Ayer, sábado 12 de octubre, Jorge Drexler puso fin en Murcia a “Mundo abisal”, la gira en solitario que le ha llevado por más de 40 ciudades de España y Latino América. Un concierto que prometía ser especial, algo a lo que Drexler contribuyó con un pequeño poema en su cuenta de Twitter antes de que cayera la noche.
Sabiendo que todo empieza
y luego tiene un final,
conviven en mi cabeza,
hoy, alegría y tristeza.
Cerrando Mundo Abisal,
más de 40, en total,
conciertos, de norte a sur.
Y hoy un concierto especial:
Último Mundo Abisal
Murcia, @teatrocircomur
A ese ambiente especial que rodeaba el concierto se le unió cierta preocupación debido al estado de la voz del cantante. Lo que no consiguieron más de 40 conciertos lo consiguió un constipado pero a pesar de que su laringe no estaba del todo bien Jorge Drexler no dudó en subirse al escenario ya que como decía su profesor de canto: “No se canta con la laringe, sino con el corazón”. Quizás el ser otorrinolaringólogo sea una ventaja en estas situaciones.
Tras pedir perdón por el estado de su voz dio comienzo al concierto. Más de 2 horas y media de show en las que la participación con el público estuvo presente en cada momento. Un público entregado que no paró en ningún momento de cantar junto al uruguayo. Mención aparte el sorprendente juego de luces y sonidos sobre el escenario que ayudo a que esa conexión con el público fuera aún más intensa y especial.
Como no podía ser de otra forma en esta gira con motivo del 20 aniversario de su primera publicación discográfica, Drexler repasó toda su discografía sin olvidar ninguno de sus discos y haciendo las delicias de los presentes con canciones como “Milonga del moro judío”, “La edad del cielo”, “Amar la trama más que el desenlace”, “Todo se transforma”, “Transeúntes”, “Deseo”, “Disneylandia” o “Eco”. Así hasta completar una larga lista que no dejó indiferente a nadie. Todos parecían encantados.
No nos olvidamos de destacar uno de los momentos más especiales de la noche cuando el cantautor se plantó él solo en el escenario, sin guitarra ni ningún tipo de acompañamiento y comenzó a cantar “Al otro lado del río”, una de las canciones que el público deseaba escuchar con más ganas. Él que no se emocionara en ese momento debería mirárselo.
Ismael Soria
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