Gabriel Hernández presentará «Mayo del 82» junto a sus hijos Rey Lobo y Alex Juarez
Día: 27 de septiembre.
Hora: 20.00 horas.
Lugar: Aula de Cultura de la Fundación Caja Mediterráneo (Murcia).
Entradas: 9€ / 12€.
Tras agotar entradas el pasado marzo para el que fue su primer concierto en 35 años, Gabriel Hernández volverá a subirse a un escenario en Murcia, en el Aula de Cultura de la Fundación Caja Mediterráneo, dentro del Ciclo Músicas Desencajadas. Interpretará las canciones de «Mayo del 82», la cinta que sus amigos le grabaron en directo hace más de tres décadas, momento en el que Gabriel dejó los escenarios para hacer carrera en el psicoanálisis.
Un concierto muy especial, en el que Gabriel Hernández estará acompañado por el directo de sus hijos, Rey Lobo y Alex Juarez, responsables de que esa maqueta haya visto ahora la luz, además de colaboraciones de músicos murcianos de gran talento. El evento tendrá lugar el viernes 27 de septiembre.
La historia de Gabriel llamó la atención de medios como El País por sus similitudes con «Searching for Sugar Man» y su música, con influencias de grandes de la Nueva Canción como Silvio Rodríguez o Pablo Guerrero, se acompaña ahora en directo de sutiles arreglos de cuerdas, guitarra eléctrica y electrónica. Gabriel Hernández vuelve a llevar «Mayo del 82» al directo.
“Hernández podría haber hecho carrera en la canción, casi seguro, pero terminó orillando la guitarra para desarrollar profesionalmente su otra gran pasión, el psicoanálisis, desde el pequeño municipio murciano de Librilla. Desde hace más de treinta años, solo los familiares más próximos han gozado del privilegio de escuchar su voz, exclusivamente en fechas muy señaladas. Pero sus dos vástagos han conseguido rescatar y restaurar algunas grabaciones caseras fascinantes que pueden escucharse desde hace algunas semanas en Spotify. Su título, para no desviar la atención sobre lo relevante, se corresponde con la fecha de las cintas desempolvadas: «Mayo del 82». Y su encanto, para cualquiera que se asome a ellas, es muy evidente.” Fernando Neira, El País
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