Marwan, de padre palestino y madre española, ha conseguido convertirse, gracias al boca a boca y al uso que él mismo hace de las redes sociales, en uno de los cantautores más reconocidos del circuito de salas de España he incluso, cuenta con giras internacionales a sus espaldas. Y yo, aficionada a la canción de autor, soy incapaz de perder la posibilidad de verle en concierto el día 18 de Enero, en Murcia.
Llego a La Puerta Falsa casi una hora antes del inicio previsto del concierto, pese a tener ya una mesa reservada desde hace unos días. El bar poco a poco se va llenando de personas de todas las edades que, ansiosas, buscan un lugar que ocupar que les permita también disfrutar de la imagen de este cantautor.
Sube al escenario de una sala totalmente abarrotada, cerca de la medianoche, y el bullicio va desapareciendo, poco a poco, para dejar paso a los primeros acordes de su guitarra…Suena «Te podría decir» y, sinceramente, creo que no puede haber mejor comienzo para la gran noche que este hombre nos tiene preparada. Con «Palabra por palabra» damos la vuelta al mundo y empezamos a girar…
Marwan que, además de cantar, escribe poemas, invita a subir al escenario a Diego Ojeda, cantautor canario al que llama cariñosamente su hermano. Con su libro en las manos «La triste historia de tu cuerpo sobre el mío» se dispone a deleitarnos con el poema «Continentes» mientras que un montón de ojos atentos, labios sellados y oídos más que abiertos se sumergen en él, en su voz, y se dejan guiar a lo largo y ancho del globo terráqueo. Diego hace lo propio con su «A pesar de los aviones» y nos lee el único poema que no fue escrito en uno de ellos. Se despide de nosotros, dando paso a Marwan, con sus «Once meses» y yo sonrío feliz porque él volverá mucho antes, concretamente el 12 de abril.
Canciones como «Mi paracaídas», «El chándal» o «El tango del feriante» hacen que el público se anime a cantar y a acompañar, al ritmo de guitarra, con palmas. «Carita de tonto», o no, es lo que se nos queda a más de uno escuchando a este espectacular artista. Y, sí, digo artista porque eso es lo que es: compone canciones, canta, escribe poemas y, encima, es un excelente showman. ¿Habéis estado en el concierto de algún cantautor y os han dolido los mofletes de tanto sonreír? Pues, queridos lectores, con Marwan siempre es así.
El concierto, pese a los deseos del público, parece que ha llegado a su fin; aunque tras los gritos de ¡Otra! ¡Otra! ¡Otra!, Marwan coge de nuevo su guitarra para contarnos las cosas que no pudo responder… Para finalizar, y esta vez de verdad, suena «Canción a mi padre» y todo el publico se enternece, tal y como he hecho minutos antes con «Mi columpio», canción dedicada a su madre.
Me quedo con ganas de escuchar en directo «Sueños sencillos» pero, ya sabéis, que esos sólo los tenemos con personas complicadas…
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Crónica por Alicia Manzanares.
Fotografías por Ismael Soria.
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