Oscars 2014 (I): Mejor guion y guion adaptado

 Nominadas a Mejor Guion

«La gran estafa americana»; «Blue Jasmine»; «Dallas Buyers Club»; «Her»; «Nebraska».

 Irene González

Cuando pienso en las características que debe tener una película premiada a mejor Guion Original, “Her” es la primera que me viene a la cabeza  de las nominadas de este año. Tenemos una historia que se ha contado miles de veces, la creación de una inteligencia artificial siempre se ha enfocado desde el rechazo y el miedo a la perdida de la supremacía por parte de la raza humana  – Una postura totalmente comprensible-, pero la película de Spike Jonze nos ha contado lo que viene antes de esa lucha. Nos muestra cuando la sociedad todavía no ha rechazado esta nueva forma de vida, narrada por un majo señor hipster con bigote que no vive la tensión de una nueva raza, si no una historia de amor.

Entre las nominadas tenemos lo opuesto con “La gran estafa americana”, una historia que se ha contado miles de veces, con un punto de vista que se ha visto miles de veces. David O. Russell pretendía darle este toque especial que supo plasmar en “El lado bueno de las cosas”, pero parece que no ha funcionado.

 Nominadas a Mejor Guion Adaptado

«Antes del anochecer»; «Capitán Philips»; «Philomena»; «12 años de esclavitud»; «El lobo de Wall Street».

  Jose Manuel Sala

No nos engañemos: el gran logro de “12 años de Esclavitud” ha sido rescatar del olvido un libro y sacar a relucir  un tema arriesgado en Estados Unidos. Steve McQueen (ha tenido que ser un inglés el que venga a realizar la película definitiva sobre la esclavitud estadounidense)solventa mil problemas narrativos del libro (demasiado azucarado en algunas ocasiones) e incluso se atreve a lanzar segundas lecturas a ciertos personajes (ese esclavista benévolo que interpreta Sherlock Holmes y que es, en el fondo, el verdadero Enemigo en la sombra).

Apasionado de la idea del cuerpo como prisión (ideas mejor exploradas en sus anteriores trabajos, todo hay que decirlo) es justo reconocer que el guión cumple, levanta y conmemora una nueva lectura (nunca de más) sobre el gran holocausto de la historia de Estados Unidos.

Por fin dejamos atrás sensiblerías propias de Steven Spielberg. Bienvenidos a un siglo XXI más libre (y mejor escrito, además).