Luz tenue, buena compañía, ambiente acogedor y música, ¿quién da más? La Casa de la Cultura de Lorca nos abrió sus puertas (con bastantes impedimentos, por cierto) para recibir al dúo compuesto por Elena Ramiez y Pedro Soto y al exvocalista de Los Piratas, Iván Ferreiro.
Elena y Pedro dieron inicio a la noche presentándonos su trabajo. Ambos cantando y acompañados de guitarra (Pedro) y piano (Elena). Dentro de una serie de temas propios que nos ayudaron a conocerles (ya que eran totalmente desconocidos para mí) en los que se exaltaba la dulzura de ella y la chispa de Pedro, caben destacar tres de ellos , una especie de odas dedicadas a sus respectivos familiares, que causaron una impresión un tanto extraña en el público, ya que en mi humilde opinión, más que darnos vida, nos la quitaban.
Se atrevieron con versiones como “Pan duro”y “Corazón de mimbre” de Marea con las que se ganaron a un público que ya satisfecho comenzó a animarse y a disfrutar de lo que estos jóvenes nos presentaron, a la vez que un sector del público comenzó a gritar algo así como “viva el novio” y no sé vosotros, pero yo sigo con la duda de saber quién era el novio y qué narices pintaban esos gritos ahí. Pero oigan, cada cual a lo suyo, así que prosigamos con la música. Una vez finiquitada la actuación del dúo, se le dio paso al gran Iván, acompañado de su inseparable hermano Amaro.
Tan enigmático y graciosete como siempre decidió comenzar su actuación “desde abajo hasta arriba” , con su comúnmente llamada “zona sucia” en la que encontramos canciones que aunque según el artista “recogen lo peor del ser humano” no consiguieron expirar la energía y vitalidad de todos aquellos que habíamos acudido a la cita, “Extrema Pobreza”, “Cuidadano A” y “Farenheit 451” fueron las elegidas para ocupar este espacio.
El concierto prosiguió su curso con normalidad hasta que durante la ejecución de “Mi Furia Paranoica” el impasible Amaro nos regaló tres sonrisas, ¡sí señores, ni una ni dos, sino tres! Y yo, sorprendida, no podía dejar pasar esta oportunidad para contároslo, ya que el pobre, ya sea por timidez, dejadez o qué se yo, no suele ser muy expresivo. Tras este pelotazo de sorpresa, dejamos los abajos y nos subimos arriba, el ambiente estaba calentito, el público deseoso de más, y en ese momento… ¡ Los Piratas !
Ya animados, todos los asisténtes cantámos al unísino, nos pusimos de pie, hicimos palmas, silbamos, sonreímos, disfrutamos… me pongo tontorrona solo de pensarlo, y es que ¿quién no disfruta de un concierto de Ivan, en el que además de cantar todas sus mejores canciones nos regala un cover de “Tierra” de Xoel Lopez?
Y Lorca volvió a temblar, pero esta vez de la mano de la música, otro fantástico concierto, ¡Iván lo ha vuelto a hacer!
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