La organización humanitaria internacional Acción contra el Hambre busca a 130 jóvenes de la Región de Murcia que no estudien ni trabajen, para ayudarles a emprender su propio negocio o autoemplearse.
Quieren dar la vuelta al término “nini” ya que hoy en día los jóvenes desempleados y fuera del sistema educativo están muy lejos de serlo. Pero sí que son INconformistas, INquietos, INteligentes… son la Generación IN. Una generación capaz de crear su propio camino en el mundo laboral.
Con este proyecto además buscan reducir el riesgo de cronificación en la situación de desempleo y la apatía ante un mercado laboral precario, inseguro y carente de oportunidades que vive una buena parte de la población joven en esta provincia. Está financiado por el Fondo Social Europeo, el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Murcia y del Servicio Regional de Empleo y Formación de la Región de Murcia.
¿En qué consiste?
A través de talleres, juegos, participación en eventos y asesoramientos individualizados acompañarán a los jóvenes seleccionados en la puesta en marcha de sus proyectos. Incluso si necesitan ayuda económica podrán acceder a microcréditos para dar esos primeros pasos.
Se les enseñarán las competencias necesarias para ser una persona emprendedora: resistencia al estrés, capacidad de liderazgo, resolución de problemas… Trabajarán en mejorar su autoconocimiento y desarrollo personal a través del prototipado de ideas y de la participación en concursos. También habrá clases sobre marketing, fidelización de clientes o el plan de negocio.
¿Quién puede participar?
Está dirigido a jóvenes que tengan entre 16 y 30 años. Para participar en el proyecto es necesario tener una idea de negocio y estar inscrito en Garantía Juvenil (o cumplir los requisitos para inscribirse).
Si estás interesado en participar en este proyecto, puedes inscribirte en solo unos minutos en la siguiente web: www.somosgeneracionin.org.
Acción contra el Hambre
Acción contra lucha contra las causas y los efectos del hambre, salvan la vida de niños y niñas desnutridos, garantizan a las familias acceso a agua segura, alimentos, formación y cuidados básicos de salud… En España también facilitan el acceso al empleo a personas vulnerables como herramienta para huir de la exclusión, la pobreza y, en último término, la inseguridad alimentaria.
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