Siempre que Microsonidos y Silbato, trae a alguien a La Yesería, se produce la magia. Son 4 conciertos en formato reducido que he visto allí y en todos los sets acústicos se alinearon los astros. No sé si es el ambiente, la gente y su predisposición, las ganas del artista o que. Pero son conciertos memorables. Y uno muy bonito fue el de Ricardo Vicente en este mítico local de Murcia, el pasado jueves. Al ver esa pared de ladrillo visto, me acuerdo. Me acuerdo de Miguel Rivera de Maga. De Manolito Cabezalí, de Havalina y de Ángel, de Stanich. El grupo Tomato, en los ochenta, lanzó un trabajo que se llamaba “La Yesería”.
Llegaron a firmar cosas con alguna discográfica, pero no cuajó. Uno de sus componentes, puso a uno de los bares más antiguos de la ciudad, junto con el Ocio, o el Torreta, el nombre de su canción. Por lo visto siguen tocando y el sábado tocaron en Murcia, teloneando a Danza Invisible.
En la charla que Jam Albarracín da una hora antes del bolo, habla de la música murciana desde los ochenta hasta ahora. Antes se hacían conciertos en muchos de los bares del centro. Hoy en día, con las normativas de ruido, sería poco probable. Pero alguno queda. En el documental Murcia Supersónica, Emilio Chicheri cuenta que en algunos locales se metían los grises a pegarle a la gente. La noche está tranquila. Parece. Cuando entro el local tiene buena pinta y me sorprende que haya una batería al lado del ampli de guitarra.
Richi viene a presentar su disco “Hotel Florida”. Le acompaña su fiel escudero y compañero de fatigas Enrique. -“20 años juntos llevamos tocando”-dice Ricardo. -“Tocando música”- apostilla el batería. Richi ha estado en bandas de indie de Zaragoza. Tachencko y La Costa Brava, ésta última extinta. Con permiso de otros como Bigott o Niño Gusano, estarían en el once titular de las principales conjuntos de pop, de la ciudad aragonesa. Richi también es profesor de filosofía. Colabora en Radio 3. Escribe libro-discos. Hace viajes en moto. Colabora con otros músicos. Vamos, que se mueve considerablemente. Richi fue la tercera pata de El Problema de los Tres Cuerpos. Trío que formaron Ramón Rodríguez (The New Raemon), Francisco Nixon y el propio Vicente. Madee, Australian Blonde y La Costa Brava, respectivamente. Míticas todas ellas para los que llegamos con esto del indie ya empezado, o cambiando. O yo que se cómo llamarlo.
Cada vez que veo una guitarra y una batería no puedo evitar ver a Meg y a Jack y sus indumentarias rojiblancas con los White Stripes. Pero el estilo de música iba por otros sendericos. Empiezan según ellos, con la parte “metal” del show. Echan a andar las canciones.
“Estoy harto de tanto comienzo de looser americano”. Hombre Richi, que tampoco es que hagáis grind deathcore compadre. Pero sí que es verdad que desgranan algunas más cadenciosas. Mezcla su nuevo disco, con temas que metió en el álbum de Nixon, y de El Problema de los Tres Cuerpos. Y resulta que tenía razón, porque luego tuvo momentos más intimistas, tranquilitos y emocionales, en los que se queda a solas sin su percusionista. A veces se le caen los pantalones de los bailecicos que se marca.
En los parones, Richi se ríe y la gente le ayuda. Bueno, la gente, algunos hacen playback, pero las dos zagalas de detrás de mí, están para irse de gira con él. Cantan mejor que Vicente y que el resto del Bar. Solo de acústica y vuelve a sonreír. Por lo visto, han colocado el set de batería sobre una colcha del pueblo, en vez de sobre la típica alfombra, y Ricardo sufre por Enrique.
El bombo y el charlet les da por pasear, ante la mirada del guitarrista, que no puede dejar su micro para ayudar. -“Vamos a seguir, que ya queda poco”- dice el batería, al poco de empezar. También le ayuda con los coros. El bonachón de Richi hace canciones sin adornos y de escasos arreglos, con acordes desnudos. En el single “Ahora Que Salga el Sol” hacen palmas. –“Que gusto, lo hacéis muy bien”. , a lo que algunos contestan, -¿qué te creías?-, con esa chulería simpática que le da alguno cuando esta entre el público. -Esta canción es que es tipo… Te pido perdón pero que no…, es decir…medioalegre para cortarme las venas…- Intenta explicar.
Y llega mi favorita “Todos Tus Caballos De Carreras”, y muchos se la saben. Como mola. Que buen rollo. -“Esta es medio metal y el bombo me pone nervioso”- dice antes de otra mas rapida. Pero consiguen sortear las vicisitudes, del poco ortodoxo, pero ameno set acústico. Ricardo no sabe si quiere estar en el pop alternativo o en el folk cantautoril. Ni falta que hace decantarse. Y la cosa es que esta tan justo en el medio que nadie puede decirle que está a un lado o al otro. “El que este mas triste gana”.
Son canciones rotas que duele hacer y escuchar. Se deshace en elogios ante la voz de la jienense Zahara. No es para menos. Antes de cantar cada estrofa anuncia, esta es su parte, ésta es la mía. Entre los temas bromea: “Somos comos los Yes pero en aragoneses”. Al final, intercambia vocablos y frases típicas con una aragonesa. Lo usual, como si un grupo murciano toca en Avilés y alguien le grita, “Acho tío, ponte una marinerica” y empezamos a hablar en panocho modernizado. Es normal. El ser humano siente morriña nada más salir de casa.
Al terminar la broma, se confiesa: – No os creáis que soy de la Xunta Aragonesista ni nada de eso. Si yo soy americano-. Y entre temas que se saben y cantan, y bromas, pasamos un rato estupendo. Tanto los músicos como los murcianicos que estamos en La Yesería. Tambien confesó no sé si en serio, que quiere volver a juntarse con Ramon y con Fran, los tres cuerpo, y volver a tocar aquí. Esperemos que así sea.
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