La restauración de los elementos singulares de la Cárcel Vieja entra en su fase final

El proyecto de rehabilitación de la Cárcel Vieja de Murcia avanza hacia su fase final con los trabajos de recuperación de más de 90 elementos originales del edificio, poniendo el foco en la conservación fiel y en el respeto por la memoria histórica del inmueble.

La intervención forma parte de la fase 2.1 del proyecto, y está siendo ejecutada bajo supervisión técnica y con el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la CARM. El objetivo es claro: conservar antes que sustituir, preservando las imperfecciones y cicatrices que otorgan valor y autenticidad al conjunto.

Piezas únicas, tratadas con mimo artesanal

Un equipo especializado de restauradoras trabaja en un taller específico donde se están limpiando, reparando y consolidando 32 elementos singulares, entre los que destacan:

• 20 piezas de madera como la antigua garita de vigilancia o la campana de cocina

• 8 piezas de arte mural y rótulos originales

• 4 enseres históricos del interior del edificio

Además, se contempla la recuperación de 60 rejas de ventanas, así como de puertas originales, mamparas de locutorios y escaleras.

Cada objeto está siendo documentado fotográficamente antes, durante y después del proceso, garantizando así la trazabilidad y el rigor técnico del trabajo. La vicealcaldesa ha subrayado que “la conservación del patrimonio no es una opción, es una obligación que define nuestra identidad como ciudad y como sociedad”.

Tratamientos especializados para madera y metal

Los elementos de madera están siendo tratados mediante procesos respetuosos y específicos:

• Consolidación de zonas dañadas por xilófagos con Paraloid B72

• Reconstrucción de partes desaparecidas con pasta de madera

• Limpieza mecánica (aspiradores, cepillos, bisturí) y química (jabón neutro diluido)

• Desinsectación con Xylamon y aplicación final de barniz acrílico satinado para interiores

En el caso de los metales —rejas, herrajes, bisagras—, los tratamientos incluyen:

• Limpieza en seco con herramientas de medio filo y lana de acero

• Uso puntual de decapantes en zonas muy deterioradas

• Protección con barniz mate específico para metales, que conserva pátinas y señales del tiempo como elementos de valor