He de reconocerlo. Tenía muchas ganas de ir a ver a The Ships. Llevaba días con la melodía de “Want” en la cabeza y sin parar de canturrearla. Y es que marqué con rojo este día del Microsonidos. La cita fue un viernes con frío, pero dentro de la 12&Medio hizo buena temperatura. La temperatura del verano de nuestras vidas.
Es curioso cómo se creó este grupo, pues tras años de estar tocando, Dani Llamas con Gas Drummers y Juan Ewan con El Sueño de Morfeo, deciden grabar un álbum con el prolífico Paco Loco, que queda maravillado y convierte la banda en un trío. El resultado es uno de los discos más frescos de 2014: “The Summer Of Our Lifes” (Miel De Moscas).
El grupo telonero, son los ya veteranos Noise Box. Aunque llevan muchos años tocando, nunca han llegado a mucho público local. Pero la cuestión es que tras 15 años de trabajo no tienen el reconocimiento que deberían tener. 7 referencias en total, con incursión en el castellano. La razón podría ser su indefinición en cuanto a estilo. La gente lo quiere todo masticado y no pensar mucho. Además no se casan con nadie y no quieren estar encasillados en ningún colectivo con una etiqueta impuesta.
Los temas lentos tienen clase y muchos cambios de ritmo. Sacan mucho más potencial en los temas pesados y con largos desarrollos experimentales. Las letras de su líder Jesús Cobarro son literarias, escabrosas y largas.
“We drive our cars along the same all road. Dodging all the holes and bumps and dangers, but we’re not scared. We never put our foot down on the break, it’s not an option.”
Poderosos en “My Evil Twin”. Compactos y certeros en “Snakes and Ladders”. Con buenas melodías grunge de “New Comer”, Progresivos en “Karoshi” y “Down In The Sky”. Como siempre un ameno y gran directo.
Y sin apenas espera, el reciente combo, empieza su viaje por la costa californiana. Cinco melenudos blandiendo sus herramientas para construir las melodías mas apacibles del rock. Un Cadillac descapotable de los setenta, algo oxidado y que traquetea. Color azul celeste. Viajamos de San Francisco a San Diego siguiendo la línea del mar. Abren con “Julia” y “Hipster”. Al principio, como cuando comienzas un viaje en un coche nuevo estás algo titubeante. Pero es cuando mas fuerzas y ganas tienes.
“Es nuestro comienzo de gira. Sed indulgentes por favor” comenta entre agradecimientos el cantante, que coge carrerilla con su la intro en solitario de “Who”. Que incluye, como todas, unos geniales coros. “Telephone” es casi una baladita que nos invita a sacar los brazos para acariciar el viento que roza las ventanillas. Conduciendo el volante de nuestro descapotable está Dani, que con alegría canta e impone acordes de gran calado. Paco Loco ya está encendido como la turbo inyección de un coche y se le ve la raja del culo. El quinteto se destapa en “Second Hand Store”, que tiene melodías soberbias y punteos guitarriles maravillosos.
La carrocería es lo que da personalidad a un vehículo. Pero en este caso la lleva un tipo raro llamado Paco y que es el productor de la mitad de los discos de grupos españoles. La personalidad del sonido del grupo la pone el de El Puerto de Santa María con sus solos, riffs y acompañamientos de teclado. El motor está ocupado por un más que competente Juan Ewan, que deja atrás el sonido 40 Principales para ponerse al servicio del sonido power pop mas armónico.
El depósito lo llena con acierto tocando el bajo un tipo grandullón con pinta de robusto leñador americano. Es Minorboy (Pablo Magallanes). Por último, en el maletero, hay un paquete bomba: un batería llamado Rafa Camisón, que trasmite el rock por las baquetas y es otro componente fundador de Gas Drummers junto a Dani.
La parte final es la mas cañera, o por lo menos el volumen sube. Tras avisar en “Camera Eye” que les quedaba poco, agradecen el cariño del público demostrado en largos aplausos. Dan las gracias por la presencia de músicos locales de bandas como Second, Neuman, o los Perro, a los que dedican la pegadiza “Want”.
Las dos últimas son muy rockeras y nadie puede parar de menearse y dar palmas. “Station Of Rock” y su repetido estribillo: “Tune in for the station of rock” y “Better World”, su positivo mensaje y su final pletórico lleno de esperanza hacen que el viaje mereciera la pena. Y que nos dejará con ganas de mas.
Sin repostajes, con paisajes sonoros maravillosos y con la quinta marcha siempre embragada. Solo tienen 12 temas publicados, y el concierto duró poco. Esperemos que la próxima vez que nos visiten sea con mas canciones.
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