La Guerra de las Galaxias cumple el próximo mes de mayo 40 años. Su estreno en 1977 supuso un antes y un después por diversos motivos y, aún a día de hoy, sigue levantando las mismas pasiones que hace cuatro décadas. Muchos son los ríos de tinta que se han vertido sobre esta película y, seguramente, repetiremos los mismos puntos que se han escrito sobre ella en alguna ocasión; 40 años a sus espaldas y seis Oscar de la Academia dan para mucho, pero no por ello vamos a dejar de intentar argumentar nuestro titular.
En marzo de 1997, coincidiendo prácticamente con el vigésimo aniversario de la película, se reestrenó en los cines españoles La Guerra de las Galaxias, esta vez con el subtítulo Edición Especial y que no era otra cosa más que una edición restaurada y remasterizada a la que George Lucas añadió nuevas escenas, nuevos efectos digitales y retoques por aquí y por allá, que a algunos encantaron y a otros espantaron.
La película, que gozaba ya de una enorme fama mundial y un culto que sigue vigente otros 20 años después. Se había pasado por televisión en innumerables ocasiones y había conocido varias ediciones en VHS y aún así, su vuelta a los cines consiguió recaudar la friolera cifra de 580 millones de dólares mundiales. Taquilla que, sumada a la recaudación del estreno original en 1977 y el reestreno en salas en 1982, asciende a más de 1.350 millones de dólares a nivel mundial. Y esos sólo son los beneficios directos de la taquilla, sin contar merchandising, videojuegos y licencias. Una brutalidad.
Han pasado 20 años exactos desde ese reestreno y, probablemente, si se volviese a estrenar en salas, volvería a recaudar grandes cantidades de dinero. Porque hay varias razones en La Guerra de las Galaxias que la convierten en una película imprescindible que cambió el cine por muchos y muy diversos motivos y su influencia en el cine posterior continúa siendo enorme. Ha tenido mil imitaciones e innumerables secuelas y precuelas, pero ninguna ha conseguido nunca (por mucho que se hayan acercado) reproducir la esencia de la original.
En este artículo trataremos de enumerar algunos de los motivos por los que esta película se ha convertido en un fenómeno y por qué, a día de hoy, sigue siendo una de las más importantes de la historia del cine. Porque (parafraseando a nuestros amigos de Las Horas Perdidas) La Guerra de las Galaxias es la Rocío Jurado de las películas de aventuras. La más grande. La gloria.
- Porque es aventura pura. Sin trampa ni cartón
Desde su famoso rótulo de letras amarillas, nos adentramos en la pura aventura. La clásica. En la que los buenos son buenos y los malos son muy malos y en la que el relato va fluyendo de una forma tan natural que vista a día de hoy sigue siendo increíble que únicamente dure dos horas.
- Por su estructura de relato clásico
Su simpleza clásica, casi de cuento, hace que el guión se estructure de la forma más primaria posible, contándonos las 12 etapas del viaje del héroe de la literatura: héroe (Luke Skywalker) que debe enfrentarse a un villano muy malo (Darth Vader) para salvar a una princesa (Leia) atrapada en un castillo (o Estrella de la Muerte) que por el camino conocerá a un mentor y a sus aliados que le ayudarán en su misión de la que aprenderá una valiosa lección y que cambiará el orden establecido una vez esté completada.
- Porque tiene una princesa feminista que no necesita ayuda
La princesa Leia, interpretada por la recientemente desaparecida Carrie Fisher, es uno de los grandes iconos feministas del cine. Sus diálogos, sus enfrentamientos verbales con Darth Vader y su decisión e independencia hacen que el relato clásico invierta sus roles y acabe siendo ella quien ayude a sus rescatadores a escapar. Entre otras hazañas. Todo eso sin contar que es la lideresa de la rebelión contra el malvado Imperio.
- Por crear un universo propio que ha trascendido
Inspirado por películas como Metrópolis, Lawrence de Arabia o 2001, una odisea del espacio, George Lucas creó un universo original único lleno de planetas, personajes, alianzas, lenguajes. Con un diseño de producción asombroso y una iconografía exclusiva que ha perdurado a lo largo de los años, siendo igualado, únicamente por Avatar de James Cameron.
- Porque dio origen al cine moderno
Su fuente principal son los seriales galácticos y pulp como Flash Gordon. En realidad no inventó nada, pero George Lucas supo revisitar los clásicos y reinterpretarlos (al igual que toda la hornada de directores de su generación: Coppola, Spielberg o Scorsese) cogiendo un género de Hollywood y lavándole la cara, añadiendo elementos de otros géneros, como el cine de samuráis o el western.
