La Mar de Músicas concede este año su premio al cantautor cubano Pablo Milanés por “haber trazado el puente entre el siglo XX y el XXI con un incomparable talento convirtiendo la humilde palabra cantada más inspiradora y necesaria en un arte de incalculable valor estético y social, y por haber escrito algunas de las canciones de amor más hermosas del mundo”. Milanés, uno de los fundadores junto con Silvio Rodríguez y Noel Nicola de la Nueva Trova Cubana, recogerá su galardón el lunes 17 de julio, donde además dará un concierto acompañado de Rozalén, Jorge Marazu y Pablo López.
Pablo Milanés nació en Bayamo el 24 de febrero de 1943 donde se inició musicalmente cantando de muy niño en la radio. Con seis años se traslada a La Habana donde continuó su formación musical, tanto académica como en las calles aprendiendo de los trovadores. A comienzos de los sesenta Milanés empieza a hacer música a partir de múltiples influencias: música norteamericana como el jazz, la canción brasileña pero fundamentalmente del feeling y la música tradicional cubana. Integró varias formaciones vocales como el Cuarteto del Rey, agrupación de negro spirituals, interpretando sus primeras canciones en los clubes habaneros.
En 1965, con “Mis veintidós años”, se introduce en un nuevo lenguaje musical que acentúa su condición de compositor y crea temas que versan sobre el amor o el compromiso político y social. Integró el Grupo de Experimentación Sonora (GES) a comienzos de los años 70 junto a importantes trovadores y músicos, bajo la tutela de los maestros Federico Smith y Leo Brower. En 1974 graba su primer disco, “Versos Sencillos” en el que musicalizó poemas de José Martí. A inicios de los 80 publica los álbumes “Yo me quedo”, “El Guerrero” o “Comienzo y final de una verde mañana”; así como “Querido Pablo” (1985), un disco grabado en colaboración con músicos amigos como Víctor Manuel, Chico Buarque, Mercedes Sosa o Luis Eduardo Aute.
En la década de los 90 además de seguir publicando varios discos: “Identidad” (1990); “Canto de la abuela” (1991)); “Orígenes” (1995); “Despertar” (1997) entre otros, pone en marcha una fundación sin fines de lucro para el desarrollo de la cultura cubana, proyecto que ayudó a visibilizar la obra de muchos artistas de la isla. La década terminó con un gran trabajo colectivo, “Pablo Querido”, homenaje de artistas latinoamericanos a la obra de Pablo y en el que participaron entre otros Joaquín Sabina, Fito Páez, Caetano Veloso, Milton Nascimento, Los Van Van y el grupo Maná.
En el año 2006 obtuvo un Grammy al Mejor Cantautor por el disco “Como un campo de maíz” y en el año 2015 recibe el Grammy a la Excelencia Musical. En la última década Pablo ha colaborado con músicos destacados como Chucho Valdés, Pancho Céspedes, Andy Montañéz o José María Vitier. Junto con Miguel Núñez, pianisa de su agrupación, acaba de presentar un trabajo a piano y voz: “Flores del futuro”; ha participado en el disco homenaje que su hija Haydée ha realizado con temas clásicos de la obra del cantautor y continúa componiendo para un nuevo disco propio a la vez que realiza sus presentaciones en directo.
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