan que elijas una carrera
Cuando estás tan lleno de miedo que no puedes funcionar)
Lennon también carga contra las herramientas del poder para perpetuar su hegemonía:
Keep you doped with religion and sex and TV
And you think you’re so clever and classless and free
But you’re still fucking peasents as far as I can see
(Te tienen drogado con religión y sexo y televisión
Y piensas que eres listo, liberal y libre
Pero no eres más que un puto ignorante hasta donde puedo ver)
La canción fue censurada en muchos países y Lennon, que además publicó la canción Power to the peole en este mismo disco, fue tachado de subversivo. Hoy se tiende a pensar que estas letras son demagógicas porque Lennon provenía de una familia bien posicionada. Nunca entenderé este argumento. ¿Quita algún valor a la trayectoria de Lenin el hecho de que sus orígenes fueran nobles? ¿El Che Guevara es menos revolucionario porque su familia pudiera pagarle una carrera? Tiene aún más valor que alguien que no haya tenido que dejarse la piel para comer sea capaz de identificarse con los que sí se ven obligados. La canción más arrebatadora de Plastic Ono Band es God. Lennon se apoya en un piano y comienza su declaración. God es la definición de distopía. Su despertar fue doloroso, pero una vez que dejó de creer en todo no está dispuesto a soportar más mentiras. A estas alturas, Lennon no creía en magia, ni en el Ying-yang, ni en la Biblia, ni en el tarot, ni en Hitler, ni en Jesús, ni en Kennedy, ni en Buda, ni en el mantra, ni en el gita, ni en el yoga, ni en reyes, ni en Elvis, ni en Zimmerman ni en Beatles. Solo creía en Yoko y en sí mismo. La canción termina con una frase que resume la década: the dream is over (El sueño ha terminado).
Con Plastic Ono Band, Lennon publicó un disco desnudo, sincero, honesto y crudo. Para rehacer su vida tuvo que deshacerse de todos los adornos y llegar al hueso. En su último disco, Bob Dylan incluyó una canción llamada Roll on, John. Un homenaje a su amigo caído. Quizá fuera la sensación que le provocara un disco así de crudo. Quizá Dylan pensara que Lennon necesitara una mano amiga. Dylan le dice a John que aguante. Lennon aguantó hasta que un producto drogado por ese sistema que él criticaba acabó su vida en 1980. Hasta entonces, Lennon se mostró reflexivo, irritado o errante. Pero siempre quedó en su corazón un hueco para el rock and roll. Siempre encontró el momento para -entre pañales, activismo social y tareas domésticas- enchufar una guitarra a la corriente eléctrica y sacar el grito de su alma hasta llegar al hueso.
2 Comments
Estoy muy orgullosa de ti, Santicos.
gracias, colega.