El 3 de Abril en Barcelona no parecía el más indicado para disfrutar de un concierto. Desde el día anterior había estado lloviendo barro, los paraguas incomodaban el tránsito por la vía pública y la humedad no dejaba de calarse hasta tus huesos. Y, sin embargo, durante más de una hora, los asistentes al concierto de TOY en Razzmatazz 3 (dentro del Budweiser Live Circuit, que ha traído a bandas tan punteras a nuestro país como a Yuck o Blood Red Shoes entre otros en lo que va de año) nos evadimos de esa realidad que había fuera en las calles, para dejarnos inundar por la psicodelia de su sonido.
El show lo abrieron Trajano!; el cuarteto madrileño consiguió mover a un público que al principio estaba todavía frío por la lluvia incesante del exterior, a base de guitarrazos y distorsión del bajo. Su estilo en ocasiones me recordó a Parálisis Permanente, aunque la voz de Lois Brea es más grave, influenciado su estilo notoriamente por un Ian Curtis de Joy Division. Una actuación correcta con un cierre cargado de potencia psicofónica que nos abrió el apetito para el plato fuerte de la noche: los británicos TOY.
Unos leds parpadeantes de luz blanca a los pies de la batería de Charlie Salvidge indicaron que el momento que todos estábamos esperando iba a comenzar. TOY saltaron al escenario, saludando de forma algo tímida pero segura; vestidos de riguroso negro (excepto Salvidge, con una camiseta a rayas) para arrancar su show con Conductor, indicando que el viaje a su mundo, un mundo lejano a medio camino entre la psicodelia y el shoegaze, acababa de comenzar. Colours Running Out fue el acertadísimo tema que tocaron a continuación, poniendo sentimientos y pelos de punta entre el personal, servidora incluida. El setlist mezclaba en su justa medida grandes temas de su homónimo álbum debut del 2012 con los de Join the Dots, del pasado año y disco que venían a presentar a la ciudad condal. Too far gone to know, Dead & Gone (a mi parecer sonó espectacular, la voz de Tom Dougall tiene un tono encandilador), You won’t be the same y Endlessly dieron paso a Kopter, uno de los temas más esperados por la audiencia y que, literalmente, hizo vibrar a la sala Razzmatazz, con un público entregado y dando saltos.
As we turn, Left myself behind, It’s been so long, Fall out love, My heart skips a beat, Motoring y el espectacular tema Join the dots completaban el setlist de los británicos en esta lluviosa noche. Si bien hubo algún pequeño lío con el sonido (sobre todo cuando Dominic O’Dair cambió una de las veces de guitarra), el ambiente que TOY consiguió crear en Razz 3 hizo que se les perdonara todo. El teclado de Alejandra Diez se fusionaba con las guitarras y el bajo de Maxim Barron, creaba un ambiente armónico, transportándote durante unos minutos a unos años 70 que, si bien la mayoría de asistentes a la sala no habíamos vivido en nuestras propias carnes, nos pudimos imaginar gracias al espectacular sonido de la banda.
En resumen: un concierto más que correcto, el cual dejó a la mayoría con un muy buen sabor de boca y (al menos en mi caso) con ganas de volver a ver a TOY nuevamente la próxima vez que se animen a visitarnos. Hoy, 4 de Abril, estarán en Madrid; y no puedo dejar de recomendaros que vayáis a verlos.
2 Comments
La crónica más madrugadora del País. La energía y aceleración con que ejecutaban las canciones hacen empalidecer incluso las grabaciones del LP. Cuando se junta un grupo con este cancionero, juventud, energía, futuro prometedor y maestra ejecución en un escenario pequeño, cercano y en ebullición el resultado es un concierto de esos que no se olvidan y que obligan a revisar su discografía con mucho más respeto y devoción.
Gracias <3! Mereció muchísimo la pena, incluso me alegré de que al final fuera en la sala 3 y no en la 2; la 3 es mucho más cercana; ya lo disfrutamos en Blood Red Shoes hace un par de semanas y fue genial. Cuando se les permite esa cercanía a las bandas es de lo mejor! 🙂