- Porque estos sí son los androides que buscabais
C3PO y R2D2 son los androides que desencadenan de algún modo la acción de la película y suponen el alivio cómico de la misma. Sus personalidades tan dispares a la vez que complementarias, recuerdan a dúos cómicos como Abbott y Costello y son las figuras con las que el público más infantil puede sentirse identificado. Su fama es tal que protagonizaron su propia serie de animación en los años 80 y son los únicos personajes de la saga que aparecen tanto en secuelas como en precuelas.
- Por la Fuerza
“La Fuerza es un poder metafísico, una energía creada por todas las cosas vivientes. Nos rodea, nos penetra y mantiene unida la Galaxia”(Star Wars. 1977). Esas eran las palabras de Obi-Wan Kenobi para referirse a la Fuerza. De clara inspiración budista y oriental, George Lucas supo dotar de una espiritualidad única su película. Y como toda energía tiene su cara y cruz, el lado luminoso y el lado oscuro. El bien y el mal. Luz y oscuridad. Simple y precioso.
- Por sus efectos especiales
Si no existe, me lo invento. El señor Lucas lo tenía muy claro. Para contar la película que quería contar necesitaba un despliegue considerable de efectos visuales. La Fox, que era quien distribuiría la película, no contaba con un departamento de efectos especiales, así que Lucasfilm fundó Industrial Light & Magic (ILM) para desarrollar los 365 efectos especiales que la película requería,desde las naves espaciales a los sables láser. Su legado continúa hasta la actualidad y es a esa empresa a la que debemos, entre otras cosas, los dinosaurios de Parque Jurásico y los tornados de Twister.
- Porque Darth Vader es el mejor villano de todos los tiempos
Su presencia. Su rostro oculto bajo esa máscara. Su respiración. Darth Vader es todo un icono de la cultura popular. El antagonista clásico, vestido de negro y conocedor de las artes oscuras, en este caso del reverso tenebroso de la Fuerza, es el villano más grande que nos ha dado Hollywood. Empecinado en acabar con la rebelión, su empeño y determinismo serán desencadenantes de lo que le suceda al héroe. Tal fue el impacto del personaje que, en realidad, su presencia está presente en todas las películas de la saga. Además, protagoniza una de las revelaciones más grandes que se hayan visto en una película.
- Por sus frases míticas
La Guerra de las Galaxias está llena de frases míticas. Prácticamente, podría narrarse la película a través de sus citas. Algunas han trascendido tanto que forman parte del vocabulario diario de mucha gente.
“Ayúdame Obi-Wan Kenobi. Eres mi única esperanza”.
“Que la Fuerza te acompañe”.
“Estos no son los androides que buscáis”.
“¡Gracias sean dadas al Hacedor!”
“Si existe un centro del Universo, estás en el planeta más alejado de él”.
«La Fuerza estará contigo…siempre”.
- Por Han Solo. El canalla definitivo
Harrison Ford es Han Solo. Es Blade Runner. Es Indiana Jones. Harrison Ford es tu infancia y el personaje que compone en La Guerra de las Galaxias es, sin duda, uno de los más sarcásticos que hemos visto nunca. Han es guay por el mero hecho de ser Han. Imitado hasta la saciedad y hasta la actualidad. Su arquetípica personalidad de canalla con buen corazón no era nueva, pero sí muy refrescante. Y la interpretación de Ford, dotaba al personaje de una dosis de ironía extra. Golfo, pendenciero, egoísta y con un corazón de oro. Además es el dueño del Halcón Milenario, la nave que hizo la carrera de Kessel en menos de doce parasegundos. Lo tiene todo.
- Por dar origen a una franquicia para dominarlos a todos
El éxito de La Guerra de las Galaxias pilló a todos los implicados por sorpresa. Tan sólo Steven Spielberg, tras ver un pase preliminar de la película, auguró que sería un éxito de taquilla sin precedentes. Tal era la poca confianza que Fox tenía en la película que le vendió a George Lucas los derechos totales de explotación del film (licencias, merchandising, publicidad, posibles secuelas, etc.). Cuando se convirtió en una de las películas más taquilleras de la Historia, Fox quiso tirarse de los pelos, pero ya era demasiado tarde. Lucas había comenzado a construir su imperio (nunca mejor dicho) y empezó ráìdamente a trabajar en las secuelas, dando lugar a la franquicia más rentable de todos los tiempos. La más titánica. La más colosal. Una franquicia para dominarlos a todos.

Una franquicia para gobernarlos a todos. Una franquicia para encontrarlos.
Una franquicia para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en el rancho Skywalker donde vive George Lucas».
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