
Hace solo unas semanas que abrió sus puertas en Murcia El Faro de Lola, una librería que no solo busca vender libros, sino convertirse en un auténtico espacio cultural para la ciudad. La idea surgió de la pasión por la literatura de su fundadora, que desde niña soñaba con trabajar rodeada de estanterías repletas de historias.
Durante años, sin embargo, su vida tomó otro rumbo: estudió Derecho y se preparó con firmeza para opositar al Cuerpo Jurídico Militar. Esa etapa le aportó disciplina y aprendizaje, pero también le hizo replantearse sus prioridades. “El Ejército es una profesión muy exigente, y yo estaba dispuesta a entregarme, pero con el tiempo entendí que quería otra vida”, recuerda.
El giro llegó en 2020, cuando abrió en Instagram la cuenta @lecturasdelola, con la que empezó a compartir reseñas y recomendaciones de sus lecturas. Lo que comenzó como un pasatiempo terminó reuniendo a una comunidad de amantes de los libros que la animó a dar el paso definitivo. Así, tras meses de reflexión y de trabajo silencioso, nació El Faro de Lola, un proyecto concebido con la convicción de que Murcia necesitaba un espacio cultural de este tipo, tal y como ocurre en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia.

El proceso de hacerlo realidad no fue sencillo. Dejar atrás la oposición para dirigir una reforma, hablar con distribuidoras o seleccionar los títulos que inaugurarían la librería supuso un desafío radical. “Cuando el 16 de mayo dejé la oposición, empecé a aprender a vivir”, afirma con una mezcla de humor y emoción. Durante este recorrido, Lola contó con el apoyo de profesionales, amigos y de sus padres, emprendedores de toda la vida, que la guiaron en esta nueva aventura. Aunque hubo días difíciles, la ilusión y las ganas siempre se impusieron a las dudas.
En cuanto a su propuesta, El Faro de Lola está pensada para acoger a todos los lectores, sin distinciones ni prejuicios. La librería ofrece un catálogo variado de géneros, desde narrativa hasta cómic o ensayo, y presta especial atención a las editoriales independientes, a menudo invisibles en las grandes cadenas pero con catálogos de gran calidad. Además, la llegada de novedades es constante, tanto de grandes grupos como de proyectos más pequeños, de manera que las estanterías siempre guardan sorpresas para los visitantes.

No obstante, el proyecto va más allá de los libros en venta. La librería nace también como espacio cultural de referencia, abierto a clubes de lectura, talleres y, por supuesto, firmas de autores y autoras. La programación cultural arrancará este otoño, con el objetivo de dar a Murcia un lugar de encuentro donde los lectores puedan conversar, compartir y acercarse a la voz de quienes escriben. “Sentía que Murcia capital necesitaba un rincón como este, un sitio donde los autores no pasen de largo y puedan encontrarse con su público”, explica.

El Faro de Lola aspira, en palabras de su creadora, a convertirse en un refugio para los murcianos y murcianas, un lugar donde escapar del ruido de la ciudad y encontrar un respiro entre libros. “Me encantaría que lo vieran como un espacio acogedor, un rincón donde sentirse en casa”, añade. Aunque reconoce que muchos la tacharon de “loca” por lanzarse a abrir una librería en pleno 2025, asegura que la respuesta en estos primeros días ha sido abrumadoramente positiva. “La gente está encantada con el proyecto y entonces todo cobra sentido. Hay sueños que merecen ser vividos, y este es el mío”.
Con esta mezcla de valentía, pasión y compromiso con la cultura, El Faro de Lola se perfila como un nuevo faro cultural para Murcia, un lugar que no solo ilumina el camino de los lectores, sino que también enriquece la vida cultural de la ciudad.
















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