Jueves 1 de agosto, da comienzo oficialmente el Arenal Sound Festival.
El día comenzaba en el Pool Stage, esta vez con los Dj´s residentes de la sala valenciana “La3”, la fiesta reunió a muchos jóvenes en la piscina que cada año parece quedarse más pequeña.
Ya abierto todo el recinto del festival se podía apreciar la magnitud real de los escenarios, y nuestra jornada empezaba en el escenario Legendario disfrutando de Izal. La banda encabezada por el excantautor Mikel Izal consiguió llenar a primera hora de la tarde este escenario. Y no es para menos, ya que este grupo galardonado como artista revelación en los premios de la música independiente de la UFI, ofreció un concierto increíble donde la magnífica voz de Mike estuvo acompañada por una calidad instrumental y unos arreglos fascinantes. Entre el público cientos de sombreros blancos volando que Ron Legendario había repartido entre los asistentes. Sin duda un nivel muy alto el que dejaron estos chicos tan majos para ser el primer concierto de la tarde, aunque eso si, siguen sin desvelar cuál es su extraño regalo.
Continuamos en el mismo escenario viendo a Delafé Y las Flores Azules, donde el incansable Oscar D’aniello no paró de saltar, bailar y animar al publico allí congregado. Una energía que supo canalizar a su público creándose un ambiente de buen rollo y felicidad mientras se escuchaba la música de esta banda barcelonesa.
Mientras, en el escenario Coca-Cola empezaba una sesión de grades grupos de mestizaje, era el momento de Txarango: los encargados de caldear el ambiente para lo que se avecinaba después en el Beach Club. La verdad es que es un mal sitio para conciertos de este tipo en el que solo te apetece saltar y saltar, ya que toda la superficie del Beach Club es arena de playa, pero aun así Txarango sonaban genial y no evitaron hacernos saltar y bailar junto al resto del público que ya empezaba a congregarse allí.
No pudimos acabar de verlos ya que a las ocho y media empezaba uno de los cabeza de cartel de este día: Lori Meyers, que aun siendo tan temprano, (ya que a esta hora los sounders suelen preferir quedarse haciendo botelleo en la zona de entrada al festival) consiguieron llenar el recinto. ¿Y qué decir de los Lori?, pues lo de siempre, su concierto fue lo de siempre: algo lento y repetitivo. Y es que para los murcianos es un grupo al que tenemos muy visto, cosa que puede llegar a cansar en algún momento. Aun así, intentaron sorprender al publico incluyendo canciones de sus primeros trabajos: “Viaje de estudios” y “Hostal Pimodan”, pero la elección no fue acertada y no hizo más que desanimar al publico antes de dar paso a su ya mas que conocido tirón final con los temas que les han llevado a lo mas alto del panorama nacional: “Ahá ya han vuelto”, “Mi realidad”, “Emborrachame” y “Alta fidelidad”. En este final fue donde vimos al público cantar, saltar y disfrutar a tope del concierto. Por cierto, también mencionar la sosa y ya conocida colaboración de Anni B Sweet, a la que presentaban como algo exclusivo para el Arenal Sound y van haciéndolo en todos los festivales veraniegos. ¡Necesitamos algo nuevo!
Con este sabor agridulce llegaba el turno de Alamedadosoulna, a los que por desgracia no pudimos disfrutar apenas ya que se solapaba con Fuel Fandango pero su intro ya lo avisaba: en ese concierto estaba permitido totalmente TODO y, por los primeros 10 minutos que vimos de ellos y los cinco de después del concierto en los que nos dedicaron un saludo (video), no nos cabe duda de que la fiesta continuó por todo lo alto. Son unos chicos majísimos, con una puesta en escena muy divertida en la que los diez componentes pasan todo el concierto corriendo de un lado a otro del escenario, interactuando con el público y, lo más importante, divirtiéndose.
Llegamos al escenario Legendario con a Fuel Fandango ya empezado, y lo de Nita y su voz no es normal, increíble, de esas mujeres que consiguen dejarte sin palabras. No solo por la estética: taconazos, pantalón muy corto apenas tapado por un poncho de lentejuelas… sino por la calidad de su voz, su baile, la simpatía, la felicidad y la fuerza que es capaz de desprender en el escenario. Sin duda es una artistaza acompañada por una banda de gran categoría, capaces de mezclar el pop, la electrónica y el flamenco ofreciendo un espectáculo digno de quitarse uno el sombrero.
En el escenario Desperados comenzaban White Lies: unos chicos tímidos, algo parados. Digamos que estos ingleses no supieron meterse al público en el bolsillo, ofrecieron un concierto básico, sencillo y oscuro, quizás acorde con el estilo postpunk que les identifica. O quizás el público estaba más expectante para lo que vendría después…
Mientras, la fiesta seguía en el Beach Club, y era la hora del ya insustituible grupo para este festival: La pegatina. Desde el camino de entrada a esta zona ya se podía intuir la cantidad de gente que se esperaba en el escenario Coca-Cola. La Pegatina, que consiguió un lleno rotundo y absoluto , hizo bailar, saltar y cantar con su fiesta, su buen rollo, locura y descontrol que les caracteriza a todo el público congregado. Las ya conocidas barcas hinchables para hacer una carrera desde el escenario hasta la piscina, sus conocidísimos temas, las versiones que hicieron, en resumen: Una fiesta en la que darlo todo. Aunque este año ya se les quedaba muy pequeño este escenario y este recinto, ellos quisieron mantenerlo, ya que era la tercera vez consecutiva que conseguían llenar el aforo de esta zona del festival.
En el escenario Legendario, mientras, estaba tocando La Habitación Roja, aunque solo pudimos ver el final. Acabaron con Ayer, un tema con el que todo el mundo (consideramos “todo el mundo” a aquellos que no cupieron en el Beach Club para ver a La pegatina) saltó y cantó a la vez que se preparaban para salir corriendo para ver al grupo más esperado de la jornada: Editors.
Mucha expectación, y al principio, no defraudaron, una salida al escenario espectacular, donde Tom Smith, vocalista del grupo británico, salió con un abrigo largo de cuerpo completo aun a pesar del calor que hacia esa noche en Burriana. Destacar el juego de contraluces, la seriedad y la profesionalidad, digna de un grupo de esta altura. Un concierto de una hora y cuarto que empezaron con Munich y acabaron con Papillon, haciendo un repaso de todos sus grandes temas y además presentando su último disco: “The Weight of Your Love”.
En el escenario Coca-Cola, seguían con el mestizaje, y allí que nos encontramos con Trashtucada. Nos conocíamos de su concierto en Murcia y del Viña Rock y Roberto, el trompeta, no dudó en ponerse la pegatina de C’mon durante todo el concierto, Eli, la cantante, con sus cinco meses y medio de embarazo transmitió una magia increíble sobre el escenario saltando y bailando sin parar. Nos contó que para septiembre tiene pensado apartarse durante un tiempo de los escenarios para dedicarse completamente a su niña, que según nos decía va a salir muy festivalera, ya que parece disfrutar cada vez que su madre sube a un escenario a cantar. Fue un concierto cañero, reivindicativo, como ellos son, conscientes de la realidad actual y que fue capaz de no dejar a nadie indiferente.
Y llegaba el momento más esperado por todos los sounders. Todos los asistentes del festival se congregaron frente al escenario Desperados para ver al estadounidense Steve Aoki. Sin duda fue sorprendente la locura y descontrol que consiguió provocar este Dj (¿Dj?) de rasgos asiáticos: intervenciones de ambulancias, gente con desmayos y crisis de ansiedad saliendo por el foso. Los miembros de seguridad del festival se vieron colapsados impidiendo que la gente no saltase las vallas de seguridad y a la vez, sacando a las personas que lo necesitaban. Steve, sacó todas sus armas: sus famosas tartas, una enorme pistola de gas, botellas de champagne, las barcas inflables… Fue un espectáculo en el que solo contaba la presencia de él mismo, ya que la sesión estaba más que preparada. Aoki se dedicó a pasearse por el escenario, animar al publico, y ajustar mil veces los niveles de graves y agudos. En resumidas cuentas, un show en el que vende más la presencia del Dj que su propia música y del que aun nosotros no podemos explicar qué es lo que tiene para provocar “eso” entre su público.
Habiendo recogido ya el equipo y decicidos a disfrutar del final de la noche nos dirigimos al Beach Club cuál fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos en el escenario Coca-Cola, a Squarelectric, un increíble Mush Up, con temas más que conocidos de grupos como Offspring, AC/DC, Tom Jones, Celia Cruz, Marilyn Manson, Rihana, Lady Gaga, etc… Un batería con unas ganas de fiesta y de animar a su público inigualables, y una Dj que fueron capaces de hacernos bailar y de no parar de reír con los increíbles montajes de vídeo que proyectaban.
La noche acabó con Buffetlibre y Destroy All Humans pero a nosotros ya no nos quedaban fuerzas y decidimos sustituirles por nuestra genial estancia en el camping Arenal. Fue una jornada muy intensa donde Arenal Sound quiso dejar bien claro que este festival iba a ser una experiencia única.
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