Un beef (también denominado plex) es un término dentro de la cultura hip-hop que se usa para determinar una pelea o controversia entre dos raperos creando una rivalidad en la que cada uno difama y se enfrenta al otro de cualquier forma. (Wikipedia)
Mucho hemos tenido que oír los más aficionados al rap sobre el ‘choque’ (que no ha sido tal al final) entre Lechowski y Kase.O. Sin embargo hay una idea que no he parado de escuchar entre muchos fieles del género que me chirría en los oídos: «A mí me da vergüenza».¿Vergüenza, me pregunto, exactamente el qué? El conflicto en sí, me responden la mayoría. ¿Vergüenza entonces de ser persona y de que existan los conflictos y las disputas entre éstas? No, vergüenza de que dos «exponentes» del rap se peleen de esa forma.
No puedo evitar si no quedarme de piedra ante una afirmación tal porque me da por preguntarme si que a uno le acusen públicamente de plagio es algo que debe quedar sin respuesta o quizás la problemática se deba a que los artistas son seres humanos y no máquinas que ha parido un ordenador. Y, sobre todo, me quedo de piedra al comprobar que efectivamente, leemos muy poco. Pero no sólo eso, ya que ahora tenemos ciertas excusas a las que acomodarnos como; la televisión, el cine, las series, las redes sociales, los videojuegos…estímulos más poderosos, a simple vista, a los que acudir. Sin embargo, ¿de verdad que no hemos aprendido nada de lo que hemos estudiado en el colegio o el instituto? A simple vista parece que no, si no sabríamos que los grandes de la literatura siempre se han enseñado los dientes los unos a los otros desde que el mundo es mundo. Algunos por orgullo, otros por brutal choque de perspectiva, otros por provocar, algunos por llamar la atención, muchos por el gusto del conflicto…por su condición humana, vamos.
Es por tanto que se me ha ocurrido este…
TOP 5: ‘BEEFS’ (TROYAS) EN LA LITERATURA EN ESPAÑOL
1. Javier Marías VS Camilo José Cela
Lo cierto es que Cela nunca se ha llevado especialmente bien como autor (y casi que como persona tampoco) con casi nadie, mucho menos de las generaciones posteriores a la suya. Tampoco casi nadie le guardó un especial cariño como persona desde la publicación de aquella carta en la que se ofrecía como delator para el Régimen (a la que algunos atribuyen credibilidad y otros no). Y, volviendo a lo estrictamente literario, como autor…siempre ha sido, como mínimo, muy discutido. Uno de los escritores que más ‘cera’ le han dado desde, cabe suponer, siempre ha sido Javier Marías (uno de los nombres que sonaba para el Nobel de este año, por cierto), quien le ha dedicado palabras como estas:
«Cuando nuestro actual premio Nobel recibió el premio Nobel que lo ha convertido en premio Nobel, declaré que me parecía la peor noticia posible para la literatura española, ya que suponía la entronización anacrónica de la novela más folklórica, castiza y rancia, contra cuya dictadura los escritores más jóvenes veníamos luchando hacía tiempo»
Y éste no es más que un simple ejemplo. Marías se ha cuestionado incluso si Cela ha escrito una sola obra digna de pasar a la historia. Una sola. Lo cual, dicho sobre alguien que entre novelas largas, cortas, de relatos, ensayos etc habrá escrito más de una centena es peor que darle un puñetazo. Sin embargo hablar de las disputas de Javier Marías (una de las más divertidas con Muñoz Molina) o de las de Cela (contra todo quisqui, básicamente) nos ocuparía, afortunadamente para nuestro disfrute, un blog entero dedicado al tema. Quizá otro día.
2. Roberto Bolaño VS Arturo Pérez-Reverte
Por más que indague no logro encontrar como empezó todo esto, pero es muy probable que empezase sin más, como casi todas las guerras en las que se metía Bolaño. En una entrevista dedicó dos puñaladas a Pérez-Reverte que al entrevistador debieron hacerle humedecer las partes más blandas de su anatomía visible:
«¿Qué le produce el hecho de que Arturo Pérez Reverte sea actualmente el escritor más leído en lengua española?
-Pérez Reverte o Isabel Allende. Da lo mismo. Feuillet era el autor francés más leído de su época.
¿Y el hecho de que Arturo Pérez Reverte haya ingresado a la Real Academia?
-La Real Academia es una cueva de cráneos privilegiados. No está Juan Marsé, no está Juan Goytisolo, no está Eduardo Mendoza ni Javier Marías, no está Olvido García Valdés, no recuerdo si está Álvaro Pombo (probablemente si está se deba a una equivocación), pero está Pérez Reverte. Bueno, (Paulo) Coelho también está en la Academia brasileña.»
BOOM, y tal. Gratuitamente. Primero lo compara con Feuillet (para los que no sepáis quién es, esa es la mejor prueba contra él: no sabéis quién es) y después con Paulo Coelho. Para el orgullo del cartagenero debió ser una poderosa patada en el píloro. Claro que no debió tomárselo demasiado por lo personal porque Bolaño tenía estopa para todos; Isabel Allende, Pablo Neruda, Laura Esquivel, Diamela Eltit y un amplísimo etcétera fueron mencionados por la ponzoñosa (y dicen que amargada) lengua de Bolaño.
