Tras su paso por la sexta edición del Leyendas del Rock y junto a La Fuga y Los Suaves en el Rock a Tres Bandas, Tako volvió a tierras murcianas con nuevo disco en la maleta. El sábado 19 de enero, los de Ejea de los Caballeros hicieron sonar las Campanas de la Vergüenza en la Sala B de Mariano Rojas.
Junto a ellos tocaron la mítica banda de rock cartaginense T.A.S, quienes tras sus 15 años en el mundo de la música, ofrecieron un sonoro concierto con sus canciones más destacadas y presentando su álbum Trapecistas. Destacando su sucia distorsión, el estilo baila desde el rock más duro, pasando por el blues rock, el clásico y un toque sutil melódico. Una banda formada por amigos de toda la vida y quienes en su momento demostraron la enorme fuerza y solidez que tienen entre ellos tras el accidente que dejó parapléjico a Fran (cantante) , el cual enseñó a un público entregado su carisma y energía. Ganas no les faltan para seguir predicando su música y sus letras más rebeldes.
16 discos de rock y casi 30 años acompañan a Tako en esta gira en la que presentan nuevo disco. Un grito de esperanza, un llamamiento de desacuerdo con estos tiempos, un cuchillo clavado en la realidad sucia y vergonzosa. Así son “Las campanas de la Vergüenza”, con un sonido potente y certero, eficaz con dos guitarras sin tregua, dando caña hasta el último minuto.
Canciones como su single El alma atada y 2007, La Tienda y Miénteme sonaron junto a viejas melodías de la banda como La mitad de mis espejos, Seda negra, La dama de blanco, Trenzas de arena y dos míticas canciones que están en el limbo del rock nacional: A las puertas del deseo y Carpintero de condenas. Consagrada como una de las mejores bandas de rock de este país ofrecieron un directo contundente, plasmando toda lo que la vida les ha enseñado en dos buenas horas de concierto. Con vivas letras, cada una con una historia cargada de experiencia y de fuerte contenido social y emocional, se demuestra que Tako no envejece y sigue marcando tendencia y renovándose. Con un estilo más duro de lo habitual dejaron secas las gargantas al finalizar el concierto y despedirse con un “Oh! Oh! Oh!” y un hasta pronto. Gran banda que merecería ser más escuchada, pues tienen buena música e increíbles discos.
Crónica y fotografías por Alberto Sánchez de la Peña.
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