Domingo por la tarde y hace frío. Te encuentras acurrucada en el sofá con una manta – o dentro de las faldas de una mesa camilla, no hace falta que lo niegues – y decides que el mejor plan para ese día es ver una peli con tu chico.
Los dos proponéis opciones. Aunque él solo te suelta excusas del tipo: “Esa es de pensar mucho y ya vimos una de Lars Von Trier hace dos semanas”, “¿Divergente? Si el miércoles fuimos al cine a ver Sinsajo, es lo mismo”. Pero el problema aparece en el momento en el que suelta el típico: “No no, películas de terror, no. No es porque me den miedo, es porque no me gustan”. Te asustas y te quedas pensativa, no porque sea la mayor mentira desde que George Bush dijo que Iraq tenía armas nucleares, si no porque piensas que debes hacer algo para que se le quite esa fobia por el género.
Primero, debes considerar que convencer a una persona para que le guste el terror no es como quitar una tirita. Si le pones Expediente Warren – ahí, a lo loco – el pobre se asusta. Por lo que debes pensar con esa cabeza maquinadora que utilizas cuando persuades a tu madre diciendo que irte de Erasmus es una gran oportunidad, y para eso tenemos al señor M. Night Shyamalan.
El director indio tiene sus cosas buenas y sus cosas Airbender, pero también puede presumir de ser el autor de la sagrada trinidad: El sexto sentido, Señales y El bosque. Tres películas de terror que beben de la vieja escuela, donde insinuar es mejor que enseñar – como dice mi madre – y el mal rollo es solo momentáneo. Además, la tridimensionalidad de todos sus personajes y el trasfondo verosímil de sus tramas hacen que el suspense sobrevuele al terror. Comenzar con la intriga ayuda muchísimo. Encima, sale Joaquin Phoenix.
Después de tres cintas tan intensas apetece algo más ligerito y, como todavía no está preparado para ver Saw, es momento de tirar por la comedia. Rec3: Génesis parece la mejor opción en este momento. Todavía no ha visto las dos primeras pero, gracias a los dioses, la tercera es paralela a la trama. La boda más sangrienta del cine español te ayudará a que vea que los zombies también pueden dar bastante yuyu. Por otro lado, es una comedia romántica de las buenas – te lo digo yo – y tiene a Ivan Ferreiro en su banda sonora.
La cosa se va complicando y es hora de apelar a su condición de hombre y, ¿qué le gusta a los hombres? Pues Robert Rodríguez, chica. El director de Machete y Sin City también dirigió The Faculty en 1998. Esta historia de alienígenas es un poco como Steve Buscemi – feo, pero a mi me gusta – y, aún así, es un gran referente de ciencia ficción en la cultura pop. La protagonizan Elijah Wood y Josh Harnett de jóvenes y eso le parecerá gracioso – porque los hombres son así –. Lo bueno es que puede servir como ticket de salida para poner Scream, La cosa o, por qué no, el remake de La matanza de Texas.
Sabes que queda lo más difícil, las historias de fantasmas son lo que le acojona y eso tiene solución. Puedes comenzar con grandes clásicos como Al final de la escalera, El resplandor o Posesión infernal – esta última es la más importante porque Sam Raimi es Dios y sus secuelas, Terroríficamente muertos y El ejército de las tinieblas, son obligaciones morales –. Si estas le gustan, prueba a ponerle Anabelle o Sinister. Yo de ti no descartaría la idea de que te mande a la mierda.
Es probable que nada de lo anterior funciones y que el chico sea un negado sin solución. Quizás su casa está edificada sobre un cementerio indio y estas cosas le ponen sensible, o su abuela jugaba a la Ouija y eso le creó trauma. Pero hay una cosa que nadie podrá quitarte y es The cabin in the woods, si no le gusta, es momento de que te replantees tu relación.
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