Aunque Arturo no pudo resistirse a devolvérsela varias veces tildándole de «autor aburrido» siendo la más jugosa y venenosa (para mí al menos) una columna en la que narra cómo mantiene esta conversación con Javier Marías (una buenísima venganza por lo de la RAE, ya que Bolaño mencionó a Marías) una vez muerto Bolaño (lo cual me parece un detalle deliciosamente cruel) :
Es un autor que me parecía -a mí, no a Javier- increíblemente avinagrado y aburrido cuando estaba vivo, y me lo sigue pareciendo muerto. Lo de avinagrado se explica porque en vida nadie le hizo caso ni compró sus libros; eso lo malhumoró mucho.
Fin del combate. Lo raro, conociendo (de leídas sólo, claro) a Pérez-Reverte, es que se contuviese lo suficiente para no soltar un magnífico e inconmensurable: ‘jódete que estás muerto, cabronazo’ que hubiera sido épico.
3. Huidobro vs Neruda
Cabe decir que el carácter del, para un servidor, magnífico poeta Vicente Huidobro era cuanto menos reacio al falso amiguismo literario que imperaba en aquel entonces en Hispanoamérica y que casi obligaba a cualquier autor a besar los pies de ciertos nombres consagrados por consenso populista popular. De García Lorca dijo que «era un poeta muy mediocre», y es célebre aquella carta que escribió a Buñuel en la que le espetaba aquel magnífico y ‘taleguero’: «sépase que el día que me tocara usted un pelo sería un día bien triste para sus dientes y si fuera usted más fuerte que yo se encontraría usted cinco tiritos en el vientre«. Pero la animadversión que sentía a Neruda era especial. Tanto que los expertos ni siquiera se ponen de acuerdo en cómo empezó el ‘beef’. La primera prueba fehaciente data de 1935, aunque bien es probable que hubiera algún encontronazo previo, cuando en la revista Vital Huidobro escribió aquel poema/manifiesto en el que trataba el controvertido tema del supuesto plagio de Neruda a Tagore (poeta bengalí de la generación anterior a la de los hispanos) y arrojaba dardos al escribir cosas como:
«Ataquemos a Huidobro, calumniemos a Huidobro.
Si los jóvenes no admiran a Neruda es culpa de Huidobro.
Si hay un poeta en Magallanes; que encuentra viejo y pasado a Neruda es culpa de Huidobro.
Si hay un poeta en Arica que encuentra los versos de Neruda romanticones y azucarados es culpa de Huidobro.»
Más que una obviedad resultaría el decir que quien calificaba a Pablo Neruda de «viejo» y «pasado», y a sus versos de «romanticones y azucarados», no es otro que Vicente Huidobro. El, valga la redundancia, creador del creacionismo jamás se llevó el Nobel pero tampoco importó, ya que la disputa fue zanjada por el propio Neruda cuando, años después de la muerte de Huidobro, escribió un par de textos (uno en 1968 y otro en 1974) en los que, muy tarde, reconocía la calidad literaria de su otrora adversario.
4. Vargas Llosa VS García Márquez
Lo que ocurrió entre el peruano y el colombiano, tan amigos antes de la disputa que llamaban a sus hogares ‘las casas comunicantes‘, es algo que probablemente no se aclarará nunca. Vargas Llosa está harto de hablar del tema y la muerte de García Márquez no le ha animado a despejar alguna de las incógnitas que aún pesan en el aire. Las versiones son distantes; puede que García Márquez se insinuase a Patricia Llosa, mujer de Mario, puede que sólo le sugiriera ser amantes como una broma o puede que efectivamente yacieran en el lecho del peruano para mayor deshonra de éste, pero en cualquier caso lo que se sabe, y muchos pudieron ver, es esto: En el estreno de una película, ‘Gabo’ se acerca con los brazos extendidos a darle un abrazo a Vargas Llosa (llevaba tiempo sin verlo) mientras le llama «hermanito». Vargas Llosa sin embargo le responde con un derechazo tremendo en la cabeza que deja al mágico realista semi-inconsciente en el suelo y le espeta algo que los testigos aún no se ponen de acuerdo en confirmar:
– ¡Esto es por lo que le (dijiste/hiciste) a Patricia! ¡¡TRAIDOR!!
Pero se especula desde siempre en ciertos ambientes que todo fue una excusa que se puso Vargas Llosa ante sí mismo para distanciarse de García Márquez. Vargas Llosa comenzaba entonces su cambio de mentalidad política, más ‘hacia la derecha’ para resumirlo de una forma pobre, banal e inexacta, pero efectiva, mientras que Márquez se mantenía férreo en su apoyo a Castro, a la revolución y al comunismo. Pasase lo que pasase no se dedicaron furibundos poemas para demostrar «quien la tenía más larga» (la pluma) así que más allá del morbo de aquel puñetazo no hay nada demasiado interesante que contar.
