
La Región de Murcia da un paso más en la protección de su patrimonio paleontológico. La Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes ha iniciado el expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de zona paleontológica, el yacimiento de huellas fósiles de Hoya de La Sima en Jumilla.
Este enclave, descubierto en 1997 por Cayetano Herrero —responsable del Museo Jerónimo Molina hasta ese mismo año— y su hijo Emilio, cuenta con más de 27.800 metros cuadrados de superficie protegida. En él se conservan icnitas (huellas fosilizadas) de gran valor científico y patrimonial, datadas en unos seis millones de años, cuando la zona era una laguna de baja salinidad frecuentada por la fauna que habitaba en el lugar.
Un referente internacional
El yacimiento destaca por la diversidad de especies representadas: Paracamelus jumillensis (camello), Hipparion (caballo de tres dedos), Machairodus (tigre dientes de sable), Agriotherium (oso), Tragoportax (antílope) y mastodontes, entre otros. Además, se trata del único enclave europeo con huellas de camello de este periodo, conservadas en yeso, lo que lo convierte en un referente para comprender la tectónica del Prebético y el conjunto más importante del Mioceno Superior en el Mediterráneo occidental.
Los especialistas destacan la singularidad del lugar por su extensión, la cantidad de huellas y la diversidad de especies documentadas, que lo convierten en una fuente única de información sobre la fauna y la geología de hace seis millones de años.
Protección y difusión
El yacimiento está protegido desde 2005 con cubiertas y sistemas de acristalamiento que permiten tanto la conservación como la visita pública. Gestionado por el Ayuntamiento de Jumilla, forma parte del Inventario Español de Lugares de Interés Geológico y constituye un recurso científico, educativo y turístico de primer orden para la Región de Murcia.
La incoación del expediente BIC conlleva la suspensión de licencias urbanísticas en la zona y garantiza la preservación de este enclave, cuyo estudio seguirá aportando claves sobre los ecosistemas mediterráneos de la antigüedad.
Coimbra del Barranco Ancho, otro enclave en estudio
Durante la misma jornada se visitó también el yacimiento ibérico de Coimbra del Barranco Ancho, en Jumilla. En la última campaña de excavación, concluida a finales de agosto, se ha trabajado en el tramo norte y oriental de la muralla, documentando la torre poligonal, pieza esencial para comprender el sistema defensivo del oppidum.
El conjunto arqueológico incluye un poblado, un santuario y tres necrópolis de incineración. Los hallazgos han confirmado la continuidad entre la acrópolis y el núcleo habitacional, y han identificado la necrópolis del Poblado como el principal espacio funerario desde finales del siglo IV a.C. El santuario, fechado en el siglo III a.C., refleja vínculos directos con el asentamiento.
Las próximas excavaciones en el sector oriental permitirán avanzar en el conocimiento de la evolución urbana y arquitectónica del oppidum, especialmente en su fase de expansión y transformación durante los siglos IV y III a.C.



 
						










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