Que Vetusta Morla agote entradas cada vez que pasa por Murcia se ha convertido en algo habitual. Como era de esperar así fue en la presentación de “La Deriva”, su nuevo disco, en el Auditorio Víctor Villegas. Dos noches seguidas con el cartel de “No hay entradas” colgado y estoy seguro de que podrían haber repetido una tercera vez y volverían a colgarlo. Y es que un concierto de los madrileños es una apuesta segura.
Ya sentado en la butaca lo primero en lo que me fijé fue en la escenografía que había preparada. Seis “farolas”, por llamarlas de alguna forma y unas cuantas torres de focos frente a un enorme telón blanco que cubría una pantalla de led. Nada más comenzar el concierto ya pudimos ver que la iluminación iba a ser parte fundamental del espectáculo preparado para esta nueva gira. Todo un acierto. Una iluminación distinta y personalizada para cada canción, una muestra más del mimo del grupo hacia sus canciones intentando convertir cada una de ellas en algo especial. Y lo consiguen.
Comenzaron el concierto con algunas de sus nuevas canciones: “La Deriva”, “Fuego”, “Golpe Maestro, “Una mosca en la pared”… canciones que mejoran aún más en directo, especialmente las tres primeras que apuntan a clásicos de la banda y a no faltar en ninguno de sus conciertos. A pesar de ello no fue hasta que sonó “Lo que te hace grande” cuando el público se levantó de su butaca.
Y así se fue repitiendo canción tras canción. Cuando sonaban las nuevas del disco el público se sentaba y las disfrutaba, como acercándose poco a poco a ellas, saboreándolas, descubriéndolas… pero en cuanto sonaban canciones ya míticas como “Un día en el mundo”, “Maldita dulzura” o “Copenhague” saltaban de sus butacas para vivirlas como si estuvieran en un festival y no dentro de un auditorio.
Fueron alternando canciones del nuevo disco como como «La Grieta», «Tour de Francia», «Fiesta Mayor», «Pirómanos», «Cuarteles de Invierno» o «Una sonata fantasma» con otras como “Mapas”, “La cuadratura del círculo”, “El hombre del saco”, “Sálvese quien pueda”… Sería muy fácil decir que faltaron canciones por tocar pero es lo que ocurre cuando cada disco que sacas es digno de escuchar en directo desde la primera hasta la última canción.
Hay canciones que por más que escuches siempre te sorprenden, “Valiente” es uno de esos casos. Y es que cuando suena Pucho pasa a un segundo plano dejando el protagonismo al público quien se rompe la garganta en cada una de sus frases. Y con “Los días raros” pasa lo mismo pero de forma totalmente contrario, el público pidiendo silencio para disfrutar de Pucho en todo su esplendor, un silencio sepulcral para disfrutar de la mejor manera posible de la canción. Y así se despidieron.
Pucho hizo referencia a la película “Gente en sitios” para comentar que estamos amarrados a la rutina, agarrados a un palo que nos da miedo soltar… desde aquí solo dar las gracias a Vetusta Morla por romper esa rutina, por hacernos olvidar de ese palo al que estamos agarrados porque aunque tras terminar el concierto cada uno volviéramos a nuestras historias y nuestros dramas durante las dos horas que duró sentimos que había esperanza, que existe algo mejor que la rutina y que está en nuestras manos poder alcanzarlo. Y si nos acompañan de esa forma es muy fácil dejarse llevar por la deriva.