5. Quevedo VS Góngora
Poco puede alguien como yo aportar a las cientos, puede que incluso miles, de páginas escritas sobre el ‘beef’ más relevante que jamás haya conocido la literatura en castellano. La historia es harto conocida por todos, dos estilos que chocan (culteranismo y conceptismo) y a su vez provocan que los dos mejores autores del momento también lo hagan. Es asumido que todo empezó cuando, estando ambos en Valladolid, Quevedo lanza el primer dardo, que no tarda en tener respuesta. El por qué es algo a lo que la calavera de don Francisco sólo responde con una irónica sonrisa. Algunos afirman que en busca de relevancia y fama, en su afán de ser leído. Otros que era simple cuestión de orgullo, de demostrar que era mejor liricista que el consagrado don Luis. Pero eso no importa. Lo relevante es la espiral en la que entraron y que produjo auténticas maravillas para la poesía española. ‘Francisco de Quebebo’ (en obvia alusión a la afición del poeta por degustar vino en cantidades industriales 7 noches por semana) contra ‘El hombre a una nariz pegado’ (alusión más obvia aún, si cabe), si uno llama al otro borracho, éste contraataca llamándole judío (algo que en pleno siglo XVII no estaba precisamente bien visto), entonces respondía Góngora atacando a la famosa cojera de Quevedo y éste hacía lo propio con la «superlativa» nariz del culteranista. En cualquier caso, vayamos pues a ver lo que hemos venido a ver: la sangre. Estos son, a mi parecer, los mejores versos que se dedicaron:
Quevedo: «Yo te untaré mis obras con tocino» (1609/1610)
Yo te untaré mis obras con tocino
Porque no me las muerdas, Gongorilla,
Perro de los ingenios de Castilla,
Docto en pullas, cual mozo de camino.
Apenas hombre, sacerdote indino,
Que aprendiste sin christus la cartilla;
Chocarrero de Córdoba y Sevilla,
Y en la Corte, bufón a lo divino.
¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aun no lo niega?
No escribas versos más, por vida mía;
Aunque aquesto de escribas se te pega,
Por tener de sayón la rebeldía.
Góngora: «Qué lleva el Señor Esgueva» (1601/1606)
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva este río crecido,
Y llevará cada día
Las cosas que por la vía
De la cámara han salido,
Y cuanto se ha proveído
Según leyes de Digesto,
Por jüeces que, antes desto,
Lo recibieron a prueba.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva el cristal que le envía
Una dama y otra dama,
Digo el cristal que derrama
La fuente de mediodía,
Y lo que da la otra vía,
Sea pebete o sea topacio;
Que al fin damas de Palacio
Son ángeles hijos de Eva.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva lágrimas cansadas
De cansados amadores,
Que, de puro servidores,
Son de tres ojos lloradas;
De aquél, digo, acrecentadas
Que una nube le da enojo,
Porque no hay nube deste ojo
Que no truene y que no llueva.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva pescado de mar,
Aunque no muy de provecho,
Que, salido del estrecho,
Va a Pisuerga a desovar;
Si antes era calamar
O si antes era salmón,
Se convierte en camarón
Luego que en el río se ceba.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva, no patos reales
Ni otro pájaro marino,
Sino el noble palomino
Nacido en nobles pañales;
Colmenas lleva y panales,
Que el río les da posada;
La colmena es vidriada
Y el panal es cera nueva.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Lleva, sin tener su orilla
Árbol ni verde ni fresco,
Fruta que es toda de cuesco,
Y, de madura, amarilla;
Hácese de ella en Castilla
Conserva en cualquiera casa,
Y tanta ciruela pasa,
Que no hay quien sin ella beba.
¿Qué lleva el señor Esgueva?
Yo os diré lo que lleva.
Espero que hayan disfrutado, hasta aquí el espectáculo. No sin un bis que servidor, como es muy de Quevedo, quisiera también citar:
Quevedo (contra el culteranismo): «Receta para hacer soledades en un día»
Quien quisiere ser culto en sólo un día
la jeri (aprenderá) gonza siguiente:
fulgores, arrogar, joven, presiente,
candor, construye, métrica, armonía;
poco, mucho, si, no, purpuracía,
neutralidad, conculca, erige, mente,
pulsa, ostenta, librar, adolescente,
señas, traslada, pira, frustra, harpía.
Cede, impide, cisuras, petulante,
palestra, liba, meta, argento, alterna,
si bien, disuelve, émulo, canoro.
Use mucho de líquido y de errante,
su poco de nocturno y de caverna,
anden listos livor, adunco y poro;
que ya toda Castilla
con sola esta cartilla
se abrasa de poetas babilones,
escribiendo sonetos confusiones;
y en la Mancha pastores y gañanes,
atestadas de ajos las barrigas,
hacen ya cultedades como migas.
2 Comments
[…] Los 5 ‘beefs’ más importantes de la historia de la literatura en castellano […]
Alguna célebre hubo entre Umbral y un Pérez-Reverte q ni de lejos era lo q es hoy.