Ya ha comenzado la primera fase de las obras de recuperación y rehabilitación de la Carcel Vieja de Murcia, prevista en principio para el pasado mes de marzo y que se alargará durante los próximos doce meses. Aquí os contamos cómo sería este nuevo centro cultural de la ciudad.
Las obras de recuperación y rehabilitación convertirán el emblemático edificio en un nuevo centro sociocultural polivalente que pretende convertirse en un punto de encuentro luminoso, abierto y participativo, que albergará actividad permanente, sin barreras físicas, horarias ni generacionales.
La primera fase se centra en la recuperación del edificio de cabecera, con una superficie construida total de 1.322 m2, y lo transformará en un espacio para usos de carácter social, cultural y recreativo.
Contará con sala de exposiciones, sala de conferencias, espacio para la memoria histórica… Los patios al oeste y sur originalmente cerrados se convertirán en plazas vinculadas y abiertas. Además se crearán espacios exteriores ajardinados y se abrirán nuevos accesos peatonales alrededor del inmueble y desde diferentes lados del edificio, así como un carril bici.
Tanto el ala derecha como el ala izquierda del edificio, que actualmente quedan divididas, estarán conectadas mediante un módulo acristalado situado en la fachada trasera del edificio, de manera que no cambie la percepción de la fachada principal.
Además, se crearán espacios públicos ubicados en cada una de las dos naves del edificio y existirá un acceso con recepción en planta baja para los tres espacios públicos, con un núcleo de comunicación vertical. Se mantendrán las antiguas torres de vigilancia y el muro perimetral exterior noreste (colindante con Correos).
Las obras de la Fase II, que comprenderá una superficie total de 8.000 m2, será el siguiente paso de la recuperación. El Ayuntamiento sacará próximamente a licitación el pliego de condiciones para la adjudicación del proyecto.
Se ha convocado un Comité de Expertos en Materia Cultural para estudiar los distintos usos de este inmueble y aconsejar de cara a las obras de esta segunda fase. El comité considera que la estructura arquitectónica y espacial del edificio, su singularidad y su historia, demandan un espacio de fusión de influencias y culturas, de carácter abierto, no especializado en una disciplina concreta.
Sus principales recomendaciones han sido:
- El espacio público no debe quedar encorsetado con usos rígidos, sino que han de definirse con un carácter flexible, abiertos a cualquier influencia o tendencias futuras en materia cultural y de vanguardia.
- Mantener las celdas en planta baja del módulo Este, con una superficie de 196,5 m2, con objeto de no perder la memoria de lo que fue el interior de edificio en su totalidad y proveer multitud de espacios de diferentes dimensiones y posibilidades.
- Los patios adyacentes pueden utilizarse como terrazas, para proyección o eventos culturales durante el verano.
- Proponen mantener el auditorio con el aforo previsto en un principio.
- Habilitar espacios de entrada y espera lateral, con el fin de poder acceder de forma directa a la zona del auditorio.
- El área central del panóptico debe ser diáfana, luminosa y flexible.
- El área central como un espacio polivalente capaz de acoger diversas actividades a la vez que se configura como el punto neurálgico de los flujos del proyecto.
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