El Festival Internacional de Cine de Cartagena (FICC) ha confiado en el artista cartagenero Ángel Mateo Charris para la creación del cartel oficial de su 54ª edición, una obra que rinde homenaje a los creadores de historias. La pieza fue presentada este martes, 21 de octubre, en el Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy, y el festival se celebrará del 22 al 29 de noviembre, con la colaboración del Ayuntamiento de Cartagena.
El nuevo cartel se presenta como un óleo sobre lienzo de 2 metros por 1,50 metros, en el que un hombre contempla el mar con una mirada bucólica y misteriosa. La escena, abierta a múltiples interpretaciones, evoca la gran mirada del cine: aquella que observa, sueña y deja espacio a la imaginación, invitando a los espectadores a construir su propia historia cinematográfica.
Desde la organización destacan que contar con un creador del prestigio de Charris supone una oportunidad única que eleva el nivel artístico y simbólico del festival, reforzando su compromiso con la cultura y con la ciudad de Cartagena. La obra se inspira en El Gran Gatsby, coincidiendo con el centenario de la novela, y se enmarca en el leitmotiv de esta edición: “Del papel a la pantalla. Literatura en el cine”.
Charris, reconocido como uno de los artistas españoles más destacados de su generación, ha explicado que este proyecto le ha permitido unir dos de sus grandes pasiones: el arte y el cine. Según el autor, su intención fue crear una imagen sugerente y ambigua que rindiera homenaje a los guionistas y contadores de historias, y que además permitiera llevar el arte a la calle, fuera de los espacios expositivos tradicionales.
El diseño gráfico y las adaptaciones digitales han estado a cargo de Celia del Valle, quien ha trasladado con precisión la esencia del cartel original. Para ello, utilizó una tipografía generada con una máquina de escribir Olivetti de los años 60, cuyo texto fue posteriormente escaneado y digitalizado, integrándose en la composición final.
Con esta elección, el FICC reafirma su voluntad de entender el cartel no solo como una imagen promocional, sino como una pieza artística que proyecta los valores del festival: la mirada, el relato y la conexión entre literatura y cine. La figura solitaria frente al mar, motivo recurrente en la obra de Charris, se convierte así en un umbral narrativo que invita a cruzar del texto a la pantalla, a imaginar la película que aún no existe.
La programación completa del festival se dará a conocer en las próximas semanas.
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