En esta era de constante distorsión de la realidad es pertinente guiar al lector principiante por las arenas movedizas de los canales televisivos, las estanterías de El Corte Inglés y las ofertas (absurdas) de la antaño respetada Fnac. ¿Aspiran estos artículos a convertirse en un catálogo que todo universitario debería leer antes de morir? Asentimos con contundencia y damos paso al invitado de hoy. Con todos ustedes, uno de los autores favoritos de David Foster Wallace: Tom Clancy.
Balance of Power.
(Traducido para los ignorantes no-anglófonos: Equilibro de Poder.)
Sinopsis breve: Unos agentes secretos de Washington han detectado que en España, país en constante crisis desde el fin de la dictadura franquista, dividido en “cinco grandes grupos étnicos” (vascos, catalanes, castellanos, andaluces y gallegos, Clancy, 1998, p.6) están a punto de llevar al país a una segunda guerra civil. Los catalanes, descritos como “supremacistas blancos que odian a los negros desde hace 900 años” (Clancy, 1998, p.30) quieren hacerse con el control del gobierno mediante un pacto secreto con los vascos, obteniendo éstos su independencia deseada desde tiempos de los Reyes Católicos. Ayudados por un agente de la Interpol (un alemán de etnia gitana que da clases de flamenco en Madrid), ¿conseguirán evitar que el general Almorady se atrinchere en el Palacio Real para intentar un segundo golpe de estado?
¡Cómo está el patio! Hoy en día ningún medio de comunicación del 2013 se hubiera atrevido a describir a España mejor. Con su prosa eficaz y su conocimiento de la inteligencia americana (ayudado para este libro con la inestimable colaboración de un especialista en relaciones internacionales del MIT) el maestro Clancy nos sumerge en un tiempo confuso pero verídico en todo momento, una tierra complicada y extraña donde los americanos deben salvar a los españoles de ellos mismos (¿acaso no ha sido así siempre?)
Destacamos aquí algunas citas para captar del todo al lector que aún haya quedado cautivado por la historia.
-El diputado Serrador también hará lo que se ha ordenado. Es ambicioso.
-Entonces es un vasco ambicioso. Pero sigue siendo vasco.
Ramírez volvió a sonreír.
(Clancy, 1998, p.40)
-Los asistentes a una boda de andaluces en Segovia fueron atacados. También ha habido violencia en la frontera entre Salamanca y Zamora. Se están preparando para el ataque, señor.
-¡No tenemos tiempo, maldita sea!
(Clancy, 1998, p.110)
No se puede confiar en el gobierno español, señor. En el pasado contrataron mercenarios para matar a independentistas vascos.
¿Y fuera de Madrid?
Resulta imposible confiar en nadie, señor. Los trabajadores protegen a sus empresas mediante sabotajes y extorsión. España es una institución que se remite a finales del siglo XIX, parte de la misma cultura mediterránea que dio lugar a las familias mafiosas de Sicilia, Turquía y Grecia.
-Entiendo.-susurró August.
(Clancy, 1988, p.50)
-¿Quiere saber por qué no puedo relajarme? Porque nos hemos transformado en una sociedad que vive para los fines de semana, para las vacaciones, para evadir todo lo que huela a responsabilidad. Estamos orgullosos de la cantidad de alcohol que podemos tolerar, de la cantidad de mujeres que podemos llevarnos a la cama (sobre todo las los pueblos de esa oscura región llamada Murcia), de lo buenos que son nuestros equipos de fútbol.
-Todo eso solía gustarme mucho.-acostó August.-Particularmente las mujeres.
Rodgers bajó la semiaautomática y cambió de posición con dificultad.
-Echo de menos Baltimore.-susurró.
(Clancy, 1998, 72)
Olvídense de decadentes canales de informativos. La lectura de estos clásicos (no por nada “Equilibrio de Poder se mantuvo un mes en la lista de los más leídos del New York Times) le hará autofirmarse y llevar la dirección correcta. ¡No escuche a sus profesores! Lea la realidad que todo el mundo trate de ocultarle. Aquí y ahora. Por siempre.
José Manuel Sala Díaz
1 Comment
Cae un pelín en estereotipos, ¿no? No he leído el libro, pero por los fragmentos que pones da la sensación de que es un americano enseñando qué es España, y hay matices.