El 1 de diciembre de 2006 Murcia era noticia en el mundo del cine: se abría en la ciudad la primera sala de cine XPAN 6D en España y una de las pocas que existían en Europa. Se instaló en Neocine, dentro de su complejo del Centro Comercial Thader. Las novedades de esta sala estaban llamadas a suponer toda una revolución en lo referente al entretenimiento cinematográfico: efectos de viento, de lluvia, de olor… Además, existía una serie de butacas con movimiento. La proyección de las películas estaba preparada para ser en 3D con proyectores de alta resolución 2K. Se proyectarían grandes estrenos, documentales especiales para el formato, eventos deportivos… Algo único y novedoso.
Casi 8 años después, la sala 12 de Neocine Thader sigue existiendo, está en uso y se proyectan films en 3D, pero ¿qué ha pasado con todo lo que podía ofrecer el formato XPAN6D? Simplemente, no caló en el público. En instalaciones como parques temáticos o de atracciones si han proliferado este tipo de salas, mientras que en los cines convencionales no han tenido desarrollo. Debe ser que los espectadores ven este tipo de proyecciones invadidas de efectos varios más como una experiencia o atracción que como un lugar adecuado para ver un film, aunque se trate de una gran superproducción con efectos especiales.
El formato 3D en los últimos años ha conseguido hacerse un hueco en las salas comerciales, ofreciendo como añadido la sensación de profundidad. El pasado verano, Terra Mítica (Benidorm) inauguraba su «Cine 5D», un simulador al que se añadía el formato 3D en la proyección y se añadían efectos de viento y lluvia. Hace poco más de un mes, con motivo del estreno de «En el Ojo de la Tormenta», en Madrid se realizaba una proyección especial del film con el añadido de viento y lluvia para una mayor inmersión en la cinta. En un film de estas características, se puede entender y justificar este añadido, ahora conocido y rebautizado como 4D.
El espectador espera disfrutar de la película que acude a ver, y desde luego que no debe siempre limitarse a una proyección en pantalla grande. Es de agradecer el interés por innovar y presentar novedades que puedan incorporarse a la proyección, pero lo importante es que la película requiera estos elementos (véase «Gravity» y el 3D, o la citada «En el Ojo de la Tormenta» y los efectos de aire y agua). La máxima a seguir para que esto funcione es muy sencilla: que el film justifique los medios.
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