#ConvistasAlMar, en la terraza de El Batel, y solo con la compañía de su bajista, Carmen Boza presentó su Caja Negra a 200 afortunados. Una ocasión única, con cóctel y tentempié incluido que permitió disfrutar de una versión más veraniega de sus canciones.
La noche en la costa cartagenera invitaba a disfrutar y dejarse llevar entre copa o quinto, y así hizo la madrileña, acompasando su intervención de las correspondientes Estrella de Levante. La voz de Carmen y el perfecto ritmo que marcaba Estefania Gómez al bajo envolvió al público y casi dejó a todos los presentes embelesados. El hipnótico punteo de las cuerdas hizo que las casi dos horas de concierto se quedaran cortas. Sobró, porque siempre sobra, las insistentes ganas de hablar de la gente, lo que ensucia el trabajo del artista, y el típico pesado que necesita el Niña Voladora y lo pide una y otra vez.
Una pena la distribución con sillas y sin escenario que invitaba poco a dejarse llevar por el genial guitarreo de Boza y bailar con los ojos puestos en el puerto de Cartagena.
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