Hay quien este fin de semana se enfundó en un traje de Pokémon de agua para cantar canciones de videojuegos en un karaoke, en cambio, yo decidí celebrar el año dual España-Japón con las cortesanas y los actores de teatro kabuki del artista de grabado japonés, Utagawa Kunisada (1786-1864). Os propongo un plan entre lo arty y lo tradicional.
El centro cultural Las Claras, sede de la Fundación Cajamurcia, presenta en Fantasía en escena: Kunisada y la escuela Utagawa una colección de 116 estampas que nos aproximan a la cultura popular de la era Edo (actual ciudad de Tokio) de los siglos XVIII y XIX. Una época previa a la occidentalización del país caracterizada por el triunfo del ukiyo-e, un espíritu exquisitamente provocativo y urbano propio de una nueva clase comercial adinerada consecuencia del progresivo crecimiento industrial. Éste es un género dominado por una temática de carácter popular dotada de un crudo realismo y protagonizado por personajes situados al margen de la sociedad.
En las paredes se suceden cronológicamente xilografías (impresiones en madera de cerezo) de la escuela de Utagawa, la mayoría pertenecientes a Kunisada. Kunisada, el maestro que retrató a los principales actores de teatro del momento, a las bellas y fatales mujeres de los barrios de placer y las casas de té. Ilustraciones que bien podrían ser los orígenes de las mejores portadas del New Yorker o de Playboy.
En palabras de Olga García Jimenéz, una de las comisarias de la muestra: Ukiyo es una palabra japonesa formada por tres caracteres: uki, que siempre hace referencia al concepto de evanescencia, lo flotante, lo efímero; yo, que alude al mundo; y finalmente el sufijo -e, que añadido a la palabra significa “imagen”. Esto es lo que se viene traduciendo habitualmente como “imágenes del mundo flotante”, pero el concepto es muy amplio. Los placeres mundanos también guardan algo de magia, ésa es la fantasía que entra en escena: desde el drama latente en las tablas de un escenario, hasta los delicados giros de muñeca de una pequeña mano que nos seduce con el lenguaje del abánico.
Centro cultural Las Claras, Fundación Cajamurcia
Del 24 de octubre al 11 de enero de 2015
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