Lluvia de perseidas en la 12 & Medio

Paseando por Mariano Rojas de camino a 12 & Medio preveo poca asistencia al concierto. El ambiente es frío y las calles están mudas y prácticamente solitarias. Hay más gente haciendo cola en Sala B. Dentro la cosa no está mucho mejor. Seremos una treintena los que esperamos deambulando por la sala a que bajen los teloneros. Somas Cure salen a escena con fuerza. El cantante se mueve por el escenario como otros lo hacen por la habitación de su casa. Tiene estilo. Movimientos muy Van Halen. Conforme el concierto avanza compruebo que son un talento a explotar. Tienen potencia. Unos cuantos miembros del público (no muchos, la verdad) corean sus canciones. Me apunto su nombre mentalmente, apuesto por ellos. Se nota porqué Skunk DF los ha escogido y les está ayudando con su carrera, suenan muy parecidos a sus primeros discos. De las letras no puedo opinar demasiado gracias a la acústica de la sala o quizás a la escasa vocalización del cantante, realmente no sé quién fue el culpable, pero no entendí una palabra. En el punto álgido del concierto cuento cabezas y llego a unas aproximadamente cincuenta o sesenta de ellas.

Terminan y recogen sus bártulos. Los “pipas” prueban los nuevos instrumentos y terminan de montar el escenario. Suena una intro. Todos nos giramos con expectación. El grupo entra a escena sin parafernalias. Saludando con la mano y cogiendo sus instrumentos. Me encanta la gente sencilla. El cantante hace lo propio. Coge el micro, se presenta y da inicio al concierto con una canción extraída de su último disco Perseidas. La canción es potente pero el público parece haber salido de un fumadero de crack. De un vistazo compruebo que somos casi un centenar de personas y que al menos la mitad tiene los brazos cruzados sobre el pecho. La siguiente canción es “Anestesia”. Me sorprende. No la esperaba tan pronto. El público no responde como estoy acostumbrado en esta canción. Esto parece un tanatorio mientras German grita eso de “hay un loco con mi cara hablando en el cristal”. Qué triste.  German nos deleitó con sus payasadas y estuvo un tiempo preguntando al público de dónde habían venido a verles. Si hay algo que siempre he respetado de este grupo es su feedback, tratan a su público como a familia, algo de lo que muchos deberían aprender. El concierto transcurrió con los intentos del grupo de que el público se volcase algo más y la poca respuesta de este. Fue decayendo hacia el final, hasta el punto de que vi gente empezó a salir antes de tiempo. Yo disfruté como un enano, como siempre que los veo. Las versiones de “Supernova” y “Muerte y Destrucción” me encantaron. Y me sorprendió gratamente escuchar “Crash”. Se despidieron y se marcharon como vinieron, con una sonrisa en la boca, mucho humor, saber estar y cercanía. Con o sin buen público ellos estuvieron estupendos.