Nos atracaron…, nos atracaron con guitarras, con la batería, con esa voz tan incansable. Nos robaron los aplausos, las emociones, los coros de estribillo. Nos robaron las ganas de irnos a casa y sólo nos dejaron el deseo de seguir escuchando más canciones. Tocaron su disco entero, pero simplemente esperábamos que siguiesen cantando, que se inventasen algo, porque el concierto fue corto, pero tan intenso…
“Y por pasar, no pasa nada”. Un espejismo más, una presencia efímera, una noche gratificante con Full, un relato corto que cuento en estas palabras y todavía con la cabeza en la Sala Musik de aquél viernes 26 de Abril. Llevan una gira apretada, demasiados conciertos en un mes, pero se dejaron todo, todo en el escenario, un directo que le dio emoción y fuerza a las canciones.
“Se puede perder la esperanza, la ilusión e incluso la vergüenza, pero jamás se pierde el respeto por la música.” Su filosofía impregna todas sus canciones, esa manera de pensar la mezclan con verdaderas poesías cantadas, y si eso, colocan alguna que otra guitarra, un bombo que marca el ritmo y un teclado que haga nacer melodías.
Desde “Distintos” hasta “Atraco”, pasando por “Desastre”, “Adiós” canción insuperable, “Mejor Opción” y nuestra pequeña e íntima “Burbuja de Champagne”. Éramos pocos pero estas canciones nos hicieron grandes, no sé si tiene sentido que os diga los títulos, no sé si tiene sentido que os diga el estilo que tocan porque oírlos es un orgasmo emocional y musical. Simplemente, nos llenaron. Simplemente, Full.
Crónica: Alberto Sánchez de la Peña
Fotografías: Sergio Mercader García
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