Natos y Waor, el grupo más en forma de la escena, demostró en esta edición del festival Animal Sound que siguen con gasnas de pelea. Los hijos de la ruina y su legión de fans fueron lo más destacado en los dos días de conciertos de La Fica, por donde también pasaron Bad Gyal, Arkano, Recycled J, Locoplaya o Fatima Hajji.
Lo más destacado del primer día de festival estuvo en el escenario principal: el sonido tropical de Locoplaya primero y seguidamente el rap crudo de Arce. Con Bejo, Don Patricio y Uge en la tarima el público se runió por primera vez para dar color y calor suficiente al trío canario. Con mucha cara, pistolas de agua y golosinas, el grupo no necesitó más que soltar sus singles sin frenar ni un segundo el ritmo. El buen ritmo característico de Don Patricio y las skills de Bejo engachaban casi sin querer al público. Les sobra vacile y ganas de pasarlo bien a estos chavales. Tras su cierre, Arce se subió al escenario atrayendo aún más público, y más diverso. La edad media creció poco a poco, aunque se mantuvo alarmantemente cerca de la menoría de edad todo el festival. Con el sonido de los primeros compases el concierto se caldeó. No le hizo falta pedir ruido a Arce para que Murcia le pusiera en un pedestal.
El segundo día de este Animal Sound reunía a los principales nombres del cartel y doblaba el aforo fácilmente gracias al efecto llamada de Natos y Waor, Arkano, Javi Boss o Fatima Hajji. Las primeras cabezas comenzaban a apelotornarse en el escenario principal con Recycled J. El combo formado por el madrileño y Selecta solo se encontró al sol en contra durante su bolo. Animaron la fiesta desde la primera canción, Aunque digan que yo, todo un guiño al regguetón de los 2000.
Con el público ya en ebullición, Bad Gyal saltó a la tarima principal del Animal Sound con todo ganado, menos el sonido. Un fallo en el micro cortó le cortó la actuación, y el cansancio de varios bolos y viajes fue patente. Aún así, nadie dejó de bailar a los pies de Bad Gyal durante toda la hora de concierto. Anocheció por fin para recibir a Arkano, que en ese momento ya tenía gran parte del recinto lleno para recibirlo. El show del freestyler fue, con diferencia, uno de los más trabajados y perfeccionistas que he visto. Sin coreografías, pero subiendo y haciendo partícipes al público. Se montó hasta un fisrt dates en directo y no dejó una mala rima a la improvisación.
Con el listón bastante alto, Natos y Waor no tuvieron problema en dinamitarlo. A barrazos de acero y sin pestañear se metieron a los miles de hijos de la ruina presentes en el bolsillo. Chavales que llevaban seis horas bajo un sol horrible, cuarentones que esperaban a Javi Boss, hippies, pijos y punkis amantes de la música. La reunión era pintoresca, pero las voces al unísono eran atronadoras. Todas las gargantas entonaron, de principio a fin, las letras de Natos y Waor. Les sobra carísma y no les hace falta ni motivación para hacerlo fetén. Salieron, vieron y conquistaron. Tras el dúo, los más de 10.000 asistentes se repartieron para acabar la noche con Javi Boss, Fatima Hajji, Hardway o Deorro.
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