Rapsusklei sigue siendo puro rap, sigue haciendo conciertos de Hip Hop y el paso de Origami por la Sala REM no hizo más que confirmarlo. Junto a Dj Tillo y Pulmón Beatbox hizo sudar a más de 400 personas durante un par de horas en las que el tiempo se desdibujó y Rapsusklei nos llevó años y años atrás. Sentimiento puro, back to the rap.
Rapsusklei, Dj Tillo y Pulmón Beatbox,
espectaculármente buenos en lo suyo
Antes del concierto nos aseguraba que ha estado «buscando la esencia perdida del Hip Hop» y, definitivamente, lo ha logrado. No solo por las canciones de Origami, que vuelven a sonar boombap y partecuellos, sino también por la actitud y la intención. Rapsus sabe que el rap está muy vivo y no hace falta otros aliños para que rompa y se sienta. Y así fue todo el concierto, enfocado desde el principio al tracklist de Origami, pasó también por Pandemía y las últimas maquetas.
Pero El niño de la Selva también sigue vivo, el raggamuffin no se agota y a partir de la hora y pico de concierto a Rapsusklei le volvieron a crecer las rastas. Se acordó de la primera vez que bajó a Murcia como telonero de Violadores del Verso, y es inevitable entristecerse por cómo ha cambiado todo. Ahora hay más público de rap y menos rap para el público, pero aún así Don Diego mantiene la esencia y nos la regaló con himnos como Jazz elak olé y muchos otros. Según el propio Rapsus, estos temas estaban fuera del tracklist del bolo, pero prolongó y prolongó, acercándose tras cada tema a Dj Tillo para ver que más canciones podían evitar el fin de la noche.
De principio a fin, fue todo un show de Hip Hop dirigido por Dj Tillo desde los platos:todo un experto del turntablism y acariciar vinilos. Al igual que él, Pulmón Beatbox también tuvo su momento a solas con el público. Ambos simplemente lo bordaron, son espectaculármente buenos en lo suyo y además saben acompañar a El niño de la Selva como si se hubiesen criado bajo la misma palmera. Merece la pena pagar para ver este tipo de shows, amenos, directos y sorprendentes, nada que ver con los pseudobolos de rap al uso.
Sobrevivió Diego hasta a un botellazo y aún fue capaz de recuperar fuerzas y ánimos para recibir a todos los asistentes que quisieron quedarse para hablar con él después del concierto. Back to the rap: volver a los orígenes y devolver al rap lo que le ha dado. Rapsusklei es un clásico. Sus conciertos más bien rituales de magia.
Por cierto, según testigos, la botella sabía a caramelo.
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