“Precarios 2.0.”: Dícese de los becarios nativos digitales obligados a hacer prácticas sin remuneración alguna o por una cantidad insignificante llevando una vida precaria.
No quiero quitaros la ilusión, ni tan si quiera ser ceniza, sólo os quiero preparar para el golpe.
Algún día tendréis vuestra oportunidad en algún medio. El primer día estaréis excitados, con ganas de comeros el mundo, con esa necesidad de aprender de los profesionales, avaros de experiencia. Os meterán en la redacción. Primera decepción, la gran sala llena de ordenadores y mesas que todos os imagináis siempre siempre siempre será más chica y horrenda de lo que pensabais. Con suerte tendréis una mesa de trabajo, si os dicen que no hay asientos asignados y que cada uno se sienta donde quiere más os vale llegar pronto todos los días o alguno os quedaréis sin silla en la que poner vuestro precario culo.
Si creéis que lo sabéis todo estáis equivocados, nunca le llevéis la contraria a nadie que esté por encima de vosotros. Recordad que allí sois el último mono, creo que no tengo que decir más.
Creo que me he excedido un poco…
En realidad, siempre hay alguien dispuestos a acogeros, no es que os vayan a invitar a un café pero al menos os preguntarán el nombre y de donde venís. Os exigirán y mucho. Palabras como numerosos, bastante o ‘la gran mayoría‘ desaparecerán de vuestro vocabulario. Os corregirán y os harán, si el tiempo lo permite, que repaséis y repitáis el trabajo. No os lo darán por bueno a la primera. Envidiaréis esa capacidad de redactar una notica, de editar un vídeo o esa capacidad de improvisación en antena de manera impecable que parece que todo el mundo tiene allí adquirida. No lo imitéis, tardaréis años trabajo en llegar a ese nivel.
En algunos casos, os encargaran trabajo como si de uno más se tratará y no os supervisaran. Al principio sentirás un poco de pánico, luego una sensación de emoción y de ser los “reyes del mambo” os embriagará. Al menos de que haya pasado un tiempo, y no me refiero a dos semanas, debéis exigir que os supervisen. Sois aprendices y, aunque seguro que valéis, no es motivo para que algunos se desentiendan de su trabajo y os cargue a vosotros con él. Recordad: un becario nunca debe sustituir a un redactor.
Y por último y no menos importante: disfrutad. Os pasará de todo, la ‘liaréis parda’-de esto ya hablaremos-, pero dará igual. Habéis elegido que ese sea vuestro futuro.
Saludos precarios.
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