En una ciudad donde las tendencias van y vienen, hay lugares que se resisten al paso del tiempo. El Parlamento, situado bajo el majestuoso Real Casino de Murcia, junto a la emblemática calle Trapería, es uno de esos rincones que han sabido mantener intacta su esencia desde su inauguración en 1973. Un local que no muchos conocen, especialmente entre los más jóvenes, pero que sigue siendo un referente de elegancia y distinción en la capital murciana.
Un ambiente exclusivo y distinguido
Entrar en El Parlamento es como cruzar una puerta hacia el pasado. Su decoración, su atmósfera y su atención al cliente recuerdan a los bares clásicos de los años 70 y 80, con un servicio impecable a cargo de camareros con décadas de experiencia. Aquí, el bullicio de la ciudad se desvanece y deja paso a conversaciones relajadas, ya sea entre amigos, en un encuentro de negocios o en una cita especial.
Otra muestra de ese viaje en el tiempo es su zona acristalada y separada para fumadores, a la que solo pueden acceder los socios del bar. Un detalle que refuerza su carácter selecto y privado, poco habitual en los establecimientos actuales.
Cócteles de otra época, calidad sin concesiones
En El Parlamento la calidad está por encima de todo. No es un sitio barato, pero a cambio ofrece primeras marcas y una elaboración minuciosa en cada copa. Sus combinados se preparan con un ritual casi artesanal, donde destacan sus bonitas copas congeladas, sus hielos elaborados forma especial y su esmero en la presentación.
Si hay algo que no puedes dejar de probar, es su gin-tonic, considerado por muchos como uno de los mejores de la ciudad. También destaca su café irlandés, una especialidad que pocos locales preparan con tanto acierto.
Un lugar en peligro de extinción
En una Región de Murcia donde cada vez proliferan más los bares de estética moderna y las franquicias sin alma, El Parlamento se mantiene firme en su estilo. Su clientela habitual incluye a miembros de la élite murciana, aunque es un sitio donde el anonimato es parte de la experiencia: aquí, nadie presume ni hace ostentación, y si te cruzas con alguien influyente, es posible que ni siquiera lo reconozcas.
En un mundo en constante cambio, El Parlamento es un refugio de otra época, un bar que sigue anclado en las décadas doradas de la coctelería y la hospitalidad. Un sitio diferente en Murcia, para quienes buscan algo más que una simple copa. Si aún no lo conoces, tal vez sea el momento de descubrirlo.
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