«De Ezequiel, 25-17: El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por la avaricia de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del Valle de la Oscuridad. Porque Él es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquéllos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre es Yavé, cuando mi venganza caiga sobre ti!». (Pulp Fiction)
Samuel mola, eso es algo que sabemos todos. El 90% de la población mundial conoce su nombre y su rostro, el otro 10% son personas como Sam Rubin, que lo confundió con Lawrence Fisburne (¿?) en una entrevista, ¿y qué podía responder? «joder, somos negros y famoso, pero no nos parecemos», ¿por qué? Porque es el puto Samuel L. Jackson y mola.
¿Qué más puede hacer él que tú no? Bueno, mientras Jonah Hill se arrastraba ante Scorsese por salir en una de sus películas aceptando el salario mínimo, Samuel se dedica a poner condiciones a George Lucas. Si piensas un poco recordarás que su espada era de un color diferente a la de resto de Jedis en seis películas (ese lila tan chulo que hace juego con sus ojos) y la razón no es otra que porque él quería y ya está. Otra de sus condiciones era que *SPOILER (aunque ya te vale si esto es spoiler a estas alturas de la vida) tener una muerte digna FIN DE SPOILER**, porque se ve que lo suyo en Deep Blue Sea todavía le duele, aunque sea lo mejor que nos ha dado el cine americano.
Pero no solo él hace y deshace a su antojo, los demás se dedican a bailar a su alrededor y lloran cuando no acepta un papel y deben reemplazarlo por Morgan Freeman (siempre es Morgan Freeman). En otros casos cambian la raza y todo lo que haga falta, como con el papel de Nick Furia, originalmente era un personaje caucásico y en Marvel decidieron reinventarlo, cambiar de raza y ponerle la misma cara que L. Jackson ¿así cómo puede rechazar interpretarlo en una película? ¿O en siete?
Su filmografía es extensa y más que variada, esto se debe a que hay algo que le gusta más que molar, muchísimo más: una buena cantidad de ceros en un cheque. Si no nos crees aquí tienes tres ejemplos más que claros:
Deep Blue sea
«Utilizando tiburones Mako, una de las máquinas de matar más rápidas y perfectas de la naturaleza, la doctora McAlester espera encontrar la clave de la regeneración de los tejidos del cerebro humano. Pero para alcanzar su meta ha violado los códigos éticos, modificando el ADN de los tiburones, haciendo que sean más inteligentes y más rápidos, convirtiéndolos en monstruos depredadores que pondrán en peligro a todo el equipo de trabajo.» (FilmAffinity)
Quién no haya visto Deep Blue Sea debería cerrar automáticamente este artículo e ir corriendo a solventar ese error en su vida. Partiendo de la base de que la Ciencia Ficción mola, cuando le sumas tiburones superinteligentes, a Samuel L. Jackson y a LL Cool J (Dios bendiga a América) nos sale el resultado de un peliculón de domingo que no puedes cambiar ni cuando ponen a la misma hora La mano que mece la cuna en Antena3.
Serpientes en el avión
«Un agente del FBI (Samuel L. Jackson) tiene que escoltar a un importante testigo desde Hawaii a Los Ángeles. Para intentar evitar que dicho testigo testifique, un asesino libera cientos de serpientes venenosas en el avión comercial en pleno vuelo. El agente del FBI, un piloto novato y una tripulación aterrorizada intentarán sobrevivir como sea a la mortal invasión.» (FilmAffinity)
El hombre se lo gana a pulso, el cartel debería resaltar su nombre antes que el de la propia película, como Whoopy Goldberg en Sister Act 2. Todos la vimos por algo y no fue precisamente para apoyar el salto de Elsa Pataky al cine norteamericano.
1408
«Basada en un relato de Stephen King, cuenta la historia de un escritor de novelas de terror (John Cusack) bastante escéptico. De hecho, se dedica a desacreditar fenómenos paranormales ocurridos en supuestas casas encantadas. Aunque no cree en la existencia de vida más allá de la muerte, sus ideas al respecto cambiarán cuando entre en la habitación 1408 del Hotel Dolphin.» (FilmAffinity)
Sale John Cusack, por el amor de Dios.
El caso es que Samuel L. Jackson mola. Da igual lo que haga o deje de hacer a estas alturas de la vida, es uno de los actores fetiches de Tarantino y si él le ama, nosotros también.
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