El domingo 10 de marzo tocó en la sala 12 y medio una de las mejores bandas de ska fusión de este país: La Gran Orquesta Republicana. El concierto formaba parte de la gira “pequeña”, en la que la banda se presenta en un formato más reducido al que acostumbran; únicamente voz, guitarra, bajo, batería y trombón. En un principio los acompañaban en el cartel Sonido Vegetal pero por motivos desconocidos se cayeron del cartel, factor que estuvo a punto de dejarnos fuera ya que era con su agencia con la que teníamos concertadas las acreditaciones.Todo apuntaba a que íbamos a tener que vaciar del todo nuestros ya de por sí vacíos bolsillos hasta que hablamos con José Luis, batería de la orquesta, y nos dijo que no había problema y que nos acordásemos de mandarles la crónica. Buen rollo, muñecas selladas y para adentro.
En la sala éramos pocos. Demasiado pocos si tenemos en cuenta la importancia de la banda y lo poco que suelen caer por la región; quizá el motivo fue la fecha. Pero eso poco importó porque, en cuanto los mallorquines salieron al escenario y se arrancaron con temas estelares como “Los nadies”, “Te quiero” o “Enemigo”, nuestros pies empezaron a moverse y nuestras caderas a contonearse. De este modo conformamos una estable y compacta masa de gente cantando y bailando ska mientras seguían lloviendo clásicos de la banda, que encadenaba sin tregua tema tras tema: “Lado bueno”, “La huida”, “Democracia”, “Quiero”, “Miedo global”, “República”, “El sistema”, “Loco”…
Fueron conformando un set list elaborado, en propias palabras de Javi (cantante y guitarra), según las canciones “que les apetecía tocar”. Perfecto, porque resultaron ser las que a nosotros nos apetecía escuchar y además las hubo en abundancia. Incluso cayó una de Skarabajos, banda de ska en la que Javi militó, titulada “China ska”; una reflexión sobre qué pasaría si los chinos bailaran ska y que nos da también la respuesta: se desquebrajaría el mundo.
Tras un brevísimo parón contando con que ya llevaban 19 temas a la espalda, el grupo volvió al escenario para regalarnos aún siete canciones más. Empezaron con “La noche”, a mi parecer una de sus mejores canciones y que no es sino el poema de Eduardo Galeano hecho canción. Demostraron su vena más punky versionando dos clásicos del género como son “Delincuencia” de La Polla Records (que el grupo adaptó airosamente al ska) y “Revuelta en el Frenopático” de Kortatu.
Entre el resto de los temas se encontraron la celebrada “Vida de colores”, “Capitalismo KO”, en la que el trombonista simuló que la batería era una caja de música a la que daba cuerda y podía acelerar y desacelerar, la frenética “Dime que hice ayer” y “La Gran Orquesta Republicana”, tema que puso el broche final a un gran concierto del que desafortunadamente disfrutamos pocos… ¿Qué teníais mejor que hacer el domingo?
Crónica por Daniel Sánchez Parra.
Fotografías por Sergio Mercader García.
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