Esta noche del Microsonidos la abrían la banda murciana de El Nuevo Acelerador. Con Juana García, y su monísimo vestido naïf, al micrófono presentaban su EP, La Electricidad, producido por el mismo Guille Mostaza, del dúo madrileño Ellos, a quien acompañan en esta velada musical. Temas de su primer EP como la homónima Hombre de Hojalata, o Cero, o del nuevo como Disneyland y El increíble hombre menguante (¡ojo! al igual que otro tema de Rufus T. Firefly, inspirada en una novela de Richard Matheson, así que no os confundáis) dejan claro su estilo rock-pop indie con potentes melodías. He de decir que en algún momento me recuerda alguna otra banda con la que no llego a dar, y quizá cuando suena El Kraken me acuerdo de Los Punsetes. Pero claro, la murciana demuestra tener más sangre que la madrileña cuando está en su pose del escenario, aunque las letras sean más melosas, con un tono más melancólico, y, por ende, menos extravagantes.
Otra cosas cosas en las que te fijas cuando estás delante de El Nuevo Acelerador esa noche son los visuales que se proyectan ante los músicos y se dejan ver en una sábana blanca al fondo. El set visual es de Pecado Pixelado, y le vuelve a dar a El Nuevo Acelerador ese toque divertido característico de pop más gamberrete. Bailarinas de aerobic, melenas y pelucas ochenteras, coloridos chandals, perros que bailan, gafas de culo de vaso, referencias cinéfilas y televisivas… son parte de la stravaganza, de lo kitsh, del pop. La guinda del pastel que haría de hilo conductor con Ellos.
Los chicos de El Nuevo Acelerador han calentado el escenario y toda la 12&Medio. La gente ha acabado bailando y ya se agolpa en la primera fila. Hace tiempo que no veía un público tan bailón, y eso que mi edad estaba por debajo de la media de los allí presentes. Esa noche ellos (sí, en minúscula) eran más jóvenes que yo. Tras algo así como 25 minutos en los que sonaban los hits más recientes del indie nacional del último lustro, véase Mi realidad de Lori Meyers. Las luces se apaciguan y entran, ahora sí, Ellos. Enfundados en pitillos y camisas blancas, Guille Mostaza y Santi Capote, a la guitarras, les acompañan Fran Gas (ex Varry Brava) a la batería y Juanjo Reig, quien ya formó equipo con Guille en Krakovia, al bajo.
La primera canción es de Pop Cabrón (2014), Nuevo Imperio. Si no conoces a Ellos y cierras los ojos unos instantes puedes pensar que lo que vas a presenciar es un show de Miguel Bosé. Pero no, es Guille Mostaza cantando unas notas más graves de lo normal y emocionado ante el micrófono de manera que parece que de un momento se va a arrancar con un “seré tu amante bandido” mientras se proyectan imágenes de un desfile imperial juche. Es el primer tema y tanto artistas como público están más que entregados.
“No quiero hablar mucho hoy, así que voy a hacerme el cantante” dice Guille Mostaza divertido recolocando el micrófono tras tocar Cerca (Cardiopatía severa, 2010). Tras presentar la banda, señala que hoy es un día especial porque que es el primer concierto del Tour Cabrón, y lo hacen en Murcia rodeados de amigos.
Entre sencillos de sus álbumes anteriores como el himno de Diferentes o la divertidísima Campeón, con los que la gente baila y canta al uníno, tocan gran parte del repertorio de Pop Cabrón: Aunque te rías de mi, Lengua viperina… y Tarántulas y súcubos cuya letra es del otro componente de Ellos. En ese momento en el que se desvela la que parecía la incógnita de la noche: el tímido Santi Capote demuestra que también canta.
Aunque mi parte preferida de la velada es cuando dice Guille que va a tocar esas canciones más difíciles de su discografía y una chica del público empieza a nombrar a Xoel como una loca… y este le contesta, “¡Que no, que no voy a cantar nada de Xoel…!”. ¿Pero sabéis, qué? ¡Creo que este hombre es capaz de cantarte una copla si se lo propones! Así que sí, la fan del gallego obtuvo lo que estaba pidiendo: un breve pero muy sentío Que no, de los Deluxe de Xoel López.
Una de esas canciones más difíciles de cantar era la nueva Extraña Melodía, en la que colabora Iván Ferreiro. Obviamente su ausencia se nota como dice el propio Guille Mostaza, pero por supuesto da la talla, además es un verdadero showman. A mi al rededor la gente no para de bailar, de echarse fotos diciendo “¡Ferreiro!” en vez de “¡patata!”, algo realmente gracioso. Y al terminar empiezan los bises. ¡Hasta tres veces salen del escenario! Al público le da igual porque parece que supiesen que iban a salir de nuevo, y, de hecho, piden más canciones. Y así cae con una cálida acogida una de las colaboraciones de la noche: Fede Gas, el hermano de Fran Gas, se conjunta también para tocar el bajo en un par de temas con la banda sin desentonar.
Mirando el setlist Guille dice que va a dejar que la gente elija la siguiente canción, pero luego se retracta y dice que la elegirá él. Alguien le dice dictador y él se sonríe. Piden muchas, pero No finjas parece la ganadora. Entre vítores y un “¡ooooh!” ha invitado ya a Juana, la vocalista de El Nuevo Acelerador para acompañarle “con su bonita voz, y su vestido, todavía más bonito”. Y qué razón, ambas cosas. Además, también hacen un buen dúo de voces. Después de este momento, me doy cuenta de que los vídeos dejaron de proyectarse y que esta velada inaugural del Pop Cabrón ha llegando a su fin, o en realidad continuará toda la noche, porque dejan un festivo ambiente de guateque.
Porque este imperio no es nuevo y también Ellos lleva haciendo esto durante década y media ya, pero Pop Cabrón podría ser el resultado de haber metido a Ellos en una Thermomix con ingredientes de Fangoria, Pedro Marín y Miguel Bosé, unas pizcas de A-ha o los Depeche Mode menos siniestros y ¡Voilá! Así que me quito el sombrero, el dúo ha conseguido una oda al género. Hoy lo voy a decir como dijo hace ya unos años Juan de Pablos: “¡Viva el Pop!”.
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