Entre proyección y proyección, Jesús de la Peña, director del IBAFF, nos ha dedicado un rato para hablar de esta nueva edición del Festival Internacional de Cine de Murcia. Un festival que durante unos días llena la ciudad de propuestas que de otra manera sería prácticamente imposible disfrutar en Murcia, un festival que apuesta por un cine diferente, un festival que abre una ventana al resto del mundo.
¿Cómo ha sido sacar adelante esta nueva edición del IBAFF?
Como siempre, un reto enorme y una responsabilidad aún mayor. Por suerte el IBAFF cuenta con un equipo de profesionales espectacular que pone toda su energía en superar la edición anterior. Atrás han quedado diez ediciones, y esta undécima la afrontamos como si fuera la primera; con mucha ilusión y con ganas de ver como la ciudad de Murcia se mueve y se vuelca con el cine.
¿Cuál es el mayor reto cada año para un festival como el IBAFF?
Lo obvio sería decirte que sacarlo adelante. Conseguir una programación de calidad en un tiempo récord con unos medios modestos y un equipo mucho más pequeño que lo habitual en este tipo de festivales. Pero para nosotros, desde el principio, el mayor reto es educar en y para el cine. Conseguir que la sociedad murciana abra su mente a propuestas visuales complejas y pierda el miedo a salirse de la norma.
Si somos sinceros tenemos que decir que la programación del IBAFF no es fácil de hacer llegar al gran público, ¿cómo os enfrentáis desde la organización a este aspecto?
Estoy de acuerdo contigo en que es complicado llegar al gran público con nuestra programación al primer toque. Pero en el Festival Internacional de Cine de Murcia somos unos jugones y entendemos esto como una carrera de fondo. De hecho todo el equipo del IBAFF está convencido de que el cine que mostramos es universal, que narra historias cercanas y accesibles con las que conmoverse y sentirse identificado.
El mayor problema está en la educación cinematográfica establecida. Por eso nuestra apuesta está en acercar este tipo de cine a la infancia con sesiones que se escapan a la disneyficación a los que están acostumbrados, como por ejemplo con los cortos de animación europea que mostramos el pasado domingo. Acercar otras formas de entender el cine a los jóvenes de Institutos de la Región con el IBAFF Joven y, sobre todo, en formar espíritus críticos y creativos con los talleres y seminarios que acompañan al Festival.
Y no debemos estar haciéndolo mal porque este año hemos agotado plazas en tiempo récord y tenido listas de espera como para doblar todos los cursos.
Según tu punto de vista, ¿qué aporta un festival como el IBAFF a la ciudad de Murcia?
Aire fresco. Desgraciadamente, la mayoría de películas que se producen en circuitos no comerciales no llegan a Murcia y el cine en V.O. también brilla por su ausencia. No debemos olvidar que la Región vive unos de sus mejores momentos en el sector audiovisual y parece que por fin se está visibilizando el trabajo de cientos de profesionales y creativos. El IBAFF busca ser un apoyo a todos ellos y a un colectivo que tiene ganas de experimentar, trasgredir y de no conformarse sólo con la oferta cinematográfica más extendida.
¿Nos puedes contar cómo es la selección de las películas que forman parte del festival?
La selección es algo bastante tedioso. Un proceso minucioso que se desarrolla a lo largo de todo un año y que requiere de la experiencia de un equipo que visiona constantemente plataformas de distribución, acude a festivales, vista pequeñas muestras de cine y, sobre todo, bucea entre las películas que se inscriben para ir encontrando las perlas que conformarán la Sección Oficial.
Lo bueno es que el IBAFF está muy alejado de la obsesión por las primeras obras –lo que se ha venido a llamar Efecto Rotterdam– y eso simplifica el trabajo muchísimo. Nos guiamos por nuestro instinto y el espíritu rebelde e inconformista que caracteriza nuestras propuestas.
¿Y cómo se seleccionan a las personalidades premiadas en cada edición?
Los galardones honoríficos del IBAFF se otorgan a personalidades cinematográficas con una visión particular de entender el cine y en consonancia con los ideales del festival de Viaje y Creación. Majid Majidi fue el elegido el primer año y a lo largo de la historia del festival, se han concedido al director de fotografía italiano Vittorio Storaro; a cineastas como Abbas Kiarostami, Isaki Lacuesta, Jaime Rosales, Pere Portabella o Lucrecia Martel, al guionista Jean-Claude Carrière, a las revistas Trafic o Caimán Cuadernos de Cine, a la Cinemateca Portuguesa, a la Federación Internacional de la Crítica Cinematográfica (FIPRESCI), al Festival de Cine de Cartagena o a la Academia de Cine…
En cada edición se busca premiar personalidades o entidades que sean indiscutibles por su trayectoria o por la repercusión que tienen en el sector. Desde el Festival se hace una propuesta a la Concejalía de Cultura y es el propio Ayuntamiento quien decide. Este año le ha tocado el gran Peter Greenaway.
Las series se están haciendo un hueco en el festival, incluso habéis premiado a Álvaro Morte. ¿Vive el mundo de las series el mejor momento de su historia? ¿En qué crees que reside este “boom” que han vivido desde hace unos años?
Si no el mejor momento (que siempre está por llegar), atraviesa un momento muy dulce que está regenerando el sector. El boom quizás lo ha facilitado la inmediatez y el acceso desde casa cómo y cuando uno quiere. Pero el premio a Álvaro Morte, nuestro primer Arrebato, no pretende sólo visibilizar la realidad de las series, que ya no conocen fronteras ni geográficas ni de concepto o estilo –como el IBAFF–.
Morte ejemplifica el esfuerzo y la entrega de muchos actores españoles que luchan por vivir dignamente de una profesión sacrificada. Una historia, en su caso, con final feliz.
Este año Movistar ha vuelto a colaborar con el IBAFF, ¿pueden ser las plataformas de streaming un buen aliado para los festivales?
Tienen que serlo, por lo menos en este momento. La realidad del mundo audiovisual va cambiando y nosotros con ella. En 2017, coincidiendo con el festival de cine más importante e influyente del mundo: Cannes en Francia, se generó una polémica que lejos de ser una pelea aislada, dice mucho sobre la situación actual, las nuevas formas de consumo y algunos autores que se niegan a aceptarlas.
El jurado del festival decidió que las cintas que no fueran exhibidas en una sala de cine, que no tuvieran la oportunidad de ser premiadas, y ni siquiera nominadas. Eso debe cambiar y el IBAFF lleva varias ediciones intentándolo.
Este año habéis hecho especial hincapié en la programación solidaria del festival, acercándolo a colectivos como niños enfermos o personas internas de una cárcel, ¿veis el cine también como herramienta para ayudar a las personas?
El cine forma parte de la cultura y la cultura es un derecho que tenemos todos. No es cuestión de ayudar, no es una obra de caridad, se trata de visibilizar a otros colectivos de la sociedad que por diversas situaciones vitales no pueden acceder a la cultura. Nuestro compromiso es intentar acercarles el cine para que se sientan un poco más libres.
Los talleres y seminarios han vuelto a ser un año más, ¿os gustaría seguir apostando por ello y haciendo crecer esta parte del festival?
En realidad no es una apuesta. Creemos firmemente que sin educación no hay cultura. Y esta forma de entender la educación es fundamental dentro del Festival; es una pata más del Festival, y sin ella no podríamos seguir haciéndolo. Son el futuro, alguien tendrá que hacerse cargo del IBAFF dentro de otra década.
También dedicaréis un día a cortometrajes realizados en Murcia. ¿Cómo veis la situación del cine en Murcia? ¿Creéis que hay algún indicio de industria en nuestra Región o todavía queda camino por recorrer para poder hablar de ello?
Los festivales ofrecen momentos mágicos que permiten dar altavoz a una realidad. Y el IBAFF es un gran amplificador para el sector audiovisual de Murcia. Apostar por el talento murciano es una de las prioridades de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Murcia, y por tanto nuestra.
Con las nuevas realidades de plataformas, RRSS y nuevas tecnologías en general, cada vez es más fácil hacer cine; lo que no es tan sencillo es tener buenas ideas o buenas historias; y creo firmemente que existe un gran potencial en las nuevas generaciones que empiezan a entender el cine como industria y como arte.
¿Qué películas dirías que han marcado tu vida y te han hecho amar el cine?
El listado de películas que han marcado mi vida sería interminable, sobre todo porque muchas veces depende del momento en el que las ves. Si te puedo decir que si hay una película que revisitado cientos de veces, es El baile de los vampiros de Polanski. Quizás ahora no es políticamente correcto nombrar al director polaco, pero no puedo evitar pensar que es una obra maestra. Y además es de vampiros, mi debilidad.
¿A nivel personal que es lo más valioso que te aporta el IBAFF?
Soy una persona muy pasional e intento poner toda la carne en el asador en todos y cada uno de los proyectos en los que me involucro. En cierto modo el IBAFF es un trocito de mi y todo lo que lo rodea también. Piensa que el Festival está en la calle sólo diez días pero ocupa parte de mi tiempo durante todo el año, y eso supone que es parte de mi vida. Y por supuesto lo más valioso y lo que más me aporta es el equipo; sin ellos esto no sería posible.
Últimamente vemos muchas polémicas con declaraciones de directores y lo que cada uno de ellos considera qué es el cine, ¿entiendes este debate?
Claro que sí. Para algunos es su vida, para muchos ha sido su ruina y para otros el éxito más absoluto… Eso es lo que tiene el arte; que está vivo. Y como todo lo que está vivo muta, gusta, disgusta y genera polémica. El debate siempre es bueno, sobre todo si es constructivo y nos hace seguir pensando.
¿Se puede disfrutar de Dos tontos muy tontos y de Como en un espejo de Ingmar Bergman al mismo tiempo?
Evidentemente, si sólo consumiéramos un tipo de cine sería como si sólo escuchásemos un tipo de música, o vistiésemos siempre de la misma manera. Sería aburridísimo. A mi me encanta Bergman para los momentos de Bergman y Farrelly para los momentos blockbuster.
Te recuerdo que Peter Farrelly además de pasárselo bomba con su hermano haciendo «Dos tontos muy tontos», se sacó de la manga «Green Book» y ganó dos Oscar a Mejor película y a Mejor guión original y un par de Globos de Oro… Incluso los directores ven y hacen de todo; no es incompatible